Boris se ocupó de Shinki con intensa dedicación, quería curarlo cuanto antes ya que sentía un gran cariño por él y solo deseaba verlo libre.
Luego de que haya conseguido curar a Shinki, se iría de ese sitio para siempre. Sabía que debería dejar la carrera de psiquiatría debido a que no tenía dinero para pagarsela ni siquiera en la universidad de los suburbios donde vivía.
Boris se encontraba en la habitación donde se quedaba mientras se ocupaba de atender a Shinki. Cuando estuvo listo quiso salir pero no pudo, una intensa angustia lo invadió y sin poder contenerse comenzó a llorar sin cesar.
Su mejor amigo Boruto había vuelto a desaparecer y quizas en ésta ocasión si se encuentre muerto. Su primer gran amor, Shikadai, con quien se sintió felíz después de tantos años, ya que él lo valoraba como solo su.madre y Boruto solían hacerlo.
Shikadai había logrado que él vuelva a sentirse vivo al ver que valía la pena respirar. En verdad Boris lo amaba tanto, que empezaba a creer que todo era un sueño. Pero pronto ese sueño se transformó en pesadilla.
Shikadai, su amado príncipe, de la nada cambió con él y de la noche a la mañana se volvió en un horrible monstruo aristócrata.
Con él, Boris aprendió que los aristócratas solo se amaban entre ellos considerando al resto plebellos y esclavos.
Shikadai dejó de ser el tierno novio que solo vivía para hacerlo felíz y se transformó en el monstruoso ser que se deleitaba torturandolo física, mental y emocionalmente.
Boris nunca supo qué fue lo que hizo a alguien tan tierno y dulce, como solía ser Shikadai, comvertirse en un horrible monstruo. El rubio lloraba a más no poder al comprender ahora la verdad.
Menma Namikage. Ese maldito le hubo arrebatado a su madre, a Shikadai y ahora a su gran amigo Boruto. Encima se enteraba que era su padre biológico. ¿Esa basura? Aquello era demasiado. Boris no podíia más.
Cuando creyó que podía empezar de nuevo, que podía volver a confiar en un aristócrata, cuando creyó que volvería a experimentar el amor y poder ser psiquiatra, lo que tanto deseaba ser....el maldito de Menma tenía que regresar solo para arruinar su vida una vez más.
Boris respiró profundo. Debía serenarse, tenía que pensar en Shinki. Él lo necesitaba y su deber era curarlo. Luego podría....abandonarlo todo de una vez. Boris cerró con pesar sus ojos.
Se lavó la cara y tras asegurarse de que se veía bien, se colocó la bata blanca y salió de la habitación. Vió a shinki en la sala de estar junto al resto de los pacintes.
El pelirojo sufría a más no poder al verse encerrado allí junto a esa gente. Boris sabía que eso era buena señal. Se le acercó y Shinki lo abrazó con fuerza.
—Boris sacame de aquí por dios. No soporto más. — Tranquilo Shinki, ya casi estás bien. Saldrás más pronto de lo que te imaginas amigo.
Shinki lo contempló en silencio, no era ningún tonto. Podía notar la infinita tristeza que Boris sentía. El pelirojo tomó la mano derecha del rubio entre las suyas.
— No estás nada bien Boris ¿qué sucede?— Ahora solo importas tú, cuando estés fuera de éste horrible lugar te lo contaré.
Ambos pasaron un par de horas conversando hasta que Shinki fue llevado al jardín a respirar el aire fresco. En esos momentos Shikadai era conducido hacia ellos por el director del lugar.
Boris se puso tenso y no pudo evitar sujetar a Shinki con fuerza. El pelirojo lo supo en ese momento. Boris sentía miedo de su primo Shikadai quien los miraba con su acostumbrada sonrisa burlista.
— Boris, el primo hermano de Shinki exige hablar contigo sobre el progreso de su primo. — ¿Qué demonios haces aquí Shikadai? ¡Vete! — explotó Shinki
— Como verás amigo mío, Boris no es un buen profesional — decía Shikadai al director — Me preocupa mi primo.
