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El silencio gobernó la plaza cuando los guerreros de la iglesia rodearon el lugar, incluso Duncan quien tenía una muy alta posición dentro de la ciudad levanto las manos en señal de rendición, después de todo solo un idiota se enfrentaría al Templo sin razón.
"Pero si es la señora Sandra... Aunque no creo que esta situación sea tan importante para que la Jefa del Templo tenga que venir en persona." - Con una sonrisa en su rostro le restó importancia a la situación, todo con esperanza de que esta mujer se retirara lo más rápido que fuera posible.
"Así que una pelea en medio de plaza de la ciudad no es un asunto importante... supongo que si quemara hasta el piso tu gremio tampoco sería importante…" - Las palabras de Sandra consiguieron que Duncan se crispara y aunque su sonrisa no flaqueo decidió mantenerse en silencio. - "Ustedes atrás detallen los sucesos."
"Si me permite… le diré lo que paso..." - Uno de los espectadores se destacó explicando lo acontecido, pronto el rostro de Trish se oscureció cuando noto que Samantha era quien habia iniciado el ataque, pero no podía intervenir ya que la esfera en las manos de Sandra no cambio su color, así que no hubo falsedad.
Unos minutos después de obtener la versión de los espectadores, complemento la información con los testimonios de los guardias dejando al final a los dos implicados principales que eran el esclavista Joe y Samantha quien se encontraba en calma nuevamente.
"He entendido la mayor parte del problema, pero eso no explica porque ha intervenido Sir Duncan, más aún ha intentado asesinar a la joven." - Cuestiono Sandra a Duncan quien aparentemente no tiene motivos para estar presente.
"N-no es así señora, todo esto inicio por la esclava que fue capturada por el señor Duncan." - Antes de que Duncan hablara el esclavista dio un paso al frente y declaro, pero no se dio cuenta que sus palabras borraron la sonrisa de su jefe. - "Esta mujer afirmo que era su esclava y que nuestro líder mintió, por lo tanto, el señor Duncan está en su derecho de interferir."
"¡Basura!" - Exclamo Trish cuando escucho las palabras del esclavista, pero al recibir la mirada de Sandra volvió a guardar silencio, por otro lado, Sandra cambio su mirada hacia la jaula donde habia una Semihumana encadenada, pronto ordeno y sus guerreros la sacaron antes de presentarla ante ella.
"Así que eres tú..." - al ver de cerca la reconoció, pero esto también le trajo algunas dudas ya que se suponía que esta mujer estaría custodiada por el gremio de aventureros hasta que terminara la investigación, además la última vez que la vio, aunque estaba un poco sucia no tenía heridas en su cuerpo... ahora incluso perdió un ojo.
"Es verdaderamente interesante, no sabía que era posible capturar personas dentro de otro gremio y reclamarlas como suyas... ¿tienes algo que decir Duncan?" - la voz se enfrió aún más cuando perdió su cordialidad hacia el hombre que ahora fruncia su seño.
"Mph, es solo una esclava comprada ilegalmente a uno de los miembros de mi gremio, por otro lado, su dueña no se hiso cargo de ella así que por ley se considera abandonada y tengo el derecho de hacerme cargo de ella, ¿o me equivoco?" - cada una de sus palabras estaban llenas de confianza, como si fuera indiscutible su lógica.
"Así que por tu cuenta decidiste ir en contra del consejo y aprovechaste que su dueña estaba en coma para robar su propiedad... lo entiendo claramente..." - no hubo cambios en su tono y esto dejo indefenso a Duncan quien se dio cuenta que no se libraría con facilidad. - "Entiendo la razón del enojo, después de todo tu debes ser Samantha ¿no?... ¿así que dime niña, porque atacaste?"
Mirando altivamente cuestiono a Samantha quien pronto salió de la cobertura de Trish y Grace, enfrentando a Sandra con la mirada no retrocedió a pesar de la presión invisible que parecía querer aplastar su cuerpo.
"Liza me lo explico hace tiempo... si alguien daña a tu esclavo sin tu permiso... se te permite infringirle las mismas heridas." - esas palabras dejaron en shock a la multitud, en especial al esclavista que pronto se puso pálido e incluso Duncan dio un paso adelante como si pretendiera matar a Samantha en su primera oportunidad. - "Es una ley otorgada por los dioses para proteger a los cautivos..."
Sandra asintió de acuerdo antes de girar su mirada hacia los dos más afectados que eran el esclavista y Duncan.
"Tienes algo más que decir o voluntariamente darás un paso al frente para que ella se haga cargo, después de todo esta ley es conocida por cualquier comerciante en el continente... o cierto ¿supongo que tienes el contrato y la compraste legamente?" - con intención de cortarle cualquier escape a los dos hombres le pregunto a Samantha quien solo asintió.
