¿Cuántos días habían pasado?
Érica que estaba ocultándose en una grieta viendo una patrulla de dragones orientales volar en medio del acantilado de mayor tamaño, no sabía la respuesta.
Había estado huyendo y escondiéndose con Sasha durante un par de días y el estrés de ocultarse y el peligro estaban poniendo sus nervios al límite.
Como si fuera poco no había encontrado a nadie más de su grupo y eso la estaba estresando demasiado hasta el punto de que algunas veces aparecían dudas en su mente sobre si lograría escapar y cada vez que aparecían, Érica las suprimía.
No era tan débil como para asustarse y que sus nervios sacaran lo peor de ella y esta vez, al igual que todas las otras veces que salió a explorar, esperó que los dragones que parecían serpientes se fueran y ella salió de la grieta volando en entre el acantilado y luego se metió a otra grieta y se adentró en el interior.
Ella no había dejado estos acantilados y se había quedado cerca de donde fueron emboscados y lo hizo para comprobar si alguno de sus compañeros seguía vivo, pero también se quedó aquí, ya que los dragones orientales priorizaban el exterior y no la zona interna de los acantilados.
Volando metiéndose entre las grietas más pequeñas y luego por un túnel, ella se detuvo a mitad de camino en donde vio una marca en la pared y usando la varita de magia de tierra, movió la pared enterrándola en el suelo y se adentró a la cueva artificial que ella había creado.
En el interior estaba instalada una carpa pequeña y estaba rodeada de círculos mágicos de todo tipo que ella había grabado en las paredes de piedra.
Tales círculos mágicos la ocultaban perfectamente de cualquier explorador, incluso de un rango SS como lo era ese dragón oriental.
Érica luego de comprobar que la entrada estaba bien sellada, se movió para comprobar todos los círculos mágicos, chequeando que estuvieran funcionando.
"Están bien, los he comprobado."
Ella escuchó una voz a su espalda justo cuando estaba verificando el último círculo mágico y se giró, viendo que en la entrada estaba Sasha todavía pálida sosteniéndose el estómago.
"Deberías estar en cama y no salir a caminar." Dijo Érica en un tono serio.
Sasha era joven y su piel blanca estaba pálida, mientras que su cabello rubio enrulado echo un desastre y el brillo celeste en sus ojos era débil… Incluso a pesar de que había pasado un tiempo, su compañera no se recuperaba y probablemente no lo haría por su cuenta.
Había perdido parte de sus órganos y la única razón por la cual se mantenía con vida era por los artefactos que usaba y que se encargaban de vitalizar el cuerpo y cumplir las funciones de algunos órganos perdidos.
Sasha había terminado con el estómago hecho un desastre y si bien la piel se había regenerado, su interior seguía siendo un desastre vacío y ella no podía hacer nada, simplemente depender de los artefactos.
"Yo… Quería ser útil." Respondió Sasha en voz baja.
¿Había sido su tono tan serio? La respuesta de Sasha fue débil y llevaba una sensación de disculpa como si hubiera cometido un error.
Era algo raro, ya que Sasha siempre le había parecido alguien seria y solemne, que no parecía débil, pero era normal que las circunstancias debilitaran la confianza de cualquiera.
"Entiendo. Gracias por revisar. Es bueno darle una segunda comprobación." Respondió Érica y al acercarse dio una sonrisa, instó. "Ven, vamos a dentro."
Ella caminó y se adentró a la pequeña carpa y en el interior sonrió al sentir el aire refrescante.
La carpa en el exterior se veía pequeña y estaba diseñada para ser instalada en un espacio cerrado como una cueva y pasar desapercibido, pero el interior era bastante grande.
La sala-comedor tenía en una esquina sillones con el televisor y cerca estaba una pequeña mesa, mientras que en el centro tenía una mesa de mando y en la otra esquina estaban tres drones triangulares de un metro pegados al suelo.
"La segunda ronda de cultivo ha sido cosechada y almacenada. La energía permanece estable y las baterías extras en máxima capacidad."
Érica se acercó a los drones y luego la inteligencia artificial que Andrés le había dado le informó de la situación dentro de los drones.
Estos drones tenían un espacio interno en el cual existía un invernadero y era ahí en donde se plantaban todo tipo de alimentos.
Las semillas estaban modificadas genéticamente por la Empresa Apicius y los drones eran diseñados por la Empresa Cosmos y cuando ambos se juntaban, permitían mantener una expedición bien alimentada durante años, si es que no décadas.
Los Portales Abismales llevaron a que las empresas se adaptaran y esta fue la última innovación para los casos en que la comida escaseaba.
