Puedo ver el sol saliendo en el horizonte. El aire a mi alrededor es algo seco, el ambiente está un poco fresco pero dentro de un par de horas de seguro el clima será más cálido.
En mi espalda siento el peso de mi mochila, la cual está repleta de suplementos necesarios para sobrevivir en la intemperie unas 2 semanas.
[Haaa, me cansa levantarme temprano]
[Eres bastante flojo Asriel]
[La madrugada no es mi fuerte...]
Ambos observamos el cielo, hacia al camino que da en dirección sur.
Ha pasado 1 semana desde el incidente con Lavos. Después de tomar la decisión de ir en busca de los espíritus elementales fuimos al cuartel de FODS a informar. Hubo varios comentarios diversos, aunque finalmente aceptaron luego de explicarles que entre quedarse a la espera de que el mundo se arregle solo, o arriesgarnos a buscar una posible solución era mejor que nada.
A pesar de que la mayoría prefería que nos quedáramos en la ciudad y mandar a otro grupo a explorar, cosa que en el fondo prefería en orden de mantener a María a salvo de cualquier conflicto, ella se rehusó y se mantuvo firme en su decisión de acompañarme diciendo que teníamos que ser nosotros. Su fuerte convicción es algo que he llegado a admirar con gran estima, de la misma manera pienso que quedándose a mi lado podré protegerla y de igual forma es la mejor opción para evitar el riesgo de que se revele la verdad sobre sus habilidades curativas.
En todo caso, no niego que el simple hecho de salir me emociona. El contemplar nuevos paisajes es uno de mis pasatiempos favoritos, sobretodo en esta nueva realidad donde nunca se sabe que es lo que nos tendrá el mañana.
Lo siento John, no creo poder mantener la promesa de quedarnos quietos. Se que tú también estás investigando los hechos del día del Apocalipsis, pero simplemente no puedo quedarme sin hacer nada. Espero que nos podamos volver a encontrar pronto.
Tuvimos un par de días para prepararnos para el largo e indefinido viaje y así llegó eventualmente el momento de decir adiós a nuestra casa.
[Es una lastima] dijo María en un suspiro.
[¿Qué cosa?]
[Finalmente pude ser reconocida como segunda al mando en FODS, ya estaban comenzando a tenerme respeto. Que lamentable que tuviéramos que renunciar a nuestros puestos]
[Bueno, fue inevitable. Aun puedes regresar si quieres]
[Ni de broma, esto es mucho más entretenido. Vamos hacia lo desconocido en una aventura para salvar el mundo, somos como los protagonistas que salen de la ciudad inicial. ¡Como en un videojuego!]
[Protagonistas, ¿eh? Eso no suena mal]
Sin tener una idea de donde ir nos dirigiremos al sur, en la misma dirección que vimos a Lavos perderse en la distancia. Quizás nos volvamos a encontrar con él, y ya que tenemos la misma meta podríamos cooperar. El posee mucho más conocimientos que nosotros, su ayuda nos vendría bastante bien.
Y así comienza nuestra nueva historia.
Ambos damos un paso hacia el destino que nos espera.
Gracias por leer el capítulo 12, y el final del volúmen 1 de Unmei to Iu Monogatari. De seguro ha sido un largo viaje, pero finalmente llegamos al fin. De ahora en adelante los arcos serán más argos, a menos por un buen rato. Muchas cosas están pasando que nuestros protagonistas todavía no saben, más encuentros, unas cuantas viejas caras, y más. Nos vemos en el siguiente.