"Entonces Duncan da un paso al frente…" - cuando se preparaba para continuar sus palabras Duncan la interrumpió riéndose alegremente.
"Jajaja, lo lamento Sandra, pero esta ley implica que el dueño debe herir a quien provoco las heridas y ese no he sido yo, además incluso si lo hiciera ella no tiene la fuerza para herirme ya que la ley no prohíbe defenderme." - se burlaba tranquilamente y aunque ofendió a personas poderosas el no cree que ellas se arriesguen yendo contra el solo por una esclava.
"Pero no vas a negar que has sido tu quien lo ordeno, ¿verdad?" - Sandra volvió a preguntar aun sin cambiar su expresión.
"Mmm, así es... fui quien dio la orden de castigar a la perra que se atrevió a escupirme." - la arrogancia arraigada en este hombre se mostró cuando una expresión maliciosa apareció dejando en claro su verdadera personalidad, esto causo que los espectadores retrocedieran con temor.
"Tienes razón, ella no tiene la fuerza para dañarte... por eso lo hare yo." - desde la multitud se escuchó una voz fría, esta helo la sangre de los presentes a un nivel mayor que el de Sandra, incluso Trish y Grace se pusieron pálidos por la intención de matar liberada.
"¿Q-quién eres?" - cuestiono Duncan levantando su guardia, un momento después se quedó sin palabras al presenciar a una mujer saliendo de la multitud... ella tenía un atuendo ligero que consistía en una falda negra y una blusa blanca, como si hubiera salido de compras cuando se topó con la pelea.
Pero lo que realmente causaba miedo era la larga lanza roja que sostuvo con su mano derecha, sin duda un arma que media más de 2 metros y daba la impresión de poder perforar cualquier cosa con facilidad, esta mujer era Liza quien dormía pacíficamente un tiempo atrás.
"Ya que fuiste tan audaz como para atacar a mi mujer.... espero que te hayas preparado para las consecuencias." - después de hablar y sin darle tiempo de responder un destello rojo paso ante la vista de todos, Duncan salto hacia atrás pensando en escapar cuando vio como una punta afilada apareció ante sus ojos.
"¡¡Agh!!" - la sangre salpico cuando Duncan cayó al suelo sosteniendo su rostro, a solo unos pasos de distancia Liza estaba parada con tranquilidad como si no fuera ella la causante de tal daño, aparte de Sandra ninguno de los presentes vio como Liza realizo su ataque.
"¡Perra! ¡te matare!" - con odio Duncan se preparó para atacar cuando sintió el frio filo del arma de Liza contra su garganta, el odio pronto fue reemplazado por miedo, pero eso no detuvo a Liza cuando preparo su arma y dio un rápido golpe...
Ese día murió un hombre.
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Después de que finalizo la pelea los presentes se trasladaron al Templo de Athena donde algunas sanadoras se habían llevado a Bella para curar sus heridas, por otro lado, en la oficina de la Sacerdotisa Principal Sandra 5 mujeres hablaban sobre lo sucedido.
Esta Oficina estaba equipada con múltiples objetos y muebles revelando lo que es el principal lugar de trabajo para Sandra quien se encontraba en el centro de la sala, ahí estaba sentada frente a un amplio escritorio con algunos documentos desordenados sin embargo su mirada estaba centrada en otra figura quien se encontraba delante de ella.
"Sigh. creo que has sido un poco precipitada." - Comento Sandra mientras desviaba la mirada de Liza quien estaba tranquilamente sentada en un sofá amplio al fondo de la habitación.
Trish y Grace asintieron a las palabras de Sandra, al final incluso si eran despiadadas la escena que vieron les helo la sangre...
"Era necesario que conociera su lugar." - comento Samantha quien era la principal causante de todo este desastre, aunque a diferencia de sus duras palabras su rostro estaba sonrojado y evitaba la mirada de las otras chicas.
"Mmm señorita Liza, me pregunto si... ¿ha tenido tiempo de leer el mensaje que le enviamos?" - Grace trato de salir de la incómoda atmosfera cambiando el Tema.
"Mmm ¿hablas del Lich?" - por primera vez desde que entraron a la habituación Liza hablo con ellas, por otro lado, Samantha fue la más feliz ya que esto detuvo las manos de Liza que se movían constantemente.
Toc... Toc... Toc.... el repentino sonido detuvo la conversación, pronto al no recibir respuesta una mujer entro a la habitación... por su atuendo uno podría decir que era una sanadora.
"Mis disculpas hermana, pero tal como me ordeno he terminado el tratamiento de la mujer, actualmente se encuentra esperando en la sala principal." - Cuando giro su visión por la sala se sorprendió ante la extraña vista.
