Creanlo o no, no muchas familias van al cine en navidad y bueno a pesar de que preferí pasarla solo, no me siento así. La compañia de la poca gente que hay en el cine y de mis compañeros de trabajo me ayudan bastante. Así es, trabajo en un cine.
Cada semana se rolan turnos, es decir que si la semana pasada me tocó dulcería, ésta semana me tocará en la sección de cafés o "Postres" Y la próxima me tocará en taquilla. Así sucesivamente. Y ésta semana me tocó en la sección de postres, hay menos gente que en cualquiera de las otras secciones. No me quejo, al menos puedo hacerme un café y tomarmelo tranquilamente. Que es lo que estoy haciendo ahora.
—¿Me sirves uno a mi también?— me preguntó la chica con una sonrisa amigable.
—No, no quiero— respondí con una sonrisa muy similar a la suya.
—Por favor, Sam. Tuve una noche pesada ayer y no pude dormir mucho— rogó la chica.
—Bueno, te servire uno, pero te costará el doble.— comenté, intentando parecer serio.
—¿Cuánto es el doble de cero?— me preguntó, con una pequeña sonrisa, simulando ser una niña pequeña. Me di cuenta de lo que había dicho, rayos. Somos empleados y el café que yo estoy bebiendo y el que ella bebera es gratis.
—Dejémoslo así, me callaste— solté una pequeña risa mientras le servía su café. Para después entregárselo.
—Gracias, eres un amor.—tomó el café con una mano y con la otra mi mejilla para después apretarla, me quejé y me solté de su agarre.
—Bianey, ya te dije que no hagas eso, es raro— le reclame en voz baja.
—Uy, perdóneme, señorita.— dijo para después soltar una pequeña risa. Ambos miramos el lugar. Estába solo, tal vez una persona o dos, pero ni una más. —Éste lugar está desierto.— me dijo para después mirarme y abrazarme. —Por cierto, Feliz navidad— correspondi el abrazo y segundos después nos separamos.
—Gracias, igual a ti.— dije para después seguir observando el lugar y después ver la cartelera. —Ésta semana no hay ningún estreno destacable, es por eso que no hay gente.— le dije. Ella asintió mientras bebía su café.
—Cierto, una u otra película si valen la pena, pero el resto es... Ufff— hizo una mueca. Pero tenía razón, no había películas buenas ésta semana. Las habíamos visto todas y ninguna era destacable. Escuché que empezó a sonar "Rain no me" De Lady Gaga y Ariana Grande. Muy bajo, era el ambiente del cine. El gerente tenía buen gusto y nos dejaba a veces poner nuestra música, claro siempre y cuando no fuera vulgar o algo similar. Caminé dentro del pequeño local de café buscando más vasos para ordenarlos por su respectivo tamaño, mientras que Bianey solo veía el panorama. —Oye, Romeo, grupo de chicas lindas en taquilla.— ¿Me llamó Romeo?.
—¿Romeo?— me acerqué a ella con los vasos en mano. Pude ver el grupo al que se refería y si, algunas eran bonitas. Pero...
—¿Crees que alguna venga por un café?— me preguntó emocionada, siempre que hay chicas se emociona, piensa que sería bueno para mi que una chica entrara en mi vida y la "Alegrara un poco".
—No lo se, pero yo estoy muy ocupado— dije señalando los vasos que empecé a ordenar. Sentí la mirada de desaprobación en mi nuca.
—Por favor, Sam. Ya han pasado ocho meses, ¿Sigues esperando que vuelva?— me preguntó, podía sentir que estába un poco molesta. —Ella ya no está, seguramente ya se ha metido con una docena de chicos.—
—Ella no es así.— le interrumpí.
—No importa, Sam. Ya pensaste demasiado en ella, es molesto.— se quejó. —¿Por qué se te es tan difícil al menos hablar con otra mujer que no sea yo o ella?— me preguntó.
—Simplemente no me siento listo, aún no. Estámos a una semana de finalizar éste estúpido año y con ello, el ciclo con Kate también.— dije serio. Seguro de lo que estába diciendo, yo también estába cansado de sentirme mal por ella. De no sentirme libre, como ella posiblemente se sienta ahora.
—¿Planeas cerrar ese ciclo la semana entrante?— me preguntó, parecía sorprendida. Solo asenti. —Ya era hora. Y... Tranquilo, todo será mejor, ya verás. Su estado de ánimo cambió completamente, me dió pequeñas palmaditas en la espalda.
—Gracias.— le agradecí, para después mirarla, usaba lentes, causando que sus lindos ojos no se notaran mucho, era un poco más baja que yo. Bianey había sido una gran compañera desde que entré a trabajar aquí, nos pusieron juntos y ahora tenemos que rolar puestos juntos. El grupo de chicas entró a su sala, donde verían la película. —Al parecer no querían café— le dije.
—Rayos, había una muy bonita.— se quejó para después hacer una mueca. —Maldito Noah, siempre que está en taquilla le tocan las chicas bonitas.— bromeó, ambos miramos a nuestro amigo en taquilla. El nos miró también, sonrió y asintió. Correspondimos el saludo. Bianey me quitó unos cuantos vasos para después empezar a acomodarlos.
Al ritmo de "WildFlower" De 5 seconds of summer, caminaba con dirección a mi casa, el día de hoy había sido muy poco divertido, de no ser por Bianey, hubiera sido un velorio. Entré a la casa y me dejé caer en el sofá, encendi la TV y ví la programación de cada canal, docenas de películas navideñas en cada canal. Tomé el móvil y entré a Facebook. Nuevamente una publicación de ella, había compartido algo que era atractivo de un hombre. Algo que a mi siempre se me hizo ridículo.
Sé lo que me dirán, ¿Por qué no simplemente la bloqueas de tus redes?
Simplemente no me siento capaz de alejarme completamente de ella, tal vez si lo haga, pero aún no. Si quiero tolerar el dolor, me tienen que golpear muy fuerte. Y ya casi lo domino. Creo. Preparé mi cena, sentado en la mesa, en completa paz y tranquilidad, me sentía bien, sin pensar en nada importante o sin pensar en Kate.