— Calma Shinki, ven conmigo — le dijo Boris pero al querer irse el director llamó a una enfermera para que conduciera al paciente al jardin ya que Boris debía permanecer junto a Shikadai porque éste último quería hablarle en privado.
Boris no tuvo opciones, al quedar solo con Shikadai éste lo sujetó con fuerza del brazo derecho y practicamente lo arrastró con él a un sector aislado de todos. Pero Shinki no les perdió mirada.
El pelirojo sentía impulsos de arrojarse al cuello del odioso de su primo, para alejarlo de Boris quien se veía aterrado.
Shikadai empujó con violencia al rubio contra la pared. El pelinegro se regocijaba al ver al rubio asustando e indefenso.
— Shikadai...—¡Callate! —¡No! ¡Vete de mi vida!
— Ya quisieras ¿cierto? Desearias que me aleje al fin de tí, para que te aproveches de mi primo Shura.— Solo dejame en paz. Maldito aristócrata. — Habló el que tiene a un padre que pertenece a los aristócratas.
Aquello en verdad le dolía, le hacia sangrar el alma ya que Menma le hubo arrebatado todo lo que le importaba. Él no se consideraba hijo de esa basura.
— No sé de dónde sacaste esa información pero yo nada sabía. Nada. — Si claro, hipócrita.
— En verdad te amaba Shikadai, te amaba. — Mentira, todo lo tuyo es una vulgar y estúpida mentira Boris. Fuí yo quien eligió amarte y confiar en tí. Pero te descubrí y aprendí que la basura nunca dejará de ser basura.
Shikadai golpeó a Boris en la boca del estómago quitandole el aliento y lo sujetó del cuello con dureza presionandolo contra la pared.
— Me vemgaré de tí Boris, te crees muy listo ¿verdad? Pensaste que mi primo Shura te iba a proteger ciegamente, pase lo que pase ¿cierto? Eso te envalentonó al punto de tratarme como un igual o incluso superior a mí. Que iluso fuiste Boris. Nadie conoce a mi primo Shura mejor que yo. Por eso sé lo que te digo. Shura no te protegerá ni nada por el estilo ahora que descubrió que eres hijo de Menma.
Boris intentaba liberarse de su agarre sin lograrlo. En verdad se sentía desesperado, y muy asustado.
— Volverás a mí Boris, te tendré conmigo por siempre y serás mi esclavo sexual personal. Por supuesto que a Shura no le interesará. Diferente sería si se tratase de Shinki pero, te enamoraste del gemelo equivocado. Aunque decir que te enamoraste es demasiado para alguien como tú, alguien que es un hipócrita.
Al soltarlo Boris cayó al suelo tociendo y respirando entrecortado. Sabía que cada palabra de Shikadai era cierta. Por eso si quería evitar ese oscuro destino, sabía que debía desaparecer lo más pronto posible.
Shikadai lo miraba riendo con crueldad. Así era como le gustaba tenerlo, su corazón había muerto cuando Menma en persona le contó que Boris era hijo suyo dándole las pruebas de sangre para convencerlo.
"Mi hijo solo te está usando Shikadai. Solo desea tu dinero, como yo deseaba cuando fingí estar enamorado de Gaara"
Shikadai nunca más fue el mismo desde entonces. Nunca más. Recordaba que instantes antes había comprado los anillos para proponerle matrimonio Boris.
Iluso total. Cuando Menma se alejó, Shikadai arrojó los anillos a la basura y con ellos su corazón. Boris le había mentido y él incluso se había enfrentado a su propia madre por amor a ese hermoso rubio que solo buscaba su dinero.
— Eres un monstruo Shikadai — le decía Boris desde el suelo dolorido.— No Boris, el monstruo eres tú quien destruyó mi corazón.— Encima idiota. Vete — Hasta dentro de muy pronto....exquisito esclavo.
Shikadai se alejó sonriendo feliz mientras Boris quedaba desbastado y desesperado en el suelo. Pensó en Shura pero inmediatamente alejó de su mente al hermoso pelinegro.
Después de todo era primo hermano de Shikadai y in maldito aristócrata más. Con desesperación lloró amargamente. Además seguía dolorido por el golpe recibido.