Capítulo 2: inicio
❝─ Prefiero una vida llena de rumores de qué soy la querida del atractivo hermano de un vizconde que preparar grandes banquetes a un esposo viejo, senil y nada atractivo, Michael.❞
palabras de jane stirling tras la llegada de su primo, michael stirling, a su casa
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𝐒𝐈𝐍𝐎𝐏𝐒𝐈𝐒 𝐄𝐗𝐓𝐄𝐍𝐃𝐈𝐃𝐀
El honor de Jane Stirling, hija del séptimo conde de Kilmartin, fue manchado por un joven jardinero en el hogar Kilmartin de Escocia, tanto su padre como su hermano prácticamente la querían obligar a casarse con un hombre que le triplicaba su edad para evitar que el honor familiar quedara en la basura. Más, no todos los hombres Stirling pensaban que la joven rubia de, en ese entonces, quince años debía casarse, la esperanza fue traída por el Libertino Alegre, apodo con el cual Michael Stirling se le conocía más, con su propuesta ideal: Nadie debía saber que el honor Stirling fue mancillado, ¿cierto?, entonces nadie debía casarse o comprometerse con Jane.
Los años han pasado siguiendo tal curso de acción que de aquella joven inocente escocesa no había quedado nada para recordarla, ni su acento se hacía presente en las largas veladas organizadas por la alta sociedad a las que la rubia de ahora veintitrés años adoraba ir para presumir los costosos vestidos que su hermano, John, le enviaba cada dos meses junto a las joyas preciosas obsequiadas por su madre desde Escocia a escondidas de su padre George. A pesar de qué la temporada de mil ochocientos catorce era la quinta temporada de la rubia, solo la odiosa hoja de Lady Whistledown llamada Ecos de la Sociedad ha declarado que por las grandes expectativas que tiene la rubia como hija de un conde, podría terminar vistiendo santos; lo que no sabía la más grande cotilla de Londres es que por Jane se casaría hasta con un pobre que la amará y no le importará su condición.
Sumergida en el placer con hombres casados o viudos, Jane termino siendo en dos temporadas el reflejo vivo de su primo Michael en cuanto a escándalos y aventuras, referida como si fuera la mejor de las acompañantes y como su estudio de arte era una maravilla que todo caballero debería visitar para ver el arte de aquella mujer o mejor dicho el arte hecho mujer, dicha reputación la mejor arma de la dulce Jan para disfrutar de la diversión de Londres.
¿Qué pasaría si en uno de esos eventos de arte de la impura dama Stirling terminará por hundir su honor al intimar con Benedict Bridgerton, el que era por ahora el primero en línea de sucesión del titulo de vizconde, sin ningún pudor? ¿La imagen de mujer imposible que Lady Whistledown pintó de ella cambiaria a una mujer sin honor que disfruta el lujo de ser la querida de un Bridgerton?
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