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38.16% The Guardian [Spanish/Español] / Chapter 374: Aterrador.

Capítulo 374: Aterrador.

Clémentine dio su expresión más normal tratando de observar la televisión.

Había dejado su área de entrenamiento tras aceptar la misión que le había dado el monje mayor y ahora estaba en la sala de un hotel en Tokio.

Quien estaba a su lado, no solo era Ryu Sujin que estaba en silencio, sino que un monje llamado Song.

Llevando una túnica de monje oriental diseñada para combate, su expresión era pacífica y calmada.

Era calvo y eso hizo que el triángulo en su frente resaltara dando una sensación de misterio.

Si bien era joven y su edad rondaba los veinticinco años, la sensación de sabiduría que liberaba, lo convirtió en alguien que era difícil acercarse.

Clémentine dejo de mirarlo y dio un medio suspiro.

Ya se había designado fecha para entrar el séptimo portal abismal en Kenia.

A pesar de que, para muchos, era apresurado, luego de que se revelara que otros entraron antes, le dio sentido a la velocidad.

Era por esa razón que Clémentine estaba en este lugar.

Había querido no preocuparse por Aurora y Alice, tratando de distraerse realizando esta misión.

También acepto debido a que si realizaba la misión podía estar fuera del lugar del entrenamiento y era posible estar informada directamente todo el tiempo.

Lamentablemente no todo era ventaja, ya que el viaje para llegar a este lugar fue incómodo y ahora lo seguía siendo.

Ambos compañeros de viaje eran muy pocos habladores.

Song le gustaba meditar todo el tiempo y en cualquier lugar, mientras que Ryu Sujin no solo era poco habladora, sino que daba la sensación de que no le interesaba interactuar.

"Quien lidera ha llegado al hotel." Declaró Song de repente abriendo sus ojos.

Clémentine le dio una mirada curiosa ante esa capacidad.

Ese hombre no se había movido de su asiento y había permanecido meditando en todo momento, pero supo que los demás miembros estaban presentes.

Siguiendo ese monje, se dirigieron al ascensor y luego bajaron a otro piso.

El hotel no solo tenía habitaciones para cada uno de ellos, sino que también tenía una sala de reuniones y otras áreas dedicadas a usuarios de habilidades o grupos completos.

Al salir del ascensor, Song caminó conociendo el lugar de reunión.

Clémentine pensó que el monje conocía la sala de reunión y la había organizado, pero de lo que estaba verdaderamente sorprendida era de que supiera que la otra parte había llegado sin ni siquiera recibir notificación.

Estaba claro que no era algo a nivel de 'sentidos' y si bien ese monje era rango S, que Ryu Sujin pareciera interesada demostró que ella no era capaz de hacer lo mismo.

"¿Quién es la persona que lidera?" Preguntó Clémentine cuando llegaron a una sala de reunión y ver que estaba vacía.

No había nadie en el interior y era muy posible que la otra persona estuviera llegando.

"Es una estudiante graduada de la Academia Aetherium considerada la mejor de su año. Con tan solo veintidós años de edad lidera un gremio japonés de rango medio y realiza misiones no solo en Japón, sino que en gran parte de Asia." Respondió el monje con una mirada simple y antes de que pudiera presentar, preciso. "Ya viene."

Los pasos se escucharon desde el otro lado y luego de un momento se escuchó la voz del asistente señalando el lugar para entrar.

Clémentine pudo sentir la presencia familiar y moviendo su mano, abrió la puerta que la otra parte estaba por abrir.

"¿Akira?" Dudó Clémentine al ver a esa psiónica vestida de traje formal femenino.

Bastante joven y guapa con su traje formal daba la sensación de ser una mujer importante que estaba de negocios.

La expresión solemne que daba solo ayudó a afianzar esa idea, pero Akira al verla dio una sonrisa.

"Esto es una sorpresa." Exclamó Akira riéndose suavemente y dando una mirada a los presentes, dudó. "¿Seremos compañeros o tendré competencia en esta entrevista de trabajo?"

