En una gran oficina dos individuos miraron la televisión.
Ambos tenían las características de latinos que sin duda cualquier extranjero se daría cuenta, y al mirar la televisión con un par de cervezas daba la sensación de ser amigos disfrutando de un buen momento.
Sin embargo, sus estatus no eran para nada simple.
"Ya van a dar los informes de los miembros de la expedición del Séptimo Portal Abismal. Tengo que admitir que ellos tienen una situación complicada." Murmuró uno de esos hombres, que oficialmente ocupaba el cargo de Presidente de 'Los Estados Unidos de América del Norte'.
El Presidente Ángel Batista observó al Emperador de Sudamérica que estaba a su lado y estaba sonriendo ante su murmullo.
"¿Tú crees? Te has centrado demasiado en el continente americano." Señaló Víctor riéndose y abriendo otra cerveza, le dio una mirada y declaró. "A pesar de que tenemos un conocido en África, él se encuentra en el sur y solo se desconecta de todo."
Si bien estaba hablando de forma misteriosa, el Presidente Batista entendió a quien se estaba refiriendo y asintió estando de acuerdo.
El programa de televisión reveló la defensa de Zerzura y la Atlántida alrededor del portal abismal y sin duda la alta defensa estaba dejando de boca abierta al público.
Más fuerte que Rumania un país que había existido durante bastante tiempo, la tecnología que tenía la fuerza de Zerzura era sin duda destacable y ni hablar de los preparativos de los atlantes.
"Tch…" El Presidente Batista chasqueó su lengua y cuando recibió la mirada de Víctor, expresó. "La Empresa Cosmos no es de ceder tecnología, pero Zerzura tiene armamento actualizado."
El poder de las empresas siempre fue algo en lo que estar atento, pero fue luego del 'Gran Cataclismo' que ese poder se convirtió en una amenaza.
Eso fue la Empresa Cosmos y por eso fue que se dejó que ellos construyeran una ciudad en medio del mar.
Si una empresa con alta tecnología, que actualizaba y dominaba cada campo tecnológico y de ciencia hubiera estado en otro país, era posible que el control de la otra parte se extendiera profundamente.
Dejarlo crear una ciudad hizo que ellos centraran toda su atención y su dinero en la construcción y no pudieran extenderse a los diversos países y eventualmente controlarlo cuando crecieran demasiado.
Fue una táctica efectiva, pero al mismo tiempo permitió que la Empresa Cosmos llegara hasta el punto que tenía una ciudad en su poder.
Con la Empresa Apicius fue lo mismo… ¿Por qué molestar a un gigante que dominaba áreas de alimento que eran vitales para cualquiera?
Lo mejor era dejarlo irse lejos y que gastara su dinero y atención en otra parte… A pesar de que esa empresa también fundo una ciudad.
"Ambos tienen una buena relación, todos lo saben. Hasta creó que son espíritus afines." Bromeó Víctor con una sonrisa entretenida.
Se notaba que no le importaba demasiado y era posible que su política fuera de no molestar a esos pesos pesados.
Ser un Imperio y el ser la última autoridad capaz de decidir todos los temas que importaban era ventajoso a diferencia de una democracia.
El Presidente Batista solo agitó su cabeza evitando pensar en esos temas.
La Empresa Cosmos estaban en diversos campos y uno era el militar, pero no podían depender de la tecnología de otro y era por esa razón que muchos en su gobierno, exigían un mayor desarrollo en investigación militar independiente.
Principalmente priorizando la realización de ingeniería inversa de los equipos militares avanzados del ejército atlante.
Algo que no era tan fácil como parecía.
"La Cardenal Najjar será quien liderara la expedición y ella demostró su poder durante la Calamidad No-Muerta. Como una egipcia defendió su nación y desde ese momento ha participado en…"
Los historiales empezaron a detallarse empezando con la Cardenal Najjar.
Antigua ciudadana de Egipto y una de las usuarias de habilidades que participó durante la Calamidad No-Muerta salvando a muchas personas.