"La IA es más avanzada que la mía." Murmuró Sasha suavemente.
"¿Es así? Mi amigo me la entregó. No soy una gran experta en lo tecnológico, así que me viene como anillo al dedo." Respondió Érica con una sonrisa y viendo que Sasha seguía tensa, agregó. "Hoy no he encontrado nada, pero no te preocupes, las cosas mejorarán."
¿Lo harían? Érica no lo sabía, pero ahora ella tenía alguien a su cargo y tenía que mantener la moral en alto y ella misma no tenía que perder la esperanza.
"Yo... Gracias." Respondió Sasha mientras su expresión se suavizaba.
Sasha estaba estresada y nerviosa, especialmente por la herida que prácticamente impedía que ella se pudiera mover bien y usar magia… Prácticamente, era una carga y en esta situación tan desventajosa ser una carga era desagradable.
Como si fuera poco, ambas no se conocían y el pensamiento de ser abandonada estaba presente… Érica también tenía esos pensamientos de Cécile o Meredith, pero a esas dos mujeres la conocía bien y sabía que eran tan responsables como decididas.
Sin embargo, Sasha no la conocía a ella, así que esas ideas eran más fuertes y dependía de Érica mostrar que no haría nada como abandonar a su compañero.
"Mi exploración ha sido lenta. Las patrullas de esos dragones orientales todavía continúan. Parecen tener cierto grado de inteligencia, pero no tengo ni la menor idea de lo que sucede." Dijo Érica acercándose al sofá y dejándose caer, murmuró. "No quiero arriesgarme a explorar demasiado lejos."
¿Ese gigantesco dragón oriental y sus crías los emboscaron o estaban protegiendo la entrada y lo que sea que estaba en el interior de esa sala? Érica no tenía la respuesta a esa pregunta y si era honesta, no podía buscar la respuesta.
No solamente se trataba de que no tomaría riesgos que la llevaran a la muerte, sino que tenía que cuidar a su compañera y si ella moría, Sasha no tendría esperanza de sobrevivir.
"Lo sé… Me preocupa mis compañeros. No quiero que le sucede lo mismo que a… Dennis." Murmuró Sasha con una expresión fría y sentándose en el mismo sillón que ella, agregó. "Incluso si eso sucede, espero que sus cristales puedan mantenerlos."
La calma de sus últimas palabras hizo que Érica que estaba sacando las notas de su hechizo, la mirara de reojo.
Los cristales a los que se referían eran los cristales para guardar almas y Sasha antes le había explicado que los cinco miembros de su grupo habían hecho un pacto entre ellos para mantenerse vivos, incluso si lo peor sucedía.
"Agradezco que me hayas salvado y hayas logrado recuperar el cuerpo de Dennis. A él no le gustaría ser un lich." Dijo Sasha soltando una risa que en un momento después se convirtió en una tos por sus heridas.
El grupo de Sasha eran muy unidos y habían decidido con anterioridad ser revivido incluso como no-muertos… Aunque en algunas naciones tales actos de nigromancia eran ilegales, si ellos viajaban a países como la Magocracia pakistaní, encontrarían que tales actos eran posibles.
Aunque el precio para contratar un nigromante que no dejara secuelas como la pérdida de memoria o locura, iba a ser bastante alto.
Érica simplemente sonrió y se puso a leer las notas de su hechizo, frunciendo el ceño cuando cambió a la hoja de la anatomía de un cuerpo que tenía pintado los canales por donde iba la energía mágica.
En el corazón era donde iría el núcleo para mantener a sus soldados autónomos, pero el problema era que al distribuirse la energía mágica por los diferentes canales siempre fallaba en el cerebro. Nada raro, cuando el cerebro era una de las partes más complejas del cuerpo humano y replicarlo en un soldado de hielo, no era una tarea fácil.
Érica reflexionó sobre las soluciones y se quedó mirando perdiendo la noción del tiempo mientras aplicaba los cambios en su hechizo mentalmente y cada cambio que daba la llevaba a un posible fracaso.
"¿Tratas de que la energía mágica se mueva por el cuerpo?" Preguntó Sasha y cuando Érica reaccionó retirándose sorprendida, ella sonrió. "Lo siento, no quise incomodar. Solo que te vi tan seria, que tuve curiosidad."
Érica guardó las notas y al verla Sasha dudó un momento, pero al final le sonrió para relajar a su compañera y asintió.
"¿No has pensado en preguntarle a la Directora Meredith sobre el tema? Ella es una poderosa maga de curación, puede enseñarte sobre el cuerpo humano y los canales más idóneos." Dijo Sasha y poniendo su mano en el mentón, agregó. "O puedes usar otro método."