Su sonrisa al dudar la hizo ver que en ambas situaciones estaba alegre de verla.

Akira se presentó a los demás de forma diplomática sin verse perturbada.

Ver ese lado tan sofisticado y carismático hizo que Clémentine observara con gran atención, ya que era difícil compararla con esa jovencita que le encantaba ir de compras.

"Entonces… ¿Dónde está la persona que dirigirá la reunión?" Dudó Akira y al mismo tiempo dirigió su mirada al monje.

Todos los presentes eran psiónicos y pudieron sentir una extrañeza en el monje, pero a diferencia de Clémentine que tembló, Akira y Ryu Sujin dieron expresiones serias.

Los ojos del monje Song se volvieron púrpuras de repente.

"La contratista soy yo." Declaró el monje con una voz femenina y observando a los presentes con sus ojos púrpuras, pudo ver que cada uno daba una expresión diferente y con una sonrisa, declaró. "Solo uno de los presentes no me conoce, así que me presentaré."

El monje se dirigió al frente de todos ellos y dando una mirada a Clémentine, sonrió.

"Algunos me llaman la Bestia Santa de China, otros me conocen como el 'Fénix' y los ciudadanos en china me denominaron Fenghuang. Al final, es lo mismo, hoy los he reunido porque tengo una tarea para ustedes." Declaró el monje con ojos púrpuras brillantes.

La voz era femenina y daba una sensación de indiferencia ante la presentación, pero Clémentine pudo notar como Ryu Sujin y Akira estaban atentas.

No le contó a nadie lo que había visto por miedo y nunca pudo relacionar a la 'Bestia Santa de China' con esa entidad psiónica que había ocupado su cuerpo.

Había algunas noticias sobre esa supuesta 'bestia', pero mayormente todas eran clasificadas por las autoridades chinas y era normal no saber la identidad de la otra parte.

En las redes no había ninguna imagen de la 'Reina del Bosque' y algunas de las poderosas bestias del bosque también estaban muy bien ocultas y eran difíciles saber cómo eran.

Entre los humanos algunos suprimían sus imágenes y un ejemplo era el Arcángel Miguel.

Sin embargo, lo que la hizo temblar fue que no le contó a nadie sobre lo que le había sucedido con esa entidad, que ahora estaba al frente de ella y eso le dificulto reconocerla.

"El equipo fue reunido debido a que tengo una tarea para ustedes." Repitió el monje y observando como los alrededores se distorsionaban volviéndolo irreal, explicó. "El Portal Abismal Ruso trajo espíritus de los Slaran… Sin embargo, hemos recibido algunas noticias recientes de acontecimientos aterradores."

Los alrededores distorsionados empezaron a cambiar trayendo diferentes escenarios que daban la sensación de traer recuerdos de algunos videos.

"En el Santuario de Zerzura un goblin se terminó suicidando tras ser poseído. En un hospital de Alemania un paciente que tenía minutos de muertos revivió matando a los doctores hasta que fue eliminado. En China un monje devoto incendio todo su templo inmolándose a sí mismo junto a sus familiares y creyentes." Narró el monje y dando una mirada los presentes, declaró. "Esto no solo se trata de las almas de los Slaran que entraron a este mundo. Ellos ciertamente despertaron no-muertos en un cementerio o causaron algún pequeño estrago en una mansión embrujada. Pero la mayoría de las almas al ser débiles, entraron al círculo de la reencarnación y solo las almas más fuertes pudieron resistirse a ser llevadas a su siguiente vida."

Clémentine al igual que los demás estaban aturdidos.

Las iglesias informaron de las posibles consecuencias y si bien le gustaba dar información ligera tratando de no extender el pánico, se había visto purificando todos los lugares posibles.

Sin embargo, nadie había escuchado sobre las primeras historias que parecían eventos completamente extraños, pero al azar.

