¿Qué es lo más importante para un hombre… para una persona en su vida?, ¿bienes materiales? ¿Acaso tener una carrera profesional?¿ Juventud o sabiduría?.
Si bien cada uno de estos es un bien precioso que todo ser humano persigue o anhela, aun así existe algo más importante que excede el valor inclusive de la propia vida, mientras que para algunos esto es algo sin una pizca de valor y no la aprecian cuando la tienen, la mayoría de quienes no la tienen solo pueden recordar con pesar lo que era estar cerca de aquellos que amaban, su familia.
Carlos Aldinos Cazaravia era uno de estos últimos, cuando era joven había perdido a su familia bajo circunstancias trágicas y el odio había consumido los anhelos de su vida mas no su razón, pues con cabeza fría supo medir sus debilidades y las fortalezas de aquellos que le habían arrebatado a sus seres queridos, así por más de 17 años había perseguido la venganza consumiendo su juventud, dedicando su sabiduría, gastando hasta el último centavo de sus bienes materiales y muchas veces poniendo su salud en juego con el último fin de ver a los culpables de la muerte de su familia en un charco de sangre.
Ahora con 34 años de edad y habiendo cumplido este fin, no sabía si estar agradecido de estar con vida, todo lo había sacrificado con tal de eliminar a el grupo delictivo que había acribillado la casa de sus padres durante una reunión familiar solo por el hecho de que su padre era Comandante de Policía en el Norte del País donde vivía, la muerte de un hombre responsable y honorable solo había sido otra nota roja periodística más para muchos, una noticia entre los cruentos baños de sangre que sucedían a diario en esta región del mundo que parecía desconectada de su vecino del norte en cuanto a seguridad personal e indice de vida.
"Que es lo que me queda por hacer? Formar mi propia familia no es que sea una opción, hehe, con la cantidad de enemigos que tengo y la recompensa por 15 millones de dólares por mi cabeza, eso es imposible, pensé que después de matar a cada uno de esos bastardos tendría un poco de alivio, pero… jamás note que sin un propósito por el cual esté dispuesto a arrojar todo de mí, mi vida y persona no tiene mucho de un valor" Carlos sostenía su adolorida pierna mientras cambiaba la sintonía del radio en la camioneta sin poder recibir una señal, en el desierto era difícil el poder estar conectado.
"Uh?... en un lugar tan perdido como este no creo que alguien venga a preparar una barbacoa, supongo que no debería meterme más en este tipo de asuntos pero… no es como que tenga miedo a lo que me pase, quizás solo deba de seguir hasta el último con esta violencia que ha impregnado mi ser" Carlos dejo su adolorida pierna para sostener una pistola M1911 frente al volante y dirigió el carro hacia la columna de humo que se erigía en la distancia.
Carlos no tenía más planes por delante de su vida, el haber ejecutado a 22 personas de forma planeada y dirigida metodicamente había dejado rastros en forma de viejas heridas por todo su cuerpo, el entrenamiento militar que había recibido por más de 10 años y las incursiones en territorio enemigo rodeado de civiles también le habían dañado y con los años estas heridas escondidas no harían más que hacerse más presentes, pero aun mas que cualquier daño fisico, mentalmente estaba cansado y sin animos de despertar al dia siguiente, su cometido estaba hecho y el ardiente odio que le habia motivado en su pecho solo eran cenizas.
…..
"Jhonas, estas seguro de que debemos eliminarlos rápido? Tiene mucho que no he podido realizar una ejecución lenta, jeje, si me das al menos 10 minutos con ellos estoy seguro que podre averiguar el paradero de los químicos para la Meta"
A unos kilómetros de distancia de donde Carlos estaba un grupo de hombres armados miraba con un enfermizo gozo como sus víctimas estaban petrificadas ante el horror de ver arder a uno de sus compañeros que habían sido enviados como expertos químicos a una nueva planta en el país vecino del sur de la gran aguila calva de la libertad, se suponía que tendrían 2 carros escoltas armados pero estos no habían sido rivales para el grupo de sicarios los cuales tenían una superioridad armamentística y en número.
