Capítulo 62: CAPITULO 62: LA PÉRDIDA DE UN AMOR
Comienza a anochecer, el viento resopla cada vez con mas humedad.
Fuera de la montaña se encuentran los sobrevivientes de la batalla.
La tristeza inunda sus corazones.
WAPURO y ESU, se mantienen cerca de TOIRE.
INKU, aun doliéndose de sus heridas, aunque recibió la sanación, no se ha recuperado del todo.
OKE, se encuentra a su lado.
NAIFU, UISUKII, NEMU Y KIRO están cerca de la PRINCESA SATORI.
Es tanto el pesar que SATORI Y TOIRE sienten por sus amores perdidos y el dolor de que hayan muerto en severa batalla.
SATORI, se culpa por no haber sabido el legado que vivía en KEKI.
Si ella hubiera sabido antes, de haberle dicho a AISU, de su descendencia, quizá... quizá AISU no hubiera muerto y todo sería diferente.
Tan cierto es que, el quizá, el hubiera no existe.
Su misma debilidad y su poca fe en la reacción que hubiese tenido AISU fué lo que se lo arrebató.
SATORI siente culpa.
Ambos lloran en silencio con una tristeza tan grande que duele verlos.
TOIRE se dice a sí mismo que, si hubiese tenido la fuerza, el poder de haber enfrentado a AISU, KEKI estaría con vida, la vió todo el camino hacia NANEKI, matándose a cada paso.
Esforzándose por ser fuerte para los demás.
El siente culpa por estar tan confiado, de alguna manera estaba a gusto porque sabía que ella era fuerte, de alguna manera todos dependieron de ella mas de lo que deberían haber dependido.
WAPURO se acerca a consolar a TOIRE, ella y ESU han terminado de sanar a todos los demás, los golpes y fracturas las han sanado y el dolor corporal es tolerable, sólo falta por sanar a TOIRE.
Mientras aplica la sanación, WAPURO le habla con voz suave.
Le advierte que, lo que le dirá no lo hará sentirse mejor, pero, de alguna manera entenderá porqué sucedieron, así las cosas.
TOIRE sigue con la cabeza baja.
WAPURO le confía que, debe saber que, KEKI, ya no usaba su poder nato desde antes de llegar a NANEKI.
TOIRE hace una pausa y pone atención, con la mirada fija en el suelo.
WAPURO prosigue, ella explica que KEKI usaba si poder vital.
Es de saberse que los niños de CHOSEN que, nacen de aldeas vecinas o lejanas, si llegan a nacer con dones, son entrenados rigurosamente bajo las normas de CHOSEN.
Por eso, también está prohibido que, ellos formen familias o piensen tan si quiera en el amor.
La tragedia siempre alcanza a aquellos que violen las reglas.
Conforme ha avanzado lo que saben de KEKI, ella resultó ser hija de dos estrellas, NANEKI Y RYU.
Es por eso que KEKI pudo resistir hasta ahora.
TOIRE mira a WAPURO.
WAPURO continúa hablando, ella exclama que, aun así, ella no pudo escapar al hecho de que, a sus 14 años de edad, se descubrió enamorada (los ojos de TOIRE se cristalizan al comprender que KEKI lo amaba también), eso sucedió en el castillo (TOIRE reacciona), fue cuando perdió su estrella.
ESU abraza a TOIRE.
Ahora TOIRE sabe que él, la presionó tanto que, terminó haciéndola darse cuenta de sus sentimientos por él.
Se siente culpable de hacer que ella, aceptara la idea.
WAPURO le dice que, estaba destinada a perder su poder en 14 días, por eso KEKI tenía prisa por llegar y por eso luchaba con desesperación para seguir avanzando, de llegar a NANEKI.
Hay un silencio general.
Ahora todos entienden la carga que KEKI llevaba día a día.
TOIRE siente que fue él mismo quien llevó a KEKI a su muerte, llora desesperadamente y le pide perdón, la ama.
La desolación cae sobre todos, solo el eco del silencio es la respuesta que recibe TOIRE.
Comienza a llover.
Ninguno tiene ánimos de buscar un refugio temporal, todos continúan sentados en el mismo lugar.
Cuando se ha puesto el sol, el cielo estrellado llena todo el cielo, brindando una leve paz a los corazones heridos.
Casi de manera imperceptible, van apareciendo pequeños rastros de vegetación en todo el valle.
Al cabo de unos minutos, a paso acelerado, de la tierra brota la vegetación, las pequeñas hierbas, creciendo hasta convertirse en árboles.
Tal y como éra en la antigüedad.
LA PRINCESA, ha percibido algo en el cielo, un destello que se esfuma del firmamento.
SATORI, un poco consolada, dice con tristeza y un poco de esperanza que, si alguien ama a un ángel... el milagro de la vida, es posible.
Aquél lugar que, por miles de años fue desértico, se ha convertido en un valle lleno de vida, y el sol resplandece como nunca sobre aquellas tierras.
Esto es asombroso ya que, es de noche.
FIN DE CAPITULO 62
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