"Algunos de esos eventos pueden deberse a Slaran que poseen cuerpos y actúan de forma irracional, pero uno es diferente… El goblin que se suicidó en Zerzura demostró cierta racionalidad y dio la sensación de que optó por el suicidio tras ver que estaba en el cuerpo de un goblin." Precisó el monje y observando a los presentes, cuestionó. "Si hubiera poseído un cuerpo humano… ¿Ustedes creen que hubiera sido descubierto?"

Esa pregunta estaba señalando que había inteligencia en aquel que poseyó el cuerpo y no era salvaje o irracional como un alma maldita en busca de quitar vidas inocentes.

También estaba dejando en claro una cuestión extremadamente importante.

¿Cuántos de ellos podrían haberse ocultado?

Si alguien tomaba el cuerpo de otro y esa entidad era inteligente, sería bastante fácil ocultarse y tratar de pasar desapercibido.

Y más entre las personas que no estaban pendiente de la situación y desconocían esta posibilidad.

"¿No debemos avisar a las Iglesias? Esto está más allá de mi capacidad." Declaró Akira con seriedad.

Sus palabras dejaban ver su rechazo a la misión y con ello demostró que no dudaba en cuidarse, antes que arriesgarse de forma innecesaria.

"Las iglesias y gobiernos conocen la situación y han estado actuando en secreto. Siendo la Iglesia del Orden quien está llevando un mejor trabajo." Precisó el monje y sin evitar su mirada seria, confesó. "Pero hay algo psiónico en este asunto, aparte de las almas de los Slaran y no he podido descubrirlo, ya que ellos se ocultan de mí."

Sus ojos brillaban de color púrpura de forma demasiado radiante y cada uno de ellos entendía a lo que se refería.

Su presencia a nivel psiónico perturbaba el ambiente y eso que tan solo estaba usando al monje como medio al actuar.

"Su misión será ser una trampa." Dijo el monje y mirando a Clémentine, señaló. "Y ahí está la carnada."

Clémentine se congeló y Akira dio un paso más cerca para protegerla, pero el monje mantuvo su mirada en ella.

Esos ojos púrpuras brillaban de forma misteriosa y la fuerza mental de la otra parte, era palpable a través de sus sentidos.

"Tienes una excelente capacidad y afinidad para ver el 'Velo' y el otro lado. Esa capacidad te da ventaja, pero también te pone en riesgo al invitar otras entidades que se acerquen a ti. Como lo hice yo." Precisó el monje y dándole una mirada seria, preguntó. "¿Por qué no avisaste a tu familia de tu encuentro conmigo? Jacob Delacroix, tu padre es un rango SS y tu hermano Regis Delacroix es Capitán de los Ejecutores del Orden miembro de una gran iglesia… Pero aun así te quedaste callada."

La expresión de Clémentine palideció ante lo que estaba sugiriendo.

¿Era miedo por lo cual no le dijo a su padre sobre lo que le había sucedido?

¿Era porque confiaba que esa entidad que en ese momento desconocía no iba a hacerle daño?

¿Cuál fue la razón por la cual no le revelo a Aurora, a su padre o hermano?

La primera estaba relacionada con la Iglesia del Tiempo y el Espacio y la podía ayudar, su hermano era un rango S, pero era Capitán de los Ejecutores del Orden de la Iglesia del Orden.

Y su padre era un poderoso psiónico de rango SS que podía ser considerado aterrador a su propia manera.

¿Qué peligro podría haber si dos poderosas iglesias se enteraban o su padre descubría la verdad?

Ninguno, es más, era todo lo contrario.

Si la situación fuera preocupante su padre y hermano moverían todos los contactos para protegerla y hasta podrían ponerla en el resguardo de la Iglesia del Orden.

En cuanto a Aurora, estaba segura de que ella trataría de ayudarla.

Clémentine palideció delante de todos los presentes y la razón fue que pensó en una posibilidad… Y el monje sonrió.