El que había hablado era conocido como 'el Zapatón' o 'Big Shoe' porque tenía pies chicos pero a aquellos que torturaba solía desmantelarlos a partir de los dedos del pie y su nivel de maestría era tal que podía mantener vivos a sus víctimas por horas, era un talento dantesco y algo que ningún ser humano debería de dominar, sin embargo el mundo era así de cruel y la crueldad humana era infinita.
Frente a él estaba la obra de su actual líder del grupo Jhonas, este solía ser bastante mal humorado y no se llevaba bien con nadie, pero su talento para hacer uso de los demás y su buena apariencia le había llevado hasta donde estaba como un ejecutivo operacional de su grupo criminal.
Por obra de arte, este se era referia a un pobre hombre de más de 50 años de edad que ardía y ya había perdido cualquier habilidad de siquiera gritar, este hombre ya había pasado el umbral de poder ser salvado y seguir con vida, todo lo que quedaba era el horrido acto de torturar mentalmente a las demás victimas con su futuro próximo, incluso si Jhonas les prometía el matarles con una bala sería una oferta que sería difícil de rechazar para ellos.
"hagamos las cosas rápido, a diferencia de tipos sanguinarios y sin clase como tú, yo soy un hombre ocupado y con clase, sirve que puedes regresar al Bar donde sueles pasar el día, además no somos tan conocidos como para siquiera tenga que escuchar tus sugerencias, el único que tiene ese derecho es el líder, ahora, interroga rápido a los sujetos y encárgate de ellos, regresare al coche, no soporte este maldito sol" Jhonas se acomodó el saco mientras limpiaba el sudor de sus muñecas sin inmutarse más por el moribundo hombre que había fallecido bajo su orden.
"… bien" El zapatón sonrió de manera amplia y solo dijo esto, era más que seguro que las palabras ofensivas de Jhonas no habían sido pasadas por alto, pero Zapatón no era un tipo tonto y sabía que si hacia algo a Jhonas que tenía una fuerte relación con el jefe, de ahi en adelante no la pasaria para nada bien.
Sin decir más Jhonas hizo por subir al auto pero en eso, el zapatón miro un tenue reflejo entre las rocas a unos cientos de metros de distancia, su mente proceso esto rápido y sabía que no tenía mucho tiempo para reaccionar, quien fuera que les hubiera seguido y estuviera armado no sería una persona sencilla, quizás podría ser el reflejo de alguna botella, pero su intuición le decía que la muerte se aproximaba.
Los reflejos forjados al filo de la muerte era lo que le habían mantenido con vida, mientras se tiraba al piso y guardaba silencio sonrió maliciosamente hacia Jhonas que era el objetivo más notorio entre ellos.
'kukuku, te lo mereces bastardo pomposo uhh…'Zapatón pensó para sí pero el ruido de un impacto y la sensacion de un golpe en su vientre le regreso en sí.
Bang!
"Uh… Uhhh!?" el Zapatón se sorprendió al ver un agujero del tamaño de un puño en su estómago.
"tírense al piso!!, al piso dije!!" el grito del subcomandante del grupo se escuchó y pronto los sicarios se pusieron a cubierto pero no sin antes el repetido sonido de 3 disparos más que con cada tiro sesgaron la vida de los sicarios incluso antes de escuchar la detonacion del arma.
Bang! Bang! Bang!
3 disparos más sonaron y el silencio reino en la explanada donde los sicarios se encontraban, algunos tipos que habían tratado de subir a las camionetas donde tenían las ametralladoras pesadas montadas habían muerto y dejado solo poco menos de 1 decena de sicarios los cuales sabían que sería una dura batalla.
"carajos! Quien nos está disparando? Zapatón?! Donde rayos te encuentras? Acaso no se supone que deberías de protegerme… Zapatón?" Jhonas decía con ira pero al ver por debajo de la camioneta donde estaba tirado como el cuerpo de Zapatón se relajaba y soltaba sus contenidos internos, solo callo y se percató tardíamente que este se había convertido en un frente de batalla.
