Capítulo 66: Sesenta Y Seis
Menma se hizo ver por todos y cada uno de sus enemigos restregandoles, implíitamente, su inmunidad total.
De pronto nada, absolutamente nada, de lo que podrían tener en su contra servía para hacerlo encerrar. Ésto se debía a que era un Ootsutsuki, es decir alguien verdaderamente intocable.
Si bien aún desconocía la mayoría de las reglas del clan, Menma sabía sobre la inmunidad que caracterizó a ese clan. Por tal razón no solían dar ese apellido a cualquiera.
Alguien como Menma jamás fue ni habría sido aceptado por el clan. De no ser por el poder que desarrolló Menma, nunca se hubiese hecho con semejante apellido.
Ahora a eso agregado su puesto político, éste era definitivamente intocable. Nada le brindaba mayor placer que aquello.
Sin embargo no todo era victoria para su persona, ya que por más que lo intentó, no pudo lograr que le quiten la licemcia de abogado a Gaara Sabaku, debido a su impecable trayectoria y magnífico trabajo de años.
En cuanto a leyes y sus representantes, Gaara junto al difunto Itachi eran los mejores. Por tal razón Gaara era el único que podía seguir imvestigando al Ootsutsuki sin problema alguno.
Solo el abogado Sabaku podía presentar cargos contra Menma sin que peligre su carrera. Y por supuesto que ésto indignaba a Menma ya que no hacía mucho que lo hubo tenido bajo su total control, denigrandolo como persona.
Solo en su mansión, Menma meditaba al respecto. Sabía que su poderosa técnica de control mental tenía sus límites, y él había abusado de ella tras usarla cuatro veces en tan breve período de tiempo.
No podría volver a usarla durante un tiempo, debido a que consumía mucho chakra, y de por sí no funcionaba así.
Por tal motivo tendría que usar otros métodos de persuación, como bien solía hacer antes de haber desarrollado menuda técnica.
El jóven Haruno que era la viva imagen de su padre pero cuyos ojos eran los de su madre, lo llamó esa noche.
En verdad estaba preocupado por su mentor y maestro. Menma lo hubo criado, ya que Sakura era muy jóven e ingenua cuando lo tuvo.
Por tal razón era lógico que aquel jóven sienta admiración por Menma, pese a saber con detalle todo lo que hubo hecho.
- ¿Maestro? ¿Cómo está?
- Itachi, que agradable sorpresa querido discípulo.
- ¿Desea que vaya a su lado?
- No muchacho, quedate en esa ciudad y procura acabar el secundario. Recuerda que debes prepararte ya que algún día tú heredarás mi imperio.
- ¿Ellos....?
- Saben todo, tranquilo.
- Te espones demasiado maestro, eso es peligroso - dijo Itachi jr preocupado.
- Tranquilo muchacho, sé lo que hago. Además lo tengo todo planeado.
Luego de unos momentos colgó. Menma sonreía con gran placer. Tenía al hijo de Itachi Uchiha bajo su tutela y se hubo asegurado de formarlo con sus propios principios. Era el heredero perfecto para él.
Inmediatamente llamó por teléfono a un complice suyo, para acabar los últimos detalles sobre su siguiente jugada.
Enloquecer a Sasuke Uchiha. Para ello debía planearlo todo con sumo cuidado, si quería lograr el éxito. Cuando colgó, tras haber acabado con los detalles, sonreía con intensa crueldad.
- Me aseguraré de que acabes encerrado en un psiquiátrico maldito Sasuke y una vez allí "te suicidarás".
Mientras no se acerque a Gaara, a Mitsuki ni a Sbinki, sabía que Shura no lo molestaría. Mejor, así podría ocuparse de quienes arruinaron su vida durante su adolescencia.
Al día siguiente Boruto y Shinki llegaban a la ciudad, tras haberse ausentado durante un mes entero.
Boruto llevaba dos meses sin ver ni poder hablar con su padre. Pero había llegado a un punto en que no solo se resignó a ese hecho, sino que ya no le afectaba aquello.
Después de todo su relación con su padre ni siquiera llegó al año. Se centraría en Boris y en Mitsuki, quienes eran sus verdaderos amigos.
Además no estaba solo, al fin pudo casarse con su tan amado Shinki quien ahora llevaba el apellido Ootsutsuki. Vivían en el departamento que heredó de Kawaki, suyo ahora.
Shinki llamó a su padre para decirle que acababn de llegar, mientras que Boruto llamaba a su primo y amigo Boris. Se juntarían esa noche con Shura y Boris en el departamento de Shura. Al día siguiente irían a almorzar a la mansión de Gaara y Mitsuki.
Gaara y Naruto seguían sin recibir a Boris en sus casas, despreciandolo por ser hijo de Menma. Eso le dolía mucho al rubio quien se lo hizo saber a Boruto.
- No te preocupes Boris - decía Boruto - Gaara lo entenderá, verás que te aceptará ya que es un buen padre y Shura te adora. Solo dale tiempo y déjalo en manos de tu amado Shura. En cuanto a mi padre ¿qué puedo decirte? No me extraña ni me sorprende su reacción, después de todo es alguien muy rencoroso. Con decirte que nunca más me perdonó a mí, su único hijo.
- Boruto....primo....
- No le des importancia primo, mi padre no lo vale.
- Te.equivocas Boruto, tu padre es una gran persona.
-¿En serio? ¿Por qué entonces eligió despreciarte?
El silencio se sucedió en la línea por breves instantes. Luego el platinado lo rompió.
- Solo relajate Boris y disfruta del amor de Shura, es lo único real y auténtico.
- Lo sé primo, lo sé.
- Sbinki y yo iremos a cenar con ustedes ésta noche primo
- Si, los esperamos.
- Hasta entonces primo. Y arriba esos ánimos.
Al colgar Boruto susurró:
- Hay padre, menudo idiota.
-¿Sucede algo? - Shinki lo abrazó
- Lo de siempre mi amor, mi padre y su gran estupidez. Ahora desprecia a Boris tras haberse enterado que es hijo de Menma.
- Eso no tiene ningún semtido
- Lo sé pero ¿qué se puede esperar de alguien tan cerrado y rencoroso como mi padre Naruto.
- Bueno mi vida, serenate - Shinki lo besó con dulzura logrando eliminar todo vestigio de oscuridad y tristeza del alma de Boruto, quien lo estrechó fuertemente entre sus brazos.
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