"De esa forma actúan aquellos que están en el 'Plano Astral'… Se acercan y causan miedo, dejando pequeñas semillas en tu consciencia. 'No hables de mí', 'contáctame de vuelta', 'ofréceme tu vida' o 'entrégame tu cuerpo'." Dijo el monje y dando una sonrisa, susurró. "Te atraen lentamente haciéndote creer que cada acción que tomas es por voluntad propia y antes de que te des cuenta… Ya no eres tú misma."

La respiración de Clémentine se hizo pesada al sentir ese temor que la empujo a no decirle nada a nadie.

En su mente se estaba dividiendo de sus verdaderas emociones, de su verdadero miedo y al apartarse, pudo sentir cuáles de sus emociones eran reales.

El miedo estaba presente, pero este era un miedo que la hacía querer llamar a su padre llorando para que la viniera a salvar.

"Es suficiente." Intervino Akira y al momento siguiente Clémentine sintió un suave abrazo.

Al darse cuenta de esa sensación tan cálida, ella observó sus manos y se dio cuenta de que estaba temblando.

Su cuerpo se sentía gélido y sus dientes castañeaban de forma incontrolada.

"Akira por eso te contraté. Eres una excelente estudiante y eres capaz de intervenir incluso cuando te enfrentas a alguien más fuerte… Sin temor a lo que te pueda ocurrir." Dijo el monje con una sonrisa a Akira y volviendo su mirada a Clémentine, precisó. "Pero ella eventualmente avanzará de rango y llegado al momento tendrá una gran cercanía al Plano Astral… Es inevitable, así de alta es su capacidad."

La respiración de Clémentine se hizo pesada, tenía miedo de que algo como antes volviera a suceder.

Estuvo por semanas creyendo que nada le sucedía, que todo ese encuentro era algo del pasado, pero en todo momento… A cada segundo no importa en donde se encontrará o que hiciera, estaba siendo guiada como si fuera un títere.

¿Qué hubiera pasado si se encontraba con una verdadera entidad malvada?

Podría haber hecho que se suicidara, que asesinara a alguien o peor aún, que matara a sus amigos y familiares, pensando en todo momento que hacia lo correcto.

"¿Sientes miedo? Eso es lo que sienten todos los humanos normales en este momento. Ahí afuera es posible que se encuentren algunos seres que ocupan cuerpos que no son de ellos, susurran palabras y guían las acciones de otros. ¿Si siente miedo un rango A que está cerca de ascender a rango S, que sentiría un humano normal?" Preguntó el monje y dando una mirada seria, pidió. "Clémentine sé mi cebo. Te enseñaré como defenderte y cuando llegue el momento en el que vayas al otro lado… Podrás regresar en una pieza o al menos darte cuenta antes de que no eres tú misma."

******

Aurora frunció el ceño releyendo los mensajes de Akira y Clémentine.

La primera le preguntó sobre lo que había sucedido en el Santuario con el goblin que se suicidó.

Esa información había sido clasificada y puesta entre la más alta jerarquía, pero Aurora lo terminó contando, ya que la otra parte parecía tensa.

Al final Akira y Clémentine que se habían encontrado de forma inesperada, le contaron lo que le había sucedido.

La Bestia Santa de China había controlado el cuerpo de Clémentine y en ese momento la había ayudado, pero también le había dejado algunas 'semillas' para manipularla.

Su intención no parecía maligna, sino que daba la sensación de una existencia poderosa que había encontrado algo divertido y se estaba entreteniendo, actuando como un consejero.

Sin embargo, la situación cambio ahora en donde esa existencia le reveló la verdad y le pidió a Clémentine que sea el cebo para una misión que estaba llevando.

Revelándole información importante.

No solo había almas poderosas de los Slaran rondando en este mundo y que se resistían a ser atraídos por el Río de la Reencarnación, sino que también podía haber algo psiónico relacionado con todo.

Aurora había pedido información y la Cardenal Brousseau le confirmó sobre algunos accidentes relacionados con las almas de los Slaran.

Ya no solo eran no-muertos, sino que eran situaciones más extrañas y peligrosas.

La Cardenal Brousseau no le había informado de esas situaciones debido a portal abismal al cual estaba por entrar.

