Nora miró fijamente al viejo Maddy para ver su reacción después de que ella formulara la pregunta.
Nunca confiaría tan fácilmente en las palabras de una persona, así que quiso determinar si decía la verdad a través de su reacción.
Sin embargo, lo que ella no esperaba era que, debido a las quemaduras en la cara del viejo Maddy, este no pudiera hacer ninguna expresión facial. Incluso sus ojos eran demasiado pequeños para que ella pudiera ver algo. Esto hacía que fuera difícil de leer.
El viejo Maddy permaneció callado durante un rato. De repente, preguntó: —¿Gemelos? ¿Trillizos? ¿De qué estás hablando? ¿No has dado a luz solo a una hija?
Según la impresión del viejo Maddy, la hija de la señora a la que servía había regresado y dado a luz a una hija. ¿Cómo podrían haber sido gemelos o trillizos en su lugar?
Al ver la lógica de su respuesta, Nora frunció el ceño: —Tío...