En el centro de Pakistán, una horda de monstruos avanzaba por el desierto en dirección de Quetta, específicamente el campamento en donde se encontraba el portal.
Más de mil monstruos corrompidos y entre ellos había algunas bestias demoniacas.
¿Quién levantó esa horda? ¿Fueron los demonios? ¿Algún señor o rey demonio? ¿O alguna secta o culto?
Para Theodore Laurent miembro de los Ejecutores del Orden, encontrar la causa no era importante en este momento.
"¡Disparen los hechizos!" Ordenó el capital de los Ejecutores del Orden, Regis Delacroix.
Los miembros de los Ejecutores del Orden que estaban en esta área empezaron a lanzar sus ataques a distancia.
Los magos realizaron hechizos de guerra al unirse con sus compañeros y lanzaron todo tipo de ataques destructivos.
Sin embargo, otro grupo que destacó fueron los psiónicos y quien se lució más fue Theodore.
Reuniendo su energía psiónica en sus ojos, Theodore realizó su mejor truco.
"¡GRAAAA!"
La 'Mirada Ardiente' encendió fuego a todas las criaturas en su visión y empezó a quemarlas cada vez con mayor fuerza.
El número de monstruos era alto y fue demasiado para su capacidad, pero, aun así, su sola mirada pudo quemar a decenas de enemigos.
Los otros psiónicos también lanzaron ataques, ya sea mentales, físicos o de pura energía psiónica y la destrucción fue aplastante.
Si bien quedaron algunos monstruos que cargaron con locura, esos fueron eliminados por los arqueros y los mecánicos que disparaban con sus rifles.
Simple y fácil, como las decenas de veces que habían atacado con anterioridad.
"Tch… Solo envían carne de cañón." Escupió Theodore molesto.
Desde que el portal fue descubierto en esta área y el Rey de Arabia había tomado el control junto a la iglesia del orden, la situación a nivel internacional parecía calmada, pero era todo lo contrario.
Estos ataques eran cada vez más numerosos y si bien hubo veces que demonios corruptos acompañaban los ataques, no era tan complicado.
Los Ejecutores del Orden eran individuos experimentados y eran la espada de la Iglesia del Orden.
Una alta fuerza de combate que no necesariamente dependía de los poderes de su dios para actuar.
Por otra parte, el ejército de Arabia no era una broma y si bien el Rey de Arabia no actuaba personalmente, sus generales y ejército estaba participando.
Que la India enviara a sus mejores cambia formas, druidas y magos de naturaleza aumentó aún más la defensa.
"Es normal. Hay demasiados ojos sobre nosotros y ellos no están unidos." Dijo un subordinado de su equipo.
Las palabras de ese subordinado tenían sentido.
La ciudad Quetta, que era la ciudad más cercana en donde se encontraba el quinto portal abismal, fue tomada por las fuerzas aliadas y controladas por ellos.
No obstante, los demonios, sectarios u ocultistas que deseaban entrar a la ciudad esperando su oportunidad era elevada.
Algunos de ellos estaban tan locos que realizaban sacrificios por los alrededores del portal, esperando que sus dioses le permitieran entrar.
Él mismo había detenido un ritual dirigido a Pereza la Muerte Pacífica del Cuarto Infierno.
Esas deidades temidas en Terra nova no respondían o si lo hacían, no era con cualquiera y en esta ocasión, al igual que otras veces, el ritual fallo.
No solo porque él y su equipo intervino, sino que tampoco hubo respuesta.
"Son constantes y molestos a pesar de que no logran nada." Murmuró Theodore sin ocultar su molestia.
Había tantos lunáticos por esta zona, que era difícil saber si los ataques eran para probar sus defensas o solo deseaban molestar.
Para los demonios puros capaces de controlar la energía demoniaca no era tan difícil corromper a una criatura o animal para hacerla atacar.
Aunque no era tan rápido como el mismo 'Caos', ellos eran capaces de reunir lo que necesitaban para realizar estos constantes ataques.
