Una mujer caminó por el pasillo de una mansión en Nueva York y al ver a todas las personas moviéndose por el área, no pudo contener su sonrisa.
Hombres y mujeres moviéndose de un lado a otro llevando a cabo decenas de tareas y cumpliendo diferentes obligaciones.
Algunos dirigían el programa de asistencia, encargado de todos aquellos que respondían las llamadas de las líneas de comunicación para los jugadores que cargaban con un pasado duro y oscuro.
Por ahora, tales líneas estaban siendo utilizadas casi las veinticuatro horas del día y si bien en este momento el programa de ayuda únicamente estaba presente en un par de país, la idea era extenderlas a todo el mundo.
Una tarea compleja que requeriría contratar a personas de diferentes idiomas para llevarlas a cabo y eso significaba dinero.
No importaba si en este lugar se encontraban decenas de hombres y mujeres con deseos sinceros de ayudar y dar un mano, trabajando a honores, era imposible vivir de este modo.
"Hay muchas cosas de la que encargarse." Murmuró Fiona Brousseau con una expresión agotada.
Al pasar un pasillo vio una habitación convertida en una oficina y se detuvo al ver que todos observaban el televisor atentamente.
"¿Qué sucede?" Preguntó Fiona con una mirada curiosa.
Esta habitación y prácticamente la mayoría de las habitaciones se convirtieron en unas oficinas y quien estaba apoyando tal creación, era el dueño de la mansión.
Se gastaba bastante dinero y todo vino de Abraham Robynson, quien durante Terra nova fue un creyente del Dios del Tiempo y el Espacio y decidió financiar esta organización de ayuda.
Aquellos que compartían su creencia, se acercaron y más cuando todos habían escuchado la voz de ese mismo dios.
Cada uno de ellos eran trabajadores, fue por eso que tuvo curiosidad al saber en qué estaban perdiendo tiempo.
"Fiona, disculpa. Ha salido una noticia sorpresiva." Dijo una trabajadora y cuando ella se acercó, señaló el televisor. "Se ha creado un radar que permite detectar la aparición de criaturas. Si bien, no ha sido capaz de detectar las grietas, dicen que pueden mejorarlo."
En la televisión estaban dos gemelos, uno de ellos con una sonrisa y otro con una expresión seria, hablando con decenas de periodistas.
Fiona reconoció a esos gemelos y era normal cuando la Familia Trenus era reconocida en Estados Unidos.
Tenían una pequeña empresa familiar de tecnología informática.
"¿Su empresa se está extendiendo más?"
"¿Es capaz de satisfacer la necesidad de todas las naciones?"
"¿Guardaran los planos o lo liberaran? ¿El gobierno ya se ha comunicado con ustedes?"
Demasiadas preguntas al mismo tiempo y Elerius Trenus hizo una señal para acallar a los presentes, logrando que la sala quedara en silencio.
"No, nuestra empresa ha sido comprada y está bajo una nueva administración. En cuanto a cubrir las necesidades, lamentablemente no podemos hacerlo. Sin embargo, los planos han sido publicados para que todas las naciones pueden construir su propio sistema de seguridad." Respondió Elerius con la calma de un profesional.
Fiona era incapaz de comprender la dificultad para inventar un radar que pudiera detectar la energía mágica y menos aún de las apariciones que eran tan repentinas.
Por eso las llamaron 'apariciones', ya que no había señales que pudieran captar con facilidad para predecir las ubicaciones.
"¿Quién fue el creador?"
"¿Puede decirnos el nombre de la Empresa?"
"¿Creen que pueden mejorar aún más la tecnología?"
Había demasiadas preguntas y entre todas ellas, Fiona se interesó en la última.
Estaban en el mes de septiembre del año 2028 y si bien faltaba poco para que el año terminara, el mundo estaba cambiando demasiado rápido, sin embargo, no tan rápido como ella desearía.
Las criaturas llegaban cada vez más rápido y el problema, era que las peligrosas 'grietas' que se conformaban y dejaban salir un sinnúmero de criaturas, causaban un daño inmenso.
En Texas, sucedió por primera vez en el mundo y desde ese tiempo, sucedieron un par de veces, algunas de ellas causando una destrucción sin precedente, que llevo a que los ejércitos se movilizaran.
Oriente, Asia, Oceanía y África… Tales apariciones a gran escala no tenía límites y únicamente aguantaron gracias a los llamados jugadores.
Aun así, el desarrollo mágico necesitaba materiales que eran raros, lo que significaba que los magos capaces de crear artefactos, no podían diseñarlo a gran escala.
No se asemejaba a la tecnología que podía producir maquinaria de forma masiva.
Si mejoraban la tecnología de los radares… Fiona esperó expectante.