Luego estuvo por diversas áreas y era conocida por ser capaz de utilizar el poder del Dios del Tiempo y el Espacio a voluntad.
Era capaz de controlar el 'espacio', pero más importante… El 'tiempo'.
"¿Crees que pueda volver al pasado?" Dudó Víctor con cierta curiosidad.
El Presidente Batista no se sorprendió por la ocurrencia de ese hombre y tomando una cerveza, pensó durante un momento.
"Diría que no… Aunque si escuche que puede retroceder el tiempo en un área." Respondió Batista y tras beber la cerveza, comentó. "Es un mortal, así que tendrá limitaciones propias de un mortal y, por ende, no podrá ejercer la fuerza de su dios en su totalidad."
Un mortal estaba limitado por las restricciones de un mortal… Demasiado poder afectaría el cuerpo de la persona que lo utilizara.
Los diferentes miembros siguieron pasando uno tras otro y Batista no conocía a ninguno, pero los historiales eran bastante decentes.
Hasta llegaron a uno en donde frunció el ceño.
"Alice Campbell de rango S, conocida como la 'Glotona'. Antigua estudiante de la Academia de Héroes, participante del torneo internacional y uno de las personas que se adentraron al primer portal abismal. Su historial se extiende a…"
Era una jovencita de cabello y ojos negros que era muy guapa y la imagen que publicaron fue sacada del torneo internacional en donde se mostraba indiferente y con una bolsa de papitas en su mano.
Superando la veintena por poco, su historial no era nada simple.
Salió del portal abismal con el equipo imperial y antes de eso, tenía historiales en misiones importantes desde limpiezas de mazmorras, misiones relacionados con Zerzura y la eliminación de rangos S como señores de la guerra.
También había algunas misiones en Oriente Medio en participación con Grecia y el Imperio Falion.
El historial no era tan revelador, pero se notaba que fue lo suficiente como para marcarla como 'decente' y el mayor defecto era su joven edad.
"Aurora Campbell rango S. Conocida como la 'Protectora de Zerzura'. Participó en el primer portal abismal y sus misiones incluyen…"
Batista vio a la joven y la recordó debido al video del ataque demoniaco que sucedió en Rumania durante el primer portal.
Ese video se había extendido y la joven fue reconocida al poner orden durante el ataque.
Su historial era parecido a la de la otra jovencita y las misiones eran muy similares entre ellas.
Batista pudo ver que Víctor daba una sonrisa al escuchar los informes.
"¿La conoces?" Preguntó y dando una mirada curiosa, dudó. "¿No me digas que son tus hijas?"
Estaba bromeando, pero Víctor escupió su cerveza de repente y le dio una mirada seria.
"No digas esas bromas. No tengo hijas y he sido un hombre decoroso toda mi vida." Declaró Víctor de forma solemne.
Batista se rio sabiendo la razón de esa reacción que otros considerarían exagerada.
"Eso es bueno. Hay unos rumores que dicen que la secretaria del Emperador de Sudamérica es muy estricta." Murmuró con una risa entretenida.
Víctor al escuchar esas palabras en vez de molestarse por esos rumores dio una sonrisa con una clara aceptación.
Antes de que pudiera molestarlo, Batista frunció el ceño al ver a la última persona que iba a entrar al portal.
Solo había una imagen de ese joven y tanto el tono del presentador como la atmósfera del estudio cambio.
"Kairos Cosmos. Miembro del ejército atlante y de la Empresa Cosmos, será el investigador que llevará a cabo los diferentes procedimientos por parte de la empresa en busca de respuestas científicas."
Simple y cortó, no hubo muchas palabras y no se dijo otra información ni se señaló ningún comentario o crítica.
La razón era simple.
"¿Qué hace ese hombre ahí?" Dudó Batista con una expresión solemne.
Dueño de la mayor empresa del mundo y la persona que prácticamente estaba detrás de la Ciudad Atlántida.