Tampoco se informó al mundo a causa del pánico que se podría extender.

Cualquier persona común podría estar indefensa ante algunas almas poderosas de los Slaran y si los informes eran ciertos, gran parte de las almas estaban trastornadas debido a la situación en la que se encontraron en su mundo.

Si unas de esas almas trataran de poseer el cuerpo de alguien inocente, era posible que esa persona terminara asesinando a sus seres queridos, amigos o familia.

Era por eso que se trató de mantener silencio del tema mientras las iglesias se movían para proteger a todos.

"Te ves linda, incluso preocupada."

Una voz sonó cerca de ella y Aurora dio una mirada a Cithrel que estaba presente.

Había llegado hace unas horas y debido a lo que sucedió, se hizo a un lado dejando que Aurora pudiera hablar con la Cardenal Brousseau y comunicarse con Clémentine y Akira.

Las iglesias habían sido informadas y Akira había vuelto a su gremio mientras que Clémentine había ido a su casa con su padre.

La Bestia Santa de China no mostró malicia, solo le dio una misión, dejando ver los objetivos y los términos, ofreciendo recompensas jugosas y dejando que cada uno de ellos lo pensara.

Había demasiadas preguntas no solo relacionado con la tarea, o lo que estaba sucediendo, sino que incluso con esa Bestia Santa.

¿Era una bestia mágica que había despertado de forma psiónica o fue llamada 'Bestia Santa' por otras razones?

Esa era una de las menores preguntas que tenía.

Dándose cuenta de que se estaba volviendo a distraer, Aurora dio un suspiro.

"Lo siento, estoy un poco preocupada por todo." Murmuró de forma innegable.

Una semana había pasado desde que el séptimo portal abismal apareció y este era el último portal en aparecer, pero el primero en el cual una expedición oficial entraría.

La fecha había sido designada y que apareciera un problema relacionado con sus amigas, la hizo preocuparse aún más.

No sabía cuánto tiempo estaría en el interior y no podría estar afuera para apoyar a sus amigas si se encontraba con complicaciones.

"Ellas son adultas. No deberías preocuparte." Dio Cithrel y dándole una sonrisa, comentó. "Además, se nota que esa calamidad la protegerá a pesar de que la está utilizando de carnada."

Aurora le había contado todo debido a que esa princesa, no era para nada simple y podía ser de ayuda dando otra perspectiva o de forma más directa.

La Bestia Santa de China no tenía malicia… Eso era lo que hizo ver.

Pero que manipulara a Clémentine incluso como una enseñanza causo miedo y Aurora le había pedido varios favores a la Cardenal Brousseau, logrando que se enviara otro cardenal de la iglesia a Akira.

En cuanto a Clémentine, su padre y hermano estaban muy relacionados con la Iglesia del Orden y el Cardenal Auguste había ido para encargarse de ella personalmente.

"Creo que tus preocupaciones deberían centrarse en otro tema. Vas a ir a un portal abismal y no sabes lo que hay del otro lado e incluso no sabes lo que hicieron aquellos que entraron antes." Declaró Cithrel y dándole una mirada seria, precisó. "Deberías preocuparte más por ti misma."

Su tono y voz solemne logró que Aurora no supiera qué decir.

Era imposible refutarla, ya que el peligro en el cual se estaba adentrando era incierto.

Entrar al portal abismal preocupándose por otra persona era imprudente y podría hacer que ella cometiera errores, y esos errores podían costarle su vida o la de alguien a su alrededor.

"Lo sé. Solo que es inevitable." Murmuró en respuesta.

Ella también se estaba adentrando a un gran peligro y sabía que a las personas cercanas estaban preocupaba por ella… Al igual que a ella le preocupaban los demás.

Todo dependía de la elección de Clémentine y Akira en este caso.

Era su decisión tomar o no la misión, comprobando los peligros, las consecuencias y los beneficios.

Respirando hondo de vuelta, ella dejó salir su preocupación.