"Ya pronto no tendrá que soportarlo más capitán." Dijo otro subordinado y con una sonrisa, comentó. "Después de todo, pronto entrará al portal abismal."
Theodore dio una risa orgullosa.
Había logrado un puesto entre aquellos que desearon entrar al quinto portal abismal y era un gran logro cuando se consideraba todos los que participaron.
Ahora solo estaba esperando a que la iglesia consiga los suministros y si bien estaba molesto por la espera, no podía ocultar su emoción.
"El segundo equipo nos remplazará. Prepárense para retirarnos." Ordenó Regis Delacroix.
******
Clémentine que estaba en la ciudad Quetta, observó a su hermano mayor que tenía una expresión tranquila mientras almorzaba con ella, dentro de una carpa comedor privado.
"¿Cuándo me presentaras a mi cuñada?" Preguntó Clémentine, rompiendo el silencio.
Su hermano mayor tosió un poco ante esa pregunta.
¿Había alguna pregunta más familiar, típica e incómoda que esa?
Clémentine dio una sonrisa al ver que la expresión estricta de su hermano mayor se quebraba al casi ahogarse con su comida.
Era un joven bastante guapo y ella siempre había visto que su hermano era muy admirado hasta el punto de tener muchas pretendientes, pero siempre fue estricto.
En las cenas familiares, su padre y su hermano eran pésimos acompañantes, ya que ambos eran de aquellos silenciosos, pero cuando estaban solos, eran diferentes.
"Tengo demasiado trabajo al dirigir a los Ejecutores del Orden. Tu misma has visto lo que ha sucedido recientemente. No tengo tiempo para otras cosas." Respondió Regis y dando una mirada, preguntó. "¿Y tú? ¿Algún pretendiente?"
La expresión de Clémentine tembló de forma inevitable.
La forma tan seria que su hermano preguntaba la hizo sentir que, si algún momento ella tenía un pretendiente, esa persona lo iba a pasar mal… Sin embargo, ese tono y esa mirada fue dada a propósito para que ella se sintiera avergonzada.
"Si, me he comprometido." Respondió Clémentine y al ver a su hermano mayor parpadeando aturdido, especificó. "Con un fuerte deseo de conocimiento del mundo psiónico."
Ella misma se rio, pero su hermano dio una expresión seria ante sus palabras.
"Creo que has elegido un 'prometido' peligroso." Señaló Regis y al ver que ella le presentaba atención, detalló. "Lo psiónicos somos cautelosos y guardamos secretos. Lo sabes, ¿no? Tienes que tener cuidado."
Una advertencia clara, que no era causada por la preocupación de un hermano mayor, sino que causado por algo real.
¿Sabía algo del tema? La Iglesia del Orden era quien se encargaba de los asuntos cuestionables con respecto a las almas quoarianas y era posible que también encontrara algo raro con entidades psiónicas.
Tal como a ella le sucedió con su misión para el fénix.
"Lo sé. Aun así, no me puedo quedar quieta sin conocer la verdad. Nosotros debemos ser como los magos, el conocimiento debe ser nuestra ventaja." Respondió Clémentine con un tono solemne.
Los magos de la tierra asimilaron el conocimiento que vino de Terra nova, quienes tenían una larga historia con la magia.
No obstante, los psiónicos no tenían una larga historia y comenzaron hace veinte años a aventurarse por este camino.
"Por eso estuve pensando sobre volver al templo de los monjes. Debo cobrar la recompensa de mi misión y espero que me enseñen… Hay muchas cosas que deseo aprender." Dijo Clémentine con una sonrisa.
Había intentado probar sus capacidades cuando estuvo con Alice y había logrado aprender algo nuevo en grupo… Verificar su capacidad de cambiar las cosas a su favor.
Hasta ahora esa capacidad permanecía más o menos desconocida y lo único sabía era que podía deshacerse de algunos ataques enemigos.
Convertir el hielo en agua o el fuego en humo de forma superficial.
