Capítulo 138: Nunca la dejaría descansar en paz
Feng Xiang usó su pulgar para frotar el sello y ni siquiera miró hacia arriba cuando dijo: "Ya he anunciado que tomaré una concubina durante la celebración de mi cumpleaños. Si no tomo una, ¿se da cuenta de que me avergonzaré mucho?"
Ya había difundido la noticia de que tomaría una concubina y la celebración de la boda sería en su cumpleaños. Tenía la intención de asegurarse de que Xu Jiayi no pudiera evitar que tomara una concubina después de tener en sus manos el tesoro de la familia Feng.
Con este tesoro, incluso si Xu Jiayi no hubiera tenido un origen humilde, no tendría que desconfiar demasiado de su familia. Pero eran marido y mujer, después de todo, y ella todavía le era útil. No quería que las cosas se pusieran demasiado feas entre ellos.
"Pero querido..." La expresión de Xu Jiayi cambió porque quería decir algo, pero Feng Xiupei tiró de su manga y sacudió la cabeza para decirle que no dijera más.
Dado que habían mencionado tomar una concubina, Feng Xiuyu se llenó de alegría y preguntó: "Así que ya no tengo que aceptar la dote de una concubina, ¿verdad?"
Ahora podría ser transportada en el sedán de bodas principal y casarse con el Gran Hermano Rong con gran fanfarria. Finalmente, podría convertirse en su esposa oficial.
"Por supuesto", respondió Feng Xiang. Seguía mirando el sello en sus manos y su corazón estaba muy emocionado. Estaba a punto de superar al emperador, por lo que un príncipe no era nada para él. De hecho, una vez que llegara al poder, Yu'er incluso podría encontrar un hombre mejor.
"Ahora que Feng Tianlan murió repentinamente, tenemos que rendir cuentas de su muerte al público. Será mejor que corramos la voz rápidamente antes de que lo haga su esclava. Dígales que Feng Tianlan fue capturada y violada varias veces por ladrones. Al final, decidió saltar por el precipicio porque no podía enfrentarse al mundo después de ser humillada".
Feng Xiupei recitó tranquilamente esta historia. Ya lo había pensado cuando encontró el cadáver.
La muerte de Feng Tianlan fue insuficiente para deshacerse del odio en el corazón de Feng Xiupei.
Incluso en la muerte, Feng Xiupei quería que se insultara a Feng Tianlan, que se ridiculizara y se rieran de ella. Entonces, habría tenido una muerte sin valor y nunca podría descansar en paz. Solo entonces Feng Xiupei sentiría que su odio había sido satisfecho.
Feng Xiuyu miró el cadáver en el suelo y sus ojos se llenaron de maldad. "¿Conoces a algún necrofílico? Si es así, deberías enviar a esta puta. Si dices que fue violada, entonces su cuerpo debería mostrar algunos signos".
Cuando pensó en cómo casi se había convertido en la concubina del Gran Hermano Rong, odió a Feng Tianlan hasta los huesos.
"Eso no es necesario. Daré su cuerpo a los perros. Cualquier hueso sobrante se puede quemar y tirar con las heces", respondió Feng Xiupei con voz suave a pesar de sus viles palabras.
Feng Xiang miró preocupado el rostro de Feng Xiupei, que todavía estaba cubierto con un velo. "Pei'er, tu cara ..."
Si este rostro estuviera desfigurado, entonces el futuro emperador del continente Xuantian no se preocuparía por ella.
"No se preocupe, usaré una píldora embellecedora. A su debido tiempo, no quedarán cicatrices". Feng Xiupei se frotó suavemente la cara mientras un destello de ira brillaba en sus ojos. Si Feng Tianlan no hubiera muerto, se habría asegurado de pagarle mil veces por la lesión en su apariencia.
"Entonces, eso es bueno". Lo más importante para una mujer era su rostro, que no podía permitirse ni la más mínima imperfección.
Los pocos discutieron algunas cosas antes de regresar a sus habitaciones. Feng Xiang permaneció en el estudio para examinar cuidadosamente su nuevo tesoro.
Feng Xiupei regresó a su habitación y se sentó frente al espejo de bronce mientras se quitaba lentamente el velo. La inmensa cantidad de diminutas líneas rojas ensangrentadas en su rostro la hacía parecer como si hubiera una enorme telaraña roja en su rostro. Ella se veía aterradora.
"¡Feng Tianlan!" Feng Xiupei apretó los dientes con odio. "Tienes suerte de morir tan rápido. De otra manera…"
De lo contrario, ¡no habría estado satisfecha incluso si hubiera cortado a Feng Tianlan diez mil veces!
Feng Xiupei sacó una píldora embellecedora y la trituró hasta convertirla en polvo antes de mezclarla con su crema humectante y aplicarla en todo el rostro. Mientras hiciera esto durante tres días y no saliera de la casa, su rostro recuperaría su belleza original.
Mientras se aplicaba la crema en la cara, no notó la figura blanca sentada en su techo. Emanaba un aire frío y asesino y miraba con frialdad la luna creciente en el cielo nocturno.
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