Capítulo 76: Interludio 10 ...
Se podía observar un Ambiente muy diversificado.
Unas montañas tan grandes a lo lejos, que parecían tan altas e imponentes como si de un edificio Rasca-cielos se tratara.
En la pequeña montaña, se podía ver una llanura llena de hierba verde, pero también, hierba azul, y hierba azul oscura.
También se podía ver cómo unos insectos parecidos a las libélulas, oscilaban por doquier.
Parecidos, ya que estos eran seres espirituales.
El lugar desprendía una atmósfera muy mística, e incluso el arroyo que bajaba no muy lejos de la montaña, destellaba con luz dorada.
Un poco más apartado, se podía ver de la misma forma, una... "fila", de pequeños... espíritus, al parecer, que flotaban a pocos metros del suelo mientras avanzaban con discreción, y equilibrio.
*Huuuu*
De pronto, uno de estos pequeños seres, parecidos a unos zorros, pero muy diminutos, cayó hacia el suelo.
Medía menos de 5 centímetros, y si alguna mujer madura lo viera, definitivamente no pensaría mucho antes de secuestrarlo y llevárselo para su casa... por lo "Kawai" que era este pequeño zorro blanco y negro resplandeciente.
Un detalle extraño, o dos detalles extraños, era que el pequeño zorro tenía un color diferente de los demás, o sea, su pequeña cola, era completamente negra, y sobre su lomo había una línea negra que también llegaba a su cabeza, mientras que los demás, eran sólo blancos, y el zorro que guiaba a este grupo de animales pequeños, era dorado.
"..."
El zorro pequeño, con una expresión de dolor, miró hacia su pata, que tenía unas manchas rojas.
Era una herida.
Lejos de hacerle caso a esta situación, la fila de zorros seguía caminando, y se pudo observar algo, de el pequeño zorro dorado que se encontraba liderando al grupo, sus ojos miraron ligeramente al zorro herido con una expresión muy ostentosa, y arrogante, en su pequeño rostro de zorro.
"..."
El zorro blanco y negro, miró la fila que cada vez iba más lejos, y sin saber muy bien que hacer ahora, que no podía moverse, se empezó a lamer la pata que tenía la herida, aunque extrañamente... el movimiento y la sensación que brindaba, eran extremadamente naturales, como si esto lo hubiera hecho ya, varias veces.
...
Pasó el tiempo, y pasaron dos días, el zorro pequeño tenía marcas de suciedad en su rostro, se veía muy débil, y no podía pararse.
Cada vez que lo intentaba, simplemente desfallecía en el suelo.
"Aunnn~"
Aunque el sonido que él emitía, podía parecer diabólicamente adorable, en realidad, era una llamado de ayuda.
Ya no le quedaban fuerzas.
Y el zorrito no podría sobrevivir mucho más por sí solo.
"Aunnn~"
Su voz se iba haciendo más débil, ya que también empezaba a quedarse dormido.
Ya se estaba haciendo de noche, en este lugar, y esto era algo raro, ya que el día había durado dos días, 48 horas, e incluso puede que fuera más.
El zorro entonces, al ver la noche caer, empezó a brillar un poco, y en su raza, esto significa que alguien "lloraba".
Había nacido hace 7 días, y desde entonces, toda su energía había sido drenada día por día, por el tratamiento con el que era recibido por los demás como él, por su raza.
Incluso era inteligente, ya que tenía una memoria retentiva, y podía recordar todo esto.
Estaba cansado, físicamente, y mentalmente.
Empezó a cerrar sus pequeños, finos y delicados ojos.
Esperaba no volver a despertarse.
Y en el momento en que había cerrado completamente sus ojos...
*Cortar*
Se oyó un ruido de rasgo delante de él, instantáneamente, sus adorables orejas se levantaron, y volvió a abrir sus ojos.
Lo que parecía ser una hendidura, estaba manifestándose allí, mientras dentro de ella sólo había oscuridad.
El pequeño zorro, quería huir de allí instantáneamente, pero simplemente no podía casi ni siquiera moverse.
Con sus pequeñas patas, se tapó levemente los ojos, y después de mucho tiempo en silencio, sin sentir absolutamente nada, temerosamente apartó sus patas para ver.
Ya estaba casi completamente sin fuerzas, pero pudo ver una extraña figura, una cosa, que parecía estar sentada, delante de él, mientras lo miraba con dos ojos tan azules Índigos, que parecían azabaches en algún tono.
El zorro simplemente se desmayó mientras brillaba un poco, ni siquiera tenía fuerzas para llorar correctamente.
Pero, antes de que su consciencia fuera absorbida por la oscuridad, pasaron dos cosas.
"Me pregunto... ¿quién podría dañar a un ser tan puro?"
Escuchó una voz, o un sonido de algún lado, que no podía entender, y luego...
Una calidez se extendió por todo su cuerpo, mientras lo hacía sentir muy bien, tanto, que...
"Auuu~"
Gimió un poco, y entonces se quedó completamente inconsciente en un confortable, y cálido sentimiento, que se sentía como si estuviera siendo abrazado.
Era el mejor sentimiento de toda su vida.
Era lo mejor que le había pasado en su muy corta vida, literalmente.
En ese momento, este pequeño espíritu sintió que su destino se cumplió antes de quedarse dormido.
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