Un solitario cuyas apariciones públicas eran sumamente bajas y como si fuera poco que ocultaba cada parte de su información.
Era muy raro verlo en las grandes fiestas o eventos públicos y ni hablar de acercarse a él.
"¿Quién sabe? Deberíamos preguntarle a 'él' en la siguiente reunión." Dijo Víctor agitando su cabeza sin entender, siendo misterioso ante la referencia al tercero.
Batista no se sintió satisfecho con esa respuesta.
Una figura importante de ese nivel no actuaría sin razón y más de forma directa.
La Ciudad Atlante tenía un ejército y ese hombre tenía equipos especiales bajo su mando junto a dos rangos SS conocidos públicamente que lo apoyaban.
Como si fuera poco la Empresa Cosmos no tenía accionistas y él era el único dueño, que había logrado 'monopolizar' al Sabio Lucius.
"En el Quinto Portal Abismal hemos obtenido informes de que el Rey de Arabia ha llegado. El 'Titán' tomará el control del portal Abismal y la Iglesia del Orden servirá como apoyo." Agregó el anfitrión y pasando otras imágenes de diferentes diplomáticos, detalló. "En el Imperio Angkor los diferentes diplomáticos de los países vecinos se han reunido para determinar los procedimientos para el Séptimo Portal."
"Ese bastardo ya está en Pakistán… Tendrá menos trabajo, ya que la Iglesia del Orden lo apoya." Murmuró Víctor con una voz fría
Batista le dio una mirada extraña, pero al final lo termino ignorando.
"El Imperio Angkor es el problema. ¿No tenías relaciones con ese lugar?" Dudó Batista y al ver que él era el ignorado, continuó. "Según mis consejeros. Las familias chinas tienen interés en el portal. Precisamente la Familia Xu, que ha tenido problemas con la Empresa Apicius y necesita una gran victoria para recuperarse de sus pérdidas económicas."
Los Portales Abismales eran tratados como un peligro a nivel público y se trataba de dar la sensación de que la humanidad estaba unida.
La verdad era que la complejidad era aún más grande de lo que parecía.
No solo a nivel político, sino que social e incluso económico.
Un rango S obtenía una gran fama a nivel internacional tras salir de limpiar un portal abismal y eso se podía demostrar con Adala la Heroína Nacional de Rumania, quien estaba obteniendo una gran fama.
En un ámbito tan tradicional como China en donde la 'imagen', y el 'prestigio' de la 'familia' era importante, un portal abismal podía ser la puerta para recuperar la grandeza.
En este caso Batista había escuchado que el heredero de la Familia Xu tras la pérdida sufrida durante el torneo internacional enojo a alguien de la Empresa Apicius y esa situación lo llevo a que su familia se debilitara en gran medida.
"Entre todos los portales aquel que representa mayor dificultad es el cuarto portal abismal que se encuentra en América. Según las autoridades de ambos países, el presidente del gigante del norte y el emperador del gigante del sur están llevando una reunión privada entre ambos en este mismo momento." Declaró el anfitrión y dando una mirada grave, señaló. "Todos recuerdan los conflictos y la tensión entre ambos antes de la caída de las mafias y ahora ambos países han vuelto a poner la tensión en el cielo… Esperamos que lleguen a un acuerdo para todos los americanos del continente."
Ante la seriedad de la voz del anfitrión Víctor se rio y abrió otra cerveza.
Batista lo siguió y ambos se rieron al mirarse.
En este lugar no se podía sentir ninguna 'tensión' y tampoco parecía una 'reunión importante', solo parecían dos amigos que se estaban relajando con algunas bebidas.
"He escuchado que tu rival político representa una amenaza para tu reelección." Dijo Víctor y bebiendo un gran trago, dudó. "¿Necesitas una victoria?"
Esa sonrisa entretenida y esa mirada divertida, hizo que Batista suspirara.