"¿Cuál sería ese otro método?" Preguntó Érica con un tono tranquilo.
Fue su culpa quedarse concentrada sin ir a su habitación y era normal que Sasha tuviera curiosidad y si bien era maleducado mirar las notas de otro archimago, su compañera parecía querer ser útil y la verdad era que las ideas de otro archimago podían ser útiles.
Preguntarle a la Directora Meredith le daría la respuesta, pero esa mujer no se quedaría sin hacer nada y preguntaría sobre sus notas e incluso rebuscaría sobre donde lo consiguió y Érica no iba a decir la verdad.
Estas eran las notas del hermano de Aurora, el hijo de la Luz de Plata y el Gigante de Acero que nadie conocía y si bien las notas no tenían nombre, ella ya tenía una idea de quien se trataba y no quería que nadie más lo descubriera.
"Si quieres que la energía mágica vaya del punto A al punto B puedes hacerlo por medio de trasmisores. ¿Has escuchado de la trasmisión inalámbrica de energía? Esto es similar, pero con energía mágica. Creas círculos mágicos de una frecuencia específica, uno de ellos trasmitirá energía mágica y los otros la recibirán." Dijo Sasha y al ver que ella estaba atenta, explicó. "Este método se usan en varias situaciones. Minería, buceo en aguas profundas e incluso en mazmorras. Existe una pérdida de energía durante el proceso, pero es útil."
Érica parpadeó y Sasha le siguió explicando.
La idea de la que Sasha hablaba era la trasmisión inalámbrica de energía mágica sin necesidad de ningún conductor y era útil para evitar tener la fuente de energía cerca del receptor.
Los magos que buceaban en aguas profundas dejaban los trasmisores en los barcos y en el fondo del mar simplemente usaban receptores de ese modo, evitando utilizar artefactos o magias que provocaran que las criaturas del fondo del mar se sintieran invadidas.
También era aplicado en la minería cuando los mineros se adentraban a zonas montañosas inestables, mágicamente en donde los artefactos resultaban inútiles o ineficaces.
Consistía en tener una fuente de energía mágica conectada al trasmisor y a una distancia considerable, tener un receptor que recibiera esa energía y si bien existía una pérdida de energía, si se utilizaba bien resultaba útil y lo mejor de todo era que se podía aplicar no solamente a la magia de luz, sino que a cualquier magia.
"Tienes… ¿Los diseños de los círculos mágicos?" Preguntó Érica sin contener el entusiasmo en su voz.
Ella se había centrado en convertir sus soldados de hielo en algo cercano a lo humano y por tal razón utilizaba canales en el interior que replicaban el modo en el que la energía mágica se movía en el cuerpo humano, pero aquí era diferente y se saltaba ese 'canal', yendo directamente a la trasmisión y recepción.
Si utilizaba esos círculos mágicos y lo aplicaba al núcleo de energía y luego lo ponía en los puntos vitales de sus soldados de hielo, ellos podrían mantenerse por su cuenta.
Como la distancia no era tan extensa desde el núcleo hasta los receptores que irían en el cerebro y en otras partes fundamentales del cuerpo, la perdida no iba a ser tanto comparado a la que sucedería si la distancia se alargaba.
Érica miró fijamente a Sasha con una intensidad tan alta que hizo que la mujer tragara con cierta dificultad.
"Sí." Respondió Sasha tragando ante la presión.
Érica sonrió maravillada y en su mente reflexionó sobre los cambios que realizaría y que necesitaría completar para que todo funcionara.
La molestaba que el 'lancero de hielo' que tenía hasta ahora fuera de alguien que la traicionaría, pero ella ya había dejado de pensar en solamente un lancero y podría mirar más allá… Tener sus clones de ella misma, soldados de diferentes tipos e incluso un ejército de magos y de toda clase de usuarios de habilidades del tipo mágico era posible.
"Ven. Necesito tu ayuda." Dijo Érica sonriendo con brillantez y deteniéndose un segundo, miró a Sasha y preguntó. "¿Has escuchado sobre los espíritus artificiales y las réplicas? ¿Cuánto me costaría si quiero una réplica tuya?"
Sasha parpadeó sin saber cómo responder y Érica apenas pudo contener su emoción y la intensidad de sus pensamientos.
¿Por qué detenerse con clones de ella misma o de un lancero de hielo? Modificar los cuerpos para que pudieran usar distintas mágicas o distintas artes iba a ser un proceso tan complejo como pesado, pero el futuro era ilimitado.