Como era algo que necesitaba controlar era necesario probar los límites, pero si esa función se combinaba con la forma de 'guiarse' en ese mundo 'psiónico' al cual había ido cuando ascendió, entonces sin duda había demasiado que aprender.
Era posible que en el templo pudiera entender mejor sus capacidades y a la vez comprender sus funciones y los límites que era capaz de influir.
Por ahora, solo se había quitado la sensación de omnipotencia y eso ante sus ojos, era muy bueno.
"Que mi pequeña hermana este por superarme, me hace poner ansioso." Confesó Regis con un tono débil que muy pocas veces daba y al momento siguiente trató de ocultarlo.
Su padre era uno de los pocos psiónicos rango SS, así que tenían al menos la guía de alguien fuerte para intentar ascender.
Agregando a todo eso, Regis tenía una alta capacidad y potencial, por esa razón lideraba los Ejecutores del Orden.
"Aunque tú también puedes lograr bastante. Hasta escuché de padre que has sido elegido para entrar al portal abismal." Dijo Clémentine y dando una mirada atenta, declaró. "Unas amigas han entrado dos veces a los portales y he escuchado que puede ser peligroso. Si me hubieras avisado antes, le hubiera pedido algunos consejos."
Su padre fue quien le aviso que su hermano mayor era uno de los miembros elegidos para entrar al quinto portal abismal y que estaba esperando los suministros.
Clémentine estaba un poco molesta de que no le avisara y más cuando los portales eran peligrosos.
Aurora y Alice habían entrado al primer y el séptimo portal abismal y en ambos tuvieron sus dificultades y problemas.
"No sabía que estabas tan bien conectada." Respondió Regis con una sonrisa, pero al verla a ella continuar con su mirada seria, reveló. "No es tan importante como parece. Y no hable, ya que hay algunas cosas que no puedo decir."
Los miembros de la expedición fueron nombrados de forma oficial y sus nombres se hicieron público, no tenía sentido que fuera confidencial.
Al menos que esto no fuera todo lo que estaba sucediendo y hubiera algo secreto… Clémentine dio un suspiro para sí misma.
"Puedes volver al templo y aislarte." Dijo Regis con una expresión tranquila.
—Yo no entraré al portal abismal.
Junto a sus palabras directas, una voz sonó en su mente dejando ver que su hermano tenía un control mental perfecto.
Tal vez heredó la destreza de su padre para el ámbito de la mente.
"Está bien." Respondió Clémentine como si nada.
Entendía que su hermano le estaba diciendo un secreto importante y la alegro de que se lo mencionara.
Si algo había aprendido de estar al lado de Aurora y Alice era que la confidencialidad era un asunto serio que debía respetarse.
Por eso no presiono demasiado y se conformó con esa respuesta.
Después de todo, a pesar de que llevaba un cristal de comunicación que le permitiría interactuar con la gente fuera del templo, en ese lugar no había otras fuentes de información.
Viendo a su hermano seguir comiendo, ella sonrió sin ocultar su emoción por aprender cómo se 'viajaba' en ese mundo.
Esperaba que los monjes pudieran educarla en esos temas.
******
Un joven vestido de mago salió desde el interior de una mazmorra temporal de rango A en la ciudad Constanza, Rumania.
Los relámpagos cubrían su cuerpo y al salir, el clima empezó a cambiar, pero se calmó luego de unos minutos.
Apenas Edward salió Rachael se acercó.
"¿Estuviste esperando demasiado? Creo que es momento de buscar una secretaria." Dijo Edward al ver su compañera.
"No necesitas preocuparte. Y puedo encargarme. No es un problema ser tu secretaria." Respondió Rachael y dando una mirada preocupada, añadió. "Además, si dejamos a una secretaria nadie podrá advertirte."
Ante esas palabras ella le dio una mirada seria por un momento.
"Edward estás trabajando demasiado. ¿Algo sucede con la Empresa Apicius? Desde que llegaste de la reunión, has estado limpiando mazmorras por la mañana y trabajando por la tarde, sin descanso." Dijo Rachael y con una expresión preocupada, precisó. "Sé que eres nuestro jefe, pero creo que a muchos de nosotros nos gustaría pensar que somos tus amigos."