"Sí. Falta para las elecciones, pero él ya está en marcha. Quiere poner a los Estados Unidos como el centro de todo y priorizarlo como la base del gigante que se construyó. Ha obtenido mucho apoyo de nacionalistas y que apoye fervientemente a los usuarios de habilidades, lo ha convertido en alguien muy querido… Especialmente por los supremacistas de habilidades." Detalló Batista con cierto fruncir de ceño y dándole una mirada a Víctor, declaró. "He limpiado las mafias de todo el continente y he logrado que muchos corruptos cayeran, pero me gustaría obtener una victoria, para debilitarlo antes de que consiga más apoyo."
Para el público el cuarto portal abismal era un conflicto entre naciones rivales y las negociaciones que supuestamente se repitieron durante varias veces, daba la sensación de ser dos dirigentes que buscaban obtener todos los beneficios posibles en su nación.
Obtener un posible beneficio durante estas negociaciones sería considerado una victoria para el país que lo obtuviera.
Sin embargo, el público se estaba confundiendo en algo.
"Está bien, cederé esta vez." Respondió Víctor con calma y dándole una mirada, invitó. "Vamos a tomar otra cerveza."
No era una reunión en la que ambos se enfrentaban entre sí, queriendo obtener los mayores beneficios, era una reunión de amigos que se conocían durante un tiempo.
Era una reunión entre dos miembros del 'grupo de amigos'.
******
Aurora esquivó una lanza que apenas pudo ver y agitando su espada repelió otro ataque.
Esa misma lanza que había estado a su lado, en el siguiente momento estaba apuntando a su cuello y cuando movió su espada para evitar que la cortara, la fuerza del golpe la empujo hacia atrás.
El enemigo que se enfrentaba no era nadie más que el General McLean quien estaba balanceando su lanza mientras liberaba una enorme presión de rango SS.
Esa presión era bastante impresionante y Aurora estaba sudando debido a la sensación que sentía.
No importa a donde se moviera o cuál fuera su siguiente paso, la presión del General McLean hizo que sintiera que era atravesada por una lanza en cualquier momento y con cualquier acción.
¿Era su imaginación o era real?
Aurora en vez de dejarse llevar por esa presión que la afectaba a nivel psicológico y físico, mantuvo su espada en la mano, preparada para el siguiente movimiento.
"Hemos intercambiado trescientos movimientos y ambos sin usar auras. ¿Pasamos al siguiente nivel?" Preguntó el General McLean de forma seria.
Los intercambios hasta ahora solo eran por medio de las habilidades físicas sin utilizar auras de sus respectivas armas, pero ahora estaba pidiendo dar el siguiente paso.
No era que se sintiera molesto porque alguien de rango S resistió durante un tiempo, sino que la mirada que daba, le señalaba que esta clase de batalla iba a ser más emocionante.
En vez de hablar, Aurora asintió concentrando su atención en su oponente.
Necesitaba estar atenta si deseaba resistir unos minutos.
El General McLean levantó su lanza en el aire y esa lanza empezó a liberar un aura extraña que dio la sensación de que la lanza estaba en movimiento constante.
Aquel que creyera que estaba vibrando, podría morir sin saber qué fue lo que lo había asesinado.
"…"
A una velocidad impresionante, Aurora controló su cuerpo siguiendo sus instintos y poniéndose de costado.
En el momento siguiente una lanza pasos cerca de su mejilla al mismo tiempo que sintió un corte a su espalda.
Ella pudo ver que el General McLean había realizado un solo movimiento, pero estaba seguro de que ambos ataques la hubieran herido si no esquivaba.
Era la 'Lanza Fantasma', ese era el nombre que se le dio al concepto del General McLean como lancero y Aurora concentró sus sentidos.
*Clang*
*BOOM*
*Clang*
Como lancero tenía una gran velocidad, pero el problema era su concepto tan extraño que le daba forma a su aura.