"¿Por qué has venido? ¿Pensé que estabas en tu búsqueda? ¿Tuviste éxito?" Preguntó Aurora cambiando de tema.

Cithrel había llegado de repente sin avisar de que vendría y como fue atrapada en un momento complicado, no le pudo preguntar la razón.

"Mi búsqueda ha avanzado. He logrado encontrar quien está detrás, al menos en parte." Respondió Cithrel y al ver la curiosa, especificó. "La Iglesia del Tiempo y el Espacio ha encubierto gran parte de la información y posiblemente ellos sepan sobre el paradero de la esposa de Frank Crawford y su hija menor."

Al escuchar esas palabras Aurora asintió para sí misma.

"Los programas para resguardar la información son muy rigurosos. Al menos que alguien se infiltre a su sistema de seguridad y robé la información no podrás conseguirlo." Detalló Aurora y dándole una mirada, dudó. "Incluso si lo pides, te rechazaran. ¿Qué tal si le pido a la Cardenal Brousseau que me haga un favor?"

Como alguien que estaba dentro de esos programas conocía mejor que nadie la seguridad que se ejercía a la hora de proteger a individuos clasificados.

No sabía la razón por la cual la hija y esposa de un antiguo funcionario estaba entre los protegidos, pero la guerra civil estadounidense fue caótica y era posible que Frank Crawford moviera contactos antes de morir.

Cithrel le dio una mirada extraña tal vez por su confianza al pedir información.

"¿Rechazarán a la Princesa Heredera del Imperio Falion?" Dudó Cithrel con un tono arrogante y de sorpresa falso, entonces al verla reír, dio una gran sonrisa y comentó. "Has pedido demasiados favores hoy. Es mejor que lo intente primero. En caso de que no consiga nada, te pediré tu ayuda."

Era difícil decir si ella tenía confianza en su estatus y su capacidad o simplemente quería intentarlo por su cuenta primero antes de pedir ayuda.

Independientemente de la razón, Aurora asintió con comodidad.

"Si quieres puedes intentarlo. Esperaré hasta que entre al portal abismal y si todavía no me pides ayuda, le pediré el favor a la Cardenal Brousseau." Dijo Aurora con tono serio y al ver que Cithrel le sonreía, explicó. "No te preocupes. Mi madre siempre me dijo que si necesitaba algo lo pidiera a la iglesia."

Su madre había dicho esas palabras, pero Aurora ocultó la otra parte… La parte en la cual su madre se quejaba de que con tanto trabajo que hizo, la iglesia le debería durante toda su vida.

Su madre y padre eran antiguos miembros importantes de la iglesia, así que podía conseguir lo que deseara desde ese lado.

"Suenas dominante. Me gusta." Dijo Cithrel con una risa divertida y levantándose de su asiento se acercó a la mesa de su oficina y anunció. "Entonces yo también seré igual."

Lo dominante venía a que Aurora se expresó de tal modo que no esperaba la aceptación del otro parte.

Elevando su guardia ante el caballero galante pensando en que actuaría de forma coqueta, Cithrel sacó dos cofres y un anillo espacial.

Al abrir los cofres, la expresión de Aurora tembló de una forma muy diferente.

"No entiendo para que son las notas, pero si esas gemas son regalos, entonces no lo aceptaré." Bromeó Aurora con una risa, pero Cithrel dio una mirada seria.

Pasando el anillo espacial, la expresión de Aurora también se volvió solemne al ver que había dos altares en el interior.

"Las gemas son especiales. Sirven como sacrificio para la Diosa de los Espíritus, la Luna y la Noche y las notas son de hechizos y sirven como un sacrificio para la Diosa del Conocimiento." Reveló Cithrel y con una mirada firme, indicó. "Si te encuentras en problema, realiza los sacrificios a ambas. Ellas son Diosas muy poderosas en Terra nova y te ayudarán si es posible."

Su mirada solemne y firme llevaba una seriedad demasiado alta.

"Sé que no crees en ellas y eso no importa. Me he encargado de pedir que la primera vez que reces, ellas te respondan." Determinó