"encárguense del maldito tirador! El que me traiga su cabeza le daré 10 millones de pesos y le pagare cualquier gasto que tenga en el Burdel por los siguientes 2 años!" Jhonas dijo movilizando el ánimo de sus hombres pero la respuesta a esto fueron un par de tiros los cuales nuevamente apagaron la vida de 2 de los sicarios.
Las promesas de Jhonas se volvían una broma ante la precisa puntería de un tirador experimentado que no daba el mínimo atisbo de duda incluso cuando aún tenían 5 rehenes más de los cuales Jhonas podia sacar provecho.
El Tirador remojaba sus labios y después de cambiar de posición por 2 vez se lamentaba un poco o más bien bastante el hecho que su PTSD le había guiado hasta este lugar, pues solo portaba un viejo rifle K98 con 2 clips de 5 balas cada uno y las 5 que tenía cargadas y una M1911 que le había acompañado desde el primer tipo que había matado.
"rayos, no se mueven, quieren convertir esto en un combate de resistencia, si tan solo fuera 5 no 2 años más joven podría aguantar por días la sed y el hambre, pero en mi actual estado… sigh, jeje, pero no solo es mi mala fortuna el encontrarme con individuos de su calaña, la suerte es incluso peor para ellos por encontrarse con un desesperado tigre en busca de una muerte digna" Carlos sonrió contento, esto era todo lo que le quedaba como persona.
"Así que intentan usar los rehenes para hacer que salga… una lástima que no soy un héroe para preocuparme por las acciones de sicarios como ustedes" Carlos no se inmuto cuando ejecutaron al primer hombre, ni el segundo o tercero, con gatillo preciso y sus años de experiencia cobro la vida de 1 sicario más y la calma regreso por unos instantes.
Pero cuando la imagen de una joven mujer se vio por la mira, la mente de Carlos se puso en blanco, si bien su mentalidad de combate era dura como el acero, la mujer tenía un cierto parecido a su difunta hermana mayor.
"Beatriz…"
Bang!
Pero a su murmuro lo único que respondió fue el sonido de un disparo y la lejana figura de una mujer que caía en sangre al suelo desértico.
Carlos pudo sentir como la sangre recorría su cuerpo y la presión aumentaba con la ira de ver a la mujer morir, era un odio irracional que le invadía, dejando ir su razón que había contenido por tanto tiempo salto de donde se encontraba y sin cubrirse corrió los 600 metros que le separaban de los sicarios, ignorando el dolor de su pierna y los viejos achaques de su cuerpo, sentía como las articulación rechinaban a marcha forzada como un viejo tanque puesto en acción de nuevo.
Con el ultimo clip de balas cargadas uso sus últimos 4 tiros para amedrentar a los sicarios los cuales tenían un miedo instintivo a la certera precisión de Carlos, gracias a ello estos no vieron como Carlos abandonaba su cobertura hasta que este estaba a menos de 100 metros de distancia de ellos en la explanada, para cuando vieron esto la primera reacción de los sicarios fue levantar sus armas y disparar, mientras Jhonas subía a la camioneta.
Solo 4 quedaban sicarios contando a Jhonas el cual no tenía el mínimo uso en el combate, por lo que Carlos no tenía un panorama tan desalentador, pero aun así, el combatir en desigualdad de numero era difícil, más que difícil era una proeza la cual sin una ventaja geográfica y de sorpresa era difícil superar.
Carlos levanto su pistola y disparo mientras corría, a 70 metros de distancia la puntería de una pistola no era del todo buena, pero la M1911 llevaba más de 10 años en sus manos y Carlos no podía ser más familiar con esta arma que lo había acompañado por la mitad de la vida desde que la habia arrebatado de las frias manos de su primer hombre asesinado en las selvas del sur mientras funcionaba como miembro de la Marina, la habia mantenido en condiciones optimas e incluso los barriles los mandaba a hacer a pedido.
Disparando de manera repetida mato a uno de los sicarios que removía un cadáver de la metralleta pesada sobre la camioneta, pero Carlos alcanzo a recibir un tiro en su brazo derecho, aunque esto no detuvo su ímpetu y continúo avanzando a solo un par de decenas de metros.
