El mayordomo Frank se alegró mucho: —¿Cuándo? ¿Te vas a casar con la señorita Victoria?
Jordan suspiró: —Pasado mañana. Me voy a casar con la señorita Lauren Howard, no con Victoria.
El mayordomo Frank preguntó con perplejidad: —Señor Jordan, ¿cómo es posible que esto ocurra?
—Victoria ha desaparecido y sospecho que han sido los Howard quienes lo han hecho. Debo casarme con Lauren para saber dónde está.
El mayordomo Frank suspiró: —Sr. Jordan, ¿ha pensado alguna vez que se casaría con la persona equivocada en caso de que los Howard no sean los culpables? No puede casarse o divorciarse de una Howard a su antojo.
—Lo he pensado, pero tengo la corazonada de que, aunque los Howard no sean los culpables, tengo que casarme con Lauren para encontrar a Victoria. Parece que todo me obliga a seguir este camino.