Con un simple empuje, Aurora pudo sentir que era atacada en diferentes puntos y su espada tenía que repeler no solo la lanza principal, sino que una segunda lanza.
Y no importa que el concepto tuviera la denominación de 'fantasma'… No había nada de fantasma.
"¡UGH!"
Soportando el potente corte lateral, Aurora pudo ver como tres lanzas golpeaban al mismo tiempo y en el mismo instante, logrando que su cuerpo retrocediera mientras sus pies se hundían en el piso, destruyendo el suelo.
"Una fuerza digna de un luchador." Murmuró el General McLean con su lanza en su mano.
Aurora que le prestó más atención pudo ver que la lanza del general se había distorsionado y esa supuesta vibración dio la sensación de que había diferentes lanzas en una.
Cuando era atacada, la rapidez dio la impresión de que eran 'imágenes remanentes' que se dejaba en alta velocidad, pero esto no era 'remanente' cada punta era tangible y sólida.
Era el aura condensada que le dio formas a múltiples lanzas, permitiéndole que realizara varios ataques con un solo movimiento.
El General McLean empezó a atacar de vuelta.
De sentir que dos lanzas la atacaban, paso a tres lanzas y luego a cuatro hasta que llego la quinta.
Era demasiado para que ella pudiera ver y su cuerpo en ese punto se estaba moviendo por instinto y experiencia.
Tenía que moverse de tal forma que con un solo movimiento esquivara cinco ataques en diferentes lugares y diferentes puntos de su cuerpo.
Puso en juego su velocidad, reacción y a la vez capacidad de contorsionar su cuerpo para esquivar.
Sin embargo, en el quinto ataque, ella tuvo que crear un domo con su aura celeste pudiendo resistir ese ataque.
Al instante que ella utilizó su aura el General McLean se movió para presionarla.
A una enorme velocidad ese hombre agitó su lanza de múltiples maneras.
Empujes, cortes y barridos que se combinaban y se entremezclaban entre ellos, siendo lanzados en diferentes direcciones con diferentes velocidades.
Aurora solo retrocedió perdiendo terreno mientras realizaba piruetas en el aire, esquivando las lanzas que se multiplicaron.
Hasta que encontró su oportunidad para atacar.
"…"
Su aura celeste rodeo su espada y luego se extendió creando un gran domo celeste para protegerla y las lanzas se incrustaron penetrando en la barrera, pero sin llegar a su cuerpo.
Había tratado de manipular su aura celeste para que el domo fuera más grueso buscando detener la lanzas y no repeler el ataque.
Aurora pudo ver al General McLean y también notó como desde la misma lanza que utilizaba, varias lanzas se extendían en diferentes direcciones, todas pareciendo igual de reales.
Era una vista demasiado extraña, pero ella actuó de inmediato.
"…"
Dejando que su domo se rompiera, el aura celeste se volvió traslúcida y Aurora balanceó su espada con toda la fuerza que su concepto de luchadora le podía dar.
Un brillante corté se extendió, dividiendo su campo de visión y extendiéndose hasta la pared del campo de entrenamiento, rompiéndola en el proceso.
El General McLean se había protegido con su lanza y no recibió ningún daño, pero esta vez había retrocedido varios metros.
"Excelente corte." Dijo el General McLean y dejo caer la lanza de práctica que estaba usando.
Había utilizado su lanza para protegerse y la potencia del ataque dividió la lanza a la mitad.
A pesar de que estaba cubierta con una poderosa aura de ese hombre, su movimiento que normalmente se volvió destructivo, obtuvo una mayor capacidad.
"Todavía no me convierto en una luchadora de rango S, pero estoy empezando a adaptar la fuerza a mi espada." Respondió Aurora con una media sonrisa.
La fuerza de rango S era bastante alta y la había usado a su favor, pero siempre dándole fuerza a su espada en forma directa.
Sin embargo, ahora era diferente.
Trataba de darle fuerza a sus cortes de aura y había logrado un éxito parcial.
