Capítulo 22: Regreso y un luto que guardar
No nos acercamos al río ya que ahora era más peligros, pero ya otro grupo se encargaría de ver e inspeccionar, nos fuimos con calma y volvimos a la muralla, luego de dar el reporte y luego ir a casa para subir las fotos, llegue agotada y con hambre, Alejandro me reclamó en todo el camino que fui imprudente y que debía tener más cuidado.
Cuando me pregunto si antes había practicado gimnasia y decirle que no, su cara fue de un enojo total, accedió a hacer el almuerzo para calmar su ira y yo subir las fotos en el cuarto donde teníamos todos los equipos.
Subí las fotos con hora, indicando que era el terreno X y explicando los animales que se habían logrado ver, su número e indicando si tenían crías o no, luego de eso decidí ayudar a Alejandro hasta que me dijo
Alejandro: ya lo pensé, y yo te entrenare.
Yo: ¿Qué?, espera no insinuaras….
Alejandro: se que serán dinosaurios y no personas a quien te enfrentaras, pero necesitas ser ágil, no sólo es tener buena puntería y ya, debes tener también condición física.
Me explico que no debo estar así por sólo impulsos, tuve suerte de que estuvieran los Alfas y nosotros en parte de nuestro desacuerdo sincronizábamos en algunas cosas, pero tampoco era que debía depender siempre de el.
Accedí sin mucho reclamo, había dado justo en la espina *no quiero depender de el*, luego del almuerzo y darle de comer a Rayas y Gris, decidí distraerme un rato y leer mi correo, mis padres habían respondido con un vídeo; me apure a poner los audífonos y conectarlos y de allí dar play; en el vídeo vi a todos saludarme y agradecer que estaba bien y que le tuviera calma a Alejandro, cuando empezaron a hablar de Héctor los vi dudar y papá con voz firme pero triste dijo
Voz de mi padre: lo lamento Karla, nos separamos de el y por suerte pudimos bajar del barco, habían tiburones y un megalodon golpeado el barco, lo alejo a una buena distancia, y vimos como lo trataba de hundir -respira profundo- pero no creo que Héctor este vivo.
Oía pero no preste atención al resto de la plática de mis familiares, me fui directo a mi habitación y me encerré, no podía pensar en nada, luego de llorar me quedé dormida y al despertarme cambie mi ropa a una camisa negra y un pantalón de ejercicio gris.
Vi que Alejandro estaba despierto y me pregunto si tenía hambre, le dije que no y salí de el apartamento a uno de arriba donde una chica tenía un equipo casi completo de hacer ejercicio, conecte todo y me fui a su habitación y mientras miraba una serie que ella había grabado me puse a hacer ejercicio, no quería pensar en nada.
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