"El inventor es un individuo que le gusta la privacidad y que ha venido acompañando al nuevo administrador. Ha prometido mejorar los radares y sus proyectos apuntan a revolucionar el ámbito tecnológico, sin embargo, nosotros apuntamos más altos." Explicó Elerius y sin ocultar la mirada profundamente brillante, anunció. "La nueva Empresa Cosmos revolucionará el mundo en su totalidad."
Revolucionar el mundo en su totalidad… Sonaba ambicioso, exagerado y hasta demasiado arrogante.
"Esperemos que lo logren." Dijo Fiona con honestidad y dando una sonrisa, añadió. "Vuelvan al trabajo."
No todas las naciones se permitirían tales radares… No, para ser preciso, no todas las naciones construirían tales radares y los distribuirían en todo su territorio.
Lo que significaba, que habría muchas personas en todo el mundo que sufrirían las consecuencias de enfrentarse a las criaturas y monstruos, antes de que el ejército, jugadores o usuarios de habilidades llegaran.
"Y ese no es el único problema." Murmuró Fiona observando un documento.
Abraham era un fiel creyente del Dios del Tiempo y el Espacio si bien bastantes personas se acercaron por esa razón, como ella, queriendo ayudar a su manera, la verdad era que la familia Robynson era influyente.
Y esa influencia continuaba en este momento, permitiendo que ella obtuviera información importante.
Se descubrió el primer ritual demoniaco, en donde se realizaron sacrificios a un Dios Infernal de Terra nova, el problema fue que en este hubo corrupción, causando que ciertos monstruos aparecieran.
El documento llegó debido a que Abraham como jugador estuvo involucrado con el Dios del Tiempo y el Espacio, actuando como un paladín en su tiempo y pudo manejar los poderes de ese dios.
Al menos en Terra nova y ahora buscaban su ayuda.
"El Secretario de Defensa… Frederick Crawford." Murmuró Fiona al leer quien lo enviaba y luego suspiró.
Estaba perdida.
Literalmente perdida.
Durante Terra nova, ella como jugadora actuó como maga de curación vagabunda y exploró el mundo, conociendo a muchos individuos y conectándose a los adoradores del Dios del Tiempo y el Espacio.
Muy pocos utilizaban el poder de ese dios y la mayoría eran creyentes que únicamente alababan a ese Primordial, sin tener una iglesia y por el simple deseo de hacerlo.
Le agrado esas personas y si bien creyó que eran personajes de un juego, tras escuchar la voz y darse cuenta de que esa voz era el mismo creador de la máquina de Terra nova, que utilizaba una red social… Sus emociones cambiaron y se volvieron complejas.
Tratando de no ser tragadas por sus dudas, Fiona tocó la puerta de la oficina y tras no escuchar respuesta, se adentró al lugar.
"Señor Robynson." Dudando en voz alta al entrar, ella vio en el interior de la oficina al hombre que buscaba.
Tenía sus ojos cerrados y una computadora portátil al frente de él, mientras permanecía en su silla.
Al escuchar sus pasos, ese anciano de barba blanca abrió sus ojos y estos brillaron con una misteriosa fuerza que permaneció en el interior de sus ojos grises.
"¿Robynson?" Dudó Fiona al darse cuenta de la extrañeza.
El hombre que superaba su edad por varios años, observó la nada y luego dio un suspiro, antes de levantarse.
"Llámame Abraham." Dijo el hombre y viendo que ella estaba preocupada, reveló. "'Él' se ha comunicado conmigo."
"¿Disculpe?" Dudó Fiona en voz alta sin dejar ver su alarma.
El único individuo en el cual ella pudo pensar cuando se refería a 'Él' fue la existencia en la que ese antiguo jugador creía y…
"El Dios del Tiempo y el Espacio, el Dios del Destino. Aión se comunicó conmigo." Respondió Abraham y haciéndole una señal para que se acercara, giró su portátil y avisó. "Lo que deseaba crear no es una organización de ayuda, es una iglesia. Durante un tiempo, le he estado pidiendo permiso."
Decenas de mensajes detallando sus planes, su idea de que este mundo necesitaba el apoyo y pidiendo a que esa existencia se convirtiera en el apoyo… Todos los mensajes fueron enviados a la red social del 'creador', que se hacía llamar Aión.
Ahora tuvo una respuesta, invitándolo a hablar y Fiona se quedó de boca abierta, sin comprender la extrañeza de la situación.
"Su cuenta es real. Siempre lo ha sido y está protegida por los gobiernos de las potencias. Esta es una manera por la cual se comunicaba." Detalló Abraham y con calma, avisó. "Me ha dado permiso para crear una iglesia y dejó en evidencia que apoyara a la humanidad."