La fuerza de luchadora dada por su concepto era alimentada por sus emociones, principalmente el odio, así que la fuerza que podía usar en su espada dependía de su concepto de luchadora.
Saber coincidir la fuerza de su corte y la fuerza de su cuerpo para darle forma a un ataque poderoso y concentrado era su mayor dificultad.
"Una vez que asciendas y te adaptes a la fuerza de un luchador de rango S, te será más fácil atacarme." Comentó el General McLean.
Si normalmente utilizaba la fuerza de una luchadora de rango S y se adaptaba todo el tiempo a ella de forma natural, resultaría más fácil darles a sus cortes de aura una mayor potencia.
Sus maestros eran misteriosos, pero si algo estaba claro, era sobre su capacidad.
Ellos eran muy capaces y le ayudaban a combinar la ventaja de fuerza de un luchador en su espada, que era su arma principal.
"General McLean es hora de la reunión." Dijo un soldado entrando al área de entrenamiento y mirando la gran pared destruida por el corte.
El General McLean se despidió y Aurora dio un suspiro agotado.
Desde el momento en el cual ese hombre empezó a atacar, ella solo pudo atacar una sola vez.
No podía sentirse orgullosa al ser capaz de enfrentarse a un rango SS cuando literalmente no podía hacerle nada a la otra parte.
Era cierto que el General McLean era sumamente fuerte incluso entre aquellos del mismo rango, pero no iba a excusarse con ese hecho.
Después de todo, dentro del portal se podía encontrar un enemigo igual o más poderoso.
No había regla para determinar el enemigo que se iba a encontrar en el interior y si se guiaban por la experiencia previa, entonces era posible que se encontrara un rango SS.
De la misma forma tampoco podía determinarse que solo se encontrara un solo enemigo poderoso y no varios.
Solo faltaba faltaban dos días para entrar al portal y con cada hora, ella se estresaba aún más.
Saliendo del área de entrenamiento y decidiéndose sobre lo que haría, ella se movió rápidamente hasta el edificio en donde residía.
Estaba en el cuartel militar que se levantó en Garissa y había dejado que los demás se encargaran de las diversas tareas y ahora se había concentrado en su entrenamiento.
Al entrar en la sala del apartamento en la cual convivía con su amiga, notó a esa glotona en la mesa revisando cerca de diez anillos espaciales.
"¿Vas a entrenar?" Preguntó Alice al verla apresurada.
"Sí, quiero aprovechar cada momento que tenga para asegurar mis habilidades." Respondió Aurora y dándole una mirada a los anillos espaciales, dudó. "¿Esos serán tus suministros?"
La sombra de Alice se extendió desde sus pies y subiendo a la mesa tragó los anillos espaciales.
"Solo una parte." Replicó Alice sin cambiar de expresión.
Era inútil preguntar que llevaba en esos anillos espaciales cuando esa glotona literalmente estuvo durante estos últimos días buscando comida por toda parte.
Las bebidas tampoco faltaron, pero su prioridad fue la comida y no solo repuso su stock de papitas, sino que viajo por varias partes del mundo en búsqueda de diferentes platos de comida.
Al guardarse en anillos espaciales, los platos mantendrían su temperatura debido a las reglas de conservación interna… Y eso significa que se estaría alimentando con comida que daba la sensación de recién salir de la cocina y que nunca se desperdiciaría.
La expedición de por sí llevaba una gran cantidad de suministros alimenticios para todos y eso significaba que lo que Alice tenía en sus manos, era solo para ella.
"Iré a entrenar, no sé a qué hora volveré." Murmuró Aurora de forma honesta.
Alice solo asintió de forma indiferente y Aurora se fue a su habitación.
Tras activar el artefacto de seguridad y protección que utilizaba, sus alrededores se difuminaron antes de llegar a una sala blanca.
Cuando entró pudo ver a sus maestros viendo su reciente batalla con el General McLean.