Entraron al mismo año en la academia y se graduaron juntos… Era bastante tiempo juntos y era imposible no acercarse a ellos.
Ahora Rachael estaba compartiendo la preocupación de sus compañeros que estaban juntos con él en esta 'aventura' llena de responsabilidades.
"No ha sucedido nada. Es un tema personal." Respondió Edward y al ver que Rachael suspiraba, confesó. "Solo me di cuenta de que he dejado entrenar de lado y me falta fuerza. Por eso estoy limpiando mazmorras."
Su tono fue simple y la respuesta se sintió natural, logrando que Rachael asintiera.
Mintió… Pero estuvo bien, solo necesitaba centrarse en su tarea y no pensar en nada más.
"Y por eso digo que no necesitas ser mi secretaria. Tienes un gran potencial Rachael y eres capaz de convertirte en un Archimago." Dijo Edward y mirando a la mujer aturdida por sus palabras, declaró. "No deseo que te estanques siendo mi secretaria."
Esas palabras fueron sinceras y fue por esa razón que el peso detrás de ellas, fue algo que Rachael no supo cómo aceptar.
"Entiendo. Veré que puedo hacer con el tema de la secretaria." Respondió Rachael de la mejor forma que pudo.
Tomando sus palabras no como un halago o un cumplido, sino que como un deber profesional a cumplir.
Su seriedad era lo que siempre destacaba en ella y era agradable de ver, ya que la hizo confiable.
"¿Cuáles son las reuniones para este día?" Preguntó Edward cambiando de tema.
Utilizó un artefacto de limpieza y luego usó 'cambio rápido' para ponerse otra túnica de mago del estilo formal.
"Son todas reuniones de negocios con empresas que desean instalarse en la Ciudad Constanza. Más tarde debe asistir al juzgado rumano para el juicio de un antiguo héroe que será penado duramente y luego tiene una cita con la red de seguridad Di Fausto." Detalló Rachael como una profesional.
A pesar de que se quedó durante poco tiempo en esa gran fiesta de aniversario, pudo conocer a muchos individuos que ahora buscaban tener algún tipo de relación con él.
Todo fue gracias que fue presentado en persona por James y ese individuo tenía un gran prestigio en el mundo de los negocios.
En cuanto al antiguo héroe, eran de aquellos reconocidos por el antiguo gremio de héroes y ahora tras ser acusado por la nueva administración, estaba siendo juzgado por sus fechorías… Una excelente forma de aumentar la popularidad de su nueva organización.
"También he recibido mensajes que Érica Reynolds ha vuelto a sus vacaciones y ha empezado a trabajar bajo el mando de Oliver." Agregó Rachael y tras dudar un momento, señaló. "Andrés ha avisado que se demorara algunos días en volver. Así que no estará en la reunión con Fausto."
Edward asintió.
Estaba poniendo bastante atención a esos dos 'júniors' que había entrenado bajo Aurora y no solo era porque tenían potencial, sino que fueron de gran ayuda y lo seguirían siendo.
"También varios novatos han pedido un día de descanso. Tras informarme parece que desean ir a ver la Primera Heroína que ha aparecido en Los Ángeles." Avisó Rachael y con una mirada extraña, preguntó. "¿Lo permitimos?"
Asistir al lugar en donde la Primera Heroína que desde hace tiempo se había retirado aparecería… Pedirse un día en el trabajo no era extraño cuando uno pensaba que no había aparecido en público desde hace años.
"Mientras sea un día, déjalos." Respondió Edward con un tono simple.
Mientras fuera un día no le importaba dejarlo estar.
Después de todo, esos novatos vinieron desde lejos para unirse al 'llamado a los verdaderos héroes' y sería bastante negativo no dejarlos asistir a ese evento.
Aunque un poco curioso por la Primera Heroína de los antiguos videos, Edward dio una sonrisa y continúo caminando.
Todavía tenía demasiado trabajo como para distraerse por esas cosas.
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