Carlos se tiro al suelo y mientras caía disparo, balas pasaron por sobre su cabeza y en un rápido intercambio de tiros con un sicario que tenía un fusil de asalto el salió ganador, dando un certero tiro en la frente del sujeto.
'este ultimo año no me ha hecho perder el toque, cada lección está grabada en mi cuerpo y alma, espero y en su siguiente vida hagan más actos buenos y dios los pueda perdonar, porque yo me encargare de que así sea, de que se reúnan con el creador, viles bestias' Carlos sonrió tristemente al ver el cuerpo de la chica que había dejado de respirar y solo tenía una mirada vacía, aun después de ver cadáveres con muertes más atroces la mirada perdida de la chica le hacía caer en cuenta lo solo que estaba y que cuando el muriera no quedaría nada del más que el resentimiento de sus enemigos, pero por otro lado, era triste que le lloraran a una joven mujer como ella.
Carlos meneo la cabeza, no era tiempo para perderse en sus pensamientos, era algo que cada vez sucedia mas amenudo a medida que su desproposito le afectaba mas y mas.
"una triste vida para vivir la mia, pero no es momento de hablar, no con perros como estos rondando por doquier en este país" Carlos murmuro al cambiar de cargador su pistola y dirigirse al cadáver del primer tipo al que había disparado.
"tomare eso, no es como que lo necesites mucho" Carlos tomo un rifle mp5 de las frías manos de zapatón, pero una sorpresa le esperaba, pues Carlos no era inmune a el intelecto de los demás o a las casualidades del destino.
"kok!, hehe, un viejo lobo como tu va a caer conmigo, nada podría honrarme más que eso, una lástima… el no poder… matar…a m-mas…" Zapatón sonrió histéricamente con su pálido rostro, en su vientre se mostraba la horrida cavidad que la bala había dejado, esta estaba cubierta por la tela de una camiseta de tirantes que anteriormente era blanca ahora manchada de un rojo carmesí.
"…" Carlos no dijo más y sin mirar la herida de su mano derecha atino a levantar su pistola y disparar a quemarropa a Zapatón el cual su vida ya pendía de un hilo.
Bang! Bang!
Un segundo disparo se escuchó pero este no provenía de su arma sino de detrás de el en la camioneta, por un momento había olvidado al cobarde tipo que había hecho por huir sin tener las llaves, pues este tenía chofer y poco más conocía de los vehículos que el darles marcha y dirigirlos.
Carlos sintió una tibia y familiar sensación en el pecho derecho, le habían disparado en el pulmón, tirándose al piso y dando un giro de 180 grados, cayo de manera vertical mientras disparaba las ultimas balas de su pistola, en un segundo intento sostener la mp5 con su mano izquierda pero era inútil pues el corte era profundo y no podía hacer esfuerzo con ella.
"puff… como es que…"Jhonas miro sorprendido al malherido Carlos pero su situación era peor y no termino de decir la frase al desfallecer pues su pecho izquierdo había sido perforado.
"impacto por impacto amigo, así las cosas tienen que ser…" Carlos sostuvo su pecho revisando la herida y sintiendo que se le dificultaba respirar, al ver que no parecía de mucha seriedad suspiro algo pausado.
Todo lo que quedaba de este rápido combate de menos de 10 minutos era un monto de cuerpos y un solo hombre con algunas heridas en su cuerpo.
"no cabe duda que voy en picada, de seguir así probablemente termine en una silla de ruedas en 1 o 2 años, tch, además ese bastardo suertudo logro atinar a mi pecho incluso cuando obviamente era un novato y los demás tenían experiencia, mi cabeza ya no es tan ágil como antaño"
Mirando al cielo mientras encendía un cigarrillo Carlos repaso su vida, su episodio neurótico de depresión y trauma anterior había pasado, mientras que la euforia y adrenalina del combate se apagaba, todo lo que quedaba era un cuerpo exhausto y un vacío que incluso el pensar le era cansado.
"ya no estoy para estos trotes…" Carlos lanzo la colilla del cigarrillo mientras se levantaba del suelo arrugando el ceño por el dolor, pero en eso su nariz se percató de un olor que no había distinguido antes por la sangre y el olor a quemado.