Era una respuesta favorable para la humanidad y Fiona en vez de concentrarse en la idea de que Abraham le lleno la casilla de mensajes a un Dios Primordial, que extrañamente tenía red social, asintió sintiéndose algo aliviada.
Y al aceptar tales raros hechos, decenas de pensamientos, ideas y problemas vinieron a su mente y…
"Será complicado. Incluso si usted no financia, no podrá soportar la carga y…"
"Lo sé y 'Él' también lo sabe." Interrumpió Abraham y con calma, detalló. "Por eso, ha enviado a alguien para ayudarnos y que nos traerá la cuenta bancaria que tiene la riqueza obtenida por la venta de la máquina de Terra nova."
Una de las más grandes dudas en este punto de extraños sucesos, era que sucedió con la riqueza que se obtuvo de la venta alrededor de la máquina virtual.
¿Si era un 'Dios' para qué necesitaba algo tan mundano como la riqueza? Y a donde había ido toda esa ganancia.
Ahora obtuvo la respuesta.
"¿Es algo que siempre tuvo planeado?" Preguntó Fiona al pensar en una posibilidad.
Crear una máquina de realidad virtual para conectar dos mundos y que la humanidad aprendiera el conocimiento de Terra nova, para cuando la energía mágica se extendiera, tal idea era lo que ella creía.
Y ahora, cuando reflexionaba en el dinero obtenido durante Terra nova, supuso que era parte de un plan, para ser utilizado en este momento cuando se necesitaba.
El dinero de la máquina que llevó a que miles personas jugaran a un juego que, en algunos casos, desencadenó que los jugadores se suicidaran al darse cuentas de sus acciones, ahora podía usarse para ayudar a esas víctimas.
"Suena bien. Deberíamos utilizarlo como publicidad."
Una voz femenina sonó de repente y desde una esquina, una figura que antes era traslúcida apareció, sorprendiendo a ambos y provocando que Fiona levantara su guardia, ya que ella no había dicho nada.
"¿Eres la enviada del Dios del Tiempo y el Espacio?" Dudó Abraham haciéndole una señal a ella para que no se preocupara.
"Sí. Agatha Campbell." Se presentó la mujer y con una sonrisa, añadió. "Espero que podamos cooperar para cambiar el mundo. Esperemos que sea para mejor."
Voz llena calma, tranquila y ojos profundos, la presencia que emanaba dejaba ver que era un individuo que, en términos comparables de Terra nova, era un rango A.
En sus cincuenta, tal vez menos años de edad, esa mujer que mantenía su belleza y figura dio una sonrisa divertida.
"Sin embargo, lo que necesitamos no es dinero. Es una presentación." Dijo Agatha y con calma, anunció. "Una presentación para todo el mundo."
******
Una joven pálida se movió entre la multitud hasta que alcanzó la zona delimitada por los oficiales.
"¡Retirada! ¡Atrás!" Ordenaron los oficiales en voz alta mientras que los militares un poco más atrás observaban con armas de asalto en sus manos.
La multitud que sacaba fotos, grababa y observaba ya fuera por el morbo o por curiosidad, se mantuvo viendo la escena.
Un edificio en llamas, que ardía con llamas negras teñidas por la corrupción y el 'Caos' que se filtraba.
"¡Ahí está mi esposa!"
"¡Mi hijo!"
"¡Déjenme entrar!"
Los gritos de pánico, dolor e impotencia vinieron ante las llamas ardientes negras y la siniestra atmósfera que liberaba el interior del lugar.
La joven continuó observando viendo el fuego extenderse por el edificio y luego frunció el ceño al ver como una figura rompía, una ventana y salía del lugar.
Media dos metros, tres brazos grotescos con protuberancias, la figura era de un niño y un adulto fusionados en un mismo cuerpo y esa criatura, al caer al suelo con su cuerpo ardiendo en llamas, asustó a los espectadores.
"¡GRAAA!" Entonces liberó un rugido y atacó a los oficiales, que utilizaron sus rifles para disparar, sin hacerle nada.
Cuando estuvo por alcanzar a un soldado, otro con un escudo de contención se interpuso en el camino y si bien el escudo fue dividido a la mitad, fue lo suficiente como para protegerse y salvarse.
Y entonces…
"…"
Un pilar de luz cayó del cielo, iluminando a la criatura que empezó a ser quemada y entonces dejó de sufrir.
Dos figuras descendieron del cielo, la figura femenina llevando una máscara de zorro que ocultaba la parte superior de su rostro y la figura masculina con una de lobo que era similar.
Lo suficiente como para ocultar el rostro, pero no tanto como para hacerlos ver raro… Era una mezcla perfecta.
"¿No es el hombre de Texas?" Dudó alguien de la multitud y con una voz extraña, afirmó. "¡Son los dos individuos de Texas!"