Era posiblemente su sistema fuera quien compartió la batalla y por la forma que grababa estaba claro que fue sacado de la cámara del campo de entrenamiento.
"No fue con todo temiendo destruir el campo de entrenamiento, pero su capacidad general es alta." Murmuró el anciano observando al General McLean y dándole una mirada a Aurora, declaró. "Para ganarle necesitas o mucha suerte o una gran distracción. En solitario, solo puedes durar."
La suerte podría brindarle una oportunidad para eliminar a un enemigo de rango SS de múltiples maneras dependiendo de la situación.
Lo más realista era que sucediera gran distracción, pero si el General McLean iba con todo, la distracción necesitaba ser suficiente como para que ella pudiera eliminarlo.
Y eso sin duda no era fácil de lograr.
"Está bien. Me conformaré con durar lo máximo posible y extender el tiempo que puedo resistir." Respondió Aurora con seriedad.
Había pedido entrenar con el General McLean para verificar su estado y a la vez para tener otro individuo que no sea su maestro, como oponente.
Un objetivo de rango SS.
"Iré yo primero." Murmuró el anciano y estirando su mano una lanza simple apareció de repente.
Ese anciano dejo su katana a la anciana que estaba sonriendo y luego balanceó la lanza.
Al principio fueron algunos movimientos simples y si bien se notaba experiencia, al momento siguientes su estilo se volvió muy similar al estilo del General McLean.
La diferencia radical era que no había ningún aura, sino que la rapidez con la que su anciano maestro movía su lanza era lo suficiente como para lanzar varios ataques consecutivos.
Dando una sensación de replicar la capacidad del General McLean.
Solo que, a diferencia de ese general, su maestro se notaba que no se iba a contener en nada.
"Tengo bastante tiempo disponible, así que si usted desea podemos entrenar durante mucho tiempo." Murmuró Aurora dándole una mirada al lugar y al ver que su maestro no entendía lo que deseaba, detalló. "Si hace que la diferencia de tiempo en este lugar sea mayor que la realidad, podría entrenar durante más tiempo."
Su anciano maestro asintió entendiendo y Aurora solo pudo controlar su expresión temblorosa.
Se notaba que ese anciano no encontraba extraño que el tiempo en este lugar pasara diferente a la tierra y que no tuviera ninguna regla como limitador.
Había veces que una hora afuera podían ser un par de horas y otras veces que esa misma hora se convirtiera en un día en el interior del lugar.
No importa cuánto tiempo pasará, ella no sentiría la diferencia de tiempo y no envejecería, hasta había veces que el hambre o cualquier otra necesidad era eliminada por completo.
Resultaba lo mismo con las heridas que se curaban a mayor velocidad.
Esa era una de las razones por la cual supuestamente su anciano maestro podía pasar tanto tiempo en este lugar sin comer en ningún momento.
Claro, a ella esas cualidades le fueron útiles, ya que pudo entrenar durante mucho tiempo siendo bastante joven, permitiéndole tiempo después enfrentar a enemigos que si tuviera otro entrenamiento la derrotarían.
Y al igual que ahora, la ayudó a entrenar aprovechando el poco tiempo libre que tenía de su trabajo… En este caso el poco tiempo que faltaba para empezar los portales abismales.
Era cierto que su entrenamiento no ayudaría demasiado.
Unas pocas horas o incluso días en este lugar no cambiaría demasiado su capacidad general, pero incluso si puliera un poco sus habilidades era suficiente.
Su maestro liberó una presión de rango SS que imitaba a la presión del General McLean… A nivel muy detallista, a pesar de que era capaz de liberar una presión aún más poderosa.
Ese anciano era un experto con su espada, pero si ella hubiera querido usar una lanza o cualquier arma, era muy posible que ese hombre pudiera entrenarla.
Así de capaz era y Aurora sintiendo la fuerza de rango SS que su maestro liberaba, no pudo evitar sonreír.
Necesitaba un maestro fuerte para crecer y ese anciano cumplía de forma total su expectativa.
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