Soldados de hielo con réplicas de magos de luz, fuego, agua o cualquier otra magia y todos juntos formarían un ejército… Un ejército que saldría millones a causa del precio de los núcleos de alto rango, pero un ejército único y personal que le brindaría una fuerza incuestionable.
Érica respiró hondo tratando de calmarse.
Si la persona de la que obtuvo las notas era quien ella suponía, Érica pudo entender por qué tantas personas persiguen cualquier rastro de él con locura.
"Vamos. Si esto va bien… Quizás pueda robarle el título de 'Ejército de una sola mujer' a Cécile." Dijo Érica sonriendo divertida.
Y más que el título, tendría una posibilidad de sobrevivir a este portal abismal y lo haría con su hechizo personal… Su hechizo prohibido.
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"¿Estás preocupada por Érica?"
Aurora, que estaba sentada leyendo los informes del Undécimo Portal Abismal escuchó a su hermana y se giró para mirarla.
Ella estaba tomándose un descanso luego de haber ido a asesinar varios monstruos con los paladines del Orden y estaba leyendo el informe del portal a donde fue Érica.
Específicamente la mención de que todavía no habían recibido otro informe, incluso cuando un tiempo había pasado.
Tal resultado era un problema y si Aurora era honesta estaba un poco preocupada.
"En nuestro portal estaban cuatro rangos SS y en el décimo portal apareció un rango SSS… Sí, estoy un poco preocupada." Respondió Aurora con honestidad.
En el Duodécimo Portal Abismal en China estuvieron la pareja y la reina con esa criatura a la cual llamaban rey y si bien ellos luchaban entre ellos, seguía siendo preocupante.
En el Décimo Portal Abismal, en el cual ayudaron a la guardiana, estaba esa criatura abismal de rango SSS.
Aurora entendía por qué la zona satélite le querían dar una medalla.
Fue la Calamidad No-Muerta la razón de que la zona satélite se creara y el gigante europeo envió muchos militares y usuarios de habilidades para contenerla e incluso ahora se gastaba un presupuesto para mantener todo en control.
Los héroes que debían mantener la seguridad fallaron, no obstante, la rápida respuesta a esa tormenta de arena por parte de la zona satélite y otras fuerzas aliadas fue la prueba de que siempre estuvieron preparados para lo peor.
Sin embargo, ahora a los ojos de muchos, ella que lideraba la misión y estuvo involucrada en todo desde el inicio, eliminó la calamidad no-muerta y deshizo uno de los peligros latentes que muchos temían.
A Aurora le hubiera encantado que otro tomara el crédito, pero el problema era que fue ella quien cooperó ya fuera con la Cardenal Najjar, Oprovana, Mercurio o incluso con la princesa Arwa y las fuerzas que el Rey de Arabia envió y ninguno de ellos quería tomar más crédito por lo que hicieron.
"Estoy bromeando. Si quieres no lo hagas. No es como si cambie demasiado tener una medalla." Murmuró Alice en un tono indiferente.
¿Dejo de molestarla porque la vio reflexionando sobre el tema demasiado? Aurora se rio ante la consideración de su hermana.
"Está bien. Probablemente, la acepte, aunque no quiero un acto o ceremonia, sino que algo ligero y privado." Respondió Aurora y recibiendo la mirada curiosa de su hermana, explicó. "Yo misma entiendo lo que representa la calamidad no-muerta y lo que quieren mostrar con la medalla."
La calamidad no-muerta era la primera calamidad que la humanidad enfrentó y que no pudo vencer… Una calamidad que destruyó toda una nación y ahora que fue vencida, tenía un significado de fuerza y de victoria para los terrícolas.
La medalla representaba ese sentido de victoria y que alguien la recibiera era para mostrar la fuerza de la humanidad y la voluntad para prevalecer sobre las amenazas que podían afectar este planeta y para muchos egipcios la entrega de la medalla iba a ser un cierre a una calamidad que destruyó sus vidas.
Entender el significado era la razón por la cual Aurora estaba de acuerdo en aceptar la medalla, a pesar de que todo se trataba de un asunto político y ceremonial.
Sin embargo, no quería una ceremonia o un acto solemne y le gustaría algo privado… Había evitado por años las locuras del Ministro Turay sobre estatuas, actos o ceremonias y ahora no se iba a dejar superar tan fácilmente.
"Como tú quieras." Respondió Alice encogiéndose de hombros y dando una sonrisa astuta, señaló. "Igualmente te acompañaré."
Por supuesto, que su hermana la acompañaría y lo haría únicamente para burlarse a la primera oportunidad.
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