Ambas figuras al ver las llamas negras que representaban un ritual, que estaba eliminando a los individuos que seguían dentro, se miraron entre ellos.
"Oh, querido Dios tu fiel creyente y adorador de tu iglesia, pide por ti." Rezó la figura femenina con máscara de zorro.
Los videos de aquel que utilizaba la máscara de lobo, para enfrentarse a la primera grieta, evitando la muerte de cientos de personas se había vuelto tendencia en el mundo y la mujer que llegó, adentrándose al lugar, también.
Lo llamaban 'héroes' y ahora ambos estaban en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos, haciéndose cargo de este ritual fallido.
Nadie supo identificar a quien la mujer estaba rezando, sin embargo, no necesitaron la respuesta, cuando esta se mostró por su cuenta.
"…"
El mismo espació se congeló al igual que las llamas negras que estaban ardiendo, deteniendo la propagación de las llamas y la corrupción, permitiendo que el hombre se adentrara al lugar con su fuerte cuerpo.
La mujer hizo lo mismo y los segundos, pasaron rápidamente mientras el público mantenía su cámara en la entrada.
Una creyente del Dios del Tiempo y el Espacio… Como si fuera poco, una creyente cuya plegaria fue escuchada y respondida.
Tres, cinco, siete minutos pasaron y en ese momento, del lugar salió el hombre grande con varias personas cargadas en sus brazos y a su espalda, mientras la mujer apagaba las llamas negras del interior.
A la vez que traían varios 'monstruos' corruptos y deformes, quienes parecían haber sido asesinados.
El público se exaltó y aquellos que tenían familiares cercanos gritaron y quisieron entrar para ir a ver si aquellos sobrevivientes eran sus seres queridos.
"Por favor, tengan calma. Trataremos de curar la mayoría de las personas que han sido corrompidas, sin embargo, es un proceso lento y difícil. Les prometo como miembro de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, que trataremos de revertir el proceso." Dijo el hombre con máscara de lobo.
Su rostro estaba oculto de forma parcial y si bien era una máscara superficial, no ocultaba sus ojos profundos y su voz amable y sincera.
Una voz que trajo calma y más cuando a su espalda, la mujer empezó a trabajar.
La joven que estaba mirando, se retiró en silencio, sin mirar hacia atrás.
"No te ves tan mal por haber realizado un ritual que ha causado varias muertes." Dijo una voz repentina en los oídos de la joven y tras unos segundos, añadió. "Alexa, estás demente."
Alexa Crawford se detuvo un momento antes de seguir caminando, sin que su expresión cambiara para nada.
Un ritual repentino, en un edificio en donde se encontraba algunas personas, provocó la muerte a varios residentes.
El ritual iba a fallar era natural, después de todo, a quienes ella guio para que hicieran el ritual, eran lunáticos cuyo fallo estaba 'destinado'.
No se trataba únicamente de que ella le había dado una guía, que los llevaría a su muerte, sino que…
"Puede ser. Sin embargo, ante la posibilidad de conocer a mi ídolo, no me importa matar a cualquiera que lo necesite." Respondió Alexa como si fuera obvio.
Esa existencia la guio a que realizara ese ritual y por lo que ella sabía, esa existencia buscaba eliminar algunos miembros de la Organización de las Naciones Unidas que residían en el edificio.
No sabía la razón y tampoco le interesaba, ya que lo que deseaba era obtener la información del paradero de su ídolo.
¿O si no como podría conseguir el autógrafo? Realizar sacrificios para conseguirlo, no importaba.
"¿De verdad no importa? Incluso si son…"
Ante esa voz, empezaron a aparecer imágenes de su hermana Amber, su madre y su padre, luego por último ella misma.
El significado fue claro y la respuesta fue igual de obvia.
"Sí, estoy dispuesta a morir, si eso me permite conseguir lo que deseo." Respondió Alexa e inclinando la cabeza, dudó. "¿Debo hacerlo?"
Su fanatismo estaba a un nivel excesivo que superaba cualquier sentimiento y persona, incluso ella misma.
¿Cuánto tiempo permaneció en cama, sufriendo en una tortura agonizante? Sin embargo, fue su ídolo que mejoró su vida y cada vez que leía o escuchaba las historias de ese individuo, el dolor se calmaba.
O tal vez su mente se distraía y se relajaba lo suficiente como para dejar de pensar en el dolor.
Al final dio lo mismo.
Estaba dispuesta a matar y morir por ese autógrafo y lo único que necesitaba era una confirmación.
Y…
"Sí." La voz respondió de forma instantánea y mientras dejaba información en su mente, explicó. "Cuando descubras la respuesta por ti misma, te darás cuenta."
La información que le trasmitió era una 'llave', para encontrar la respuesta sobre el paradero de la persona que buscaba.
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