"mierda, es gasolina…" Esas fueron las últimas palabras de Carlos pues en la camioneta donde estaba recargado había contenedores de gasolina usadas para la ejecucion tiradas por doquier donde los sicarios se habían movido en sorpresa a sus disparos, justo al decir esto la colilla que había tirado había tocado el suelo permeado en gasolina y rápidamente una llamarada que lo envolvió todo con una fuerte explosión resonó en la explanada.
Todo lo que quedo del recuerdo de ese día en el desierto fue la osamenta calcinada de Carlos, el Zapatón, Jhonas y los demás.
…
"SHIT!!" con un grito Carlos despertó de su sueño con un fuerte dolor de cabeza y una conciencia alterada pues en el último segundo su mente había ordenado a su cuerpo que escapara pero este no le había respondido, tanto era así que lo primero que dijo al despertar era una majadería en ingles pero que era un icono reconocible como maldición en casi cualquier parte y cultura del mundo.
"porque mi suerte siempre es tan!... donde rayos estoy, además… este cuerpo…" Carlos se sorprendió al no sentir ninguna de las quemaduras provocadas por las llamas, no solo eso, pero podía respirar sin dificultad y la mano que tenía delante de él era más pequeña y delicada, si bien él no era un hombre demasiado grande sus manos estaban curtidas y llenas de cicatrices, completamente diferente a las manos sin un rastro de haber realizado algún trabajo en su vida.
Al ver lo que le rodeaba se sorprendió aún más, pues era una habitación con un fuerte aire asiático y con diferentes objetos con kanjis.
"como es que… puedo entender lo que dice, aun más que eso… porque rayos estoy hablando un idioma como el japonés justo en este mismo momento!?" Carlos no podía tolerar mas esta situación extraña y solo quería dejarse llevar por su instinto, se había reprimido de ello por muchos años, Carlos se levantó de la cama con algo de ira pero no atinaba a lanzar las cosas en la habitación pues buena parte de los muebles y demás objetos estaban hechos polvo…
literalmente eran polvo y algunas que aún tenían forma eran más difíciles de ver pues se encontraban deformadas fuera de cualquier forma reconocible.
Con un fuerte dolor de cabeza camino hacia la puerta y antes de abrir la puerta volteo a su izquierda, allí se encontraba un espejo el cual reflejaba su actual condición física, solo que la imagen que se reflejaba era la de alguien desconocido pero extrañamente familiar, por un segundo su mente proceso la imagen y no solo eso pero un flash de memorias de la vida del chico que se reflejaba en el espejo frente de él.
"eh? Este soy yo?" fue lo único que atino a decir para después decir.
"acaso este no es el villano de Boku No Hero… Overhaul? AH!??" Carlos sostuvo su cabeza al ver una gaza en esta y sentir un torrente de recuerdos que no eran los suyos pero que fluian de manera natural y sin ninguna dificultad en su mente, teniendo estos recuerdos de manera innata, con su mano revertió el daño de la herida y de manera rápida miro como su frente no tenía ninguna herida, era simplemente como si jamás se hubiera herido.
"que algo como esto suceda después de morir de una manera como esa, es bueno y todo pero…¿ por qué tenía que reencarnar en el cuerpo de Chisaki? Además, lo que paso esta mañana a Chisaki se desvía del plot original de la obra" Carlos se dijo a si mismo mientras se sorprendía de la habilidad de Overhaul, simplemente era una fuerza desafiante de los cielos si se usaba de la manera debida.
"Que se supone que haga al reencarnar como un villano?" Carlos regreso a la cama y cerró sus ojos para poder ordenar sus ideas, el cambio de aires era simplemente demasiado grande como para procesarlo en ese instante.
escribo la fan-fic en español por que mi primaria trunca no me da pa' mas, si quieren pasar y leer esta historia que escribo en el calor del momento bienvenidos sean, no habra mucho de un Harem pero posiblemente existan diferentes parejas sentimentales, esten al pendiente de ello.
aldo; no Sistema.