Ya que en el sofá al fondo se encontraba Liza quien era ampliamente conocida y en sus piernas acurrucada estaba Samantha.... Liza se concentraba en acariciarla suavemente como si fuera la cosa más preciada del mundo y no quisiera desperdiciar un momento.
Samantha por su parte estaba sonrojada y avergonzada mientras intentaba ocultar su rostro de los demás.
"M-me disculpo..." - con esas palabras la mujer salió rápidamente sin olvidar cerrar la puerta como si fingiera no haber visto nada.
"Liza... necesito ir a ver a Bella y tu aun tienes que hablar con ellas... Liza... deja de asentir y suéltame, prometo que no voy a escapar de nuevo... en la noche iré contigo..." - Después de persuadirla durante unos minutos, Samantha logro ser liberada y antes de que Liza se arrepintiera ella corrió hacia la salida sin despedirse de los demás.
"Sigh. Esa chica se enfrentó a mi sin titubear... pero frente a ti se vuelve como un pequeño cachorro." - Expreso Sandra hacia Liza quien aún observaba la puerta por donde salió Samantha.
"¿qué es lo que planean?" - como si sus acciones anteriores fueran mentira, Liza mantuvo su expresión sin cambios antes de fijar su mirada en las tres mujeres frente a ella.
Sus ojos cambiaron por un segundo igualándose a los de los reptiles... antes de volver a la normalidad.
Las tres mujeres mostraron una expresión firme antes de comenzar la conversación.
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PV: Samantha
Quizás me equivoque, pensé mientras caminaba por los pasillos del Templo... ya han pasado unos minutos y no he sido capaz de encontrar la sala principal, peor aún no hay una sola alma a la que pueda pedirle orientación...
a pesar de ello mi arrepentimiento no se refería a mi desorientada situación, sino al hecho de que salí de la habitación de Liza dejando solo un dibujo... aunque creo que fue bastante descriptivo...
"Sigh. tengo un poco de miedo de quedarme sola con ella." - deje salir mis sentimientos pensando en que Liza me retendrá de nuevo.
No fue hasta pasada media hora cuando finalmente llegué a la sala principal donde para mi sorpresa encontré a Bella de rodillas disculpándose y ante ella un hombre estaba parado alzando su mano.
"Clash" - una fuerte bofetada golpeo a Bella provocando que cayera al suelo, me quede en shock sin entender la situación... como después de irme durante unos minutos la situación se volvió así.
"Jajajaja sucia orco... la próxima vez que te de una orden deberías cumplirla sin discutir." - El hombre se burló alegremente, mientras que sus seguidores parados tras el siguieron su ejemplo y se burlaron de Bella quien intentaba levantarse.
"¡Bella!" - sin pensar corrí hasta llegar a su lado, pronto rodee su cintura con mis brazos y la ayude a reincorporarse. - "¿Estas herida?"
Examine su cuerpo buscando una lesión, pero aparte de su ojo perdido solo tenía un pequeño moretón en su mejilla.
"M-maestra... y-yo lamento no..." - cuando me reconoció trato de arrodillarse de nuevo, pero la detuve, su voz se habia quebrado y su cuerpo temblaba... no pode imaginar el sufrimiento que paso estos días.
"Está bien... estoy contigo así que no necesitas preocuparte..." - la consolé suavemente para tranquilizarla, pronto dio resultado cuando ella se separó de mí y se paró tímidamente a mi lado.
"Qué asco... no puedo creer que haya conocido a dos bestias queriendo aparearse el día de hoy." - la voz del hombre me provoco disgusto y enojo.
"Y ¿tú eres?" - dándole una mirada de reojo pregunte.
"Tch. perra insolente, yo soy el joven maestro August." - Exclamo como si esperara que yo conociera su nombre.
"Muy bien August... ¿me dirás porque la has golpeado?" - lo cuestioné pensando en que era la segunda vez el día de hoy que algo así pasaba... y solo ayer estuve en coma... es que acaso tengo mala suerte.
"Mph. no tengo porque responderte." - rechazo mis palabras con una frase.
"M-maestra el me ordeno que lamiera sus zapatos... pero yo solo puedo seguir los comandos de la maestra." - respondió Bella con la cabeza gacha...
"Bang" con un revés golpee la cara del sujeto lanzándolo al piso...
"Ack" - escupió sangre y algunos dientes cuando intento pararse...
"La próxima vez que tengas una idea sobre ella te permitiré pasar por lo mismo que Duncan..." - Declare fríamente cuando sus seguidores se tensaron y el miedo apareció en la mirada de los presentes.
"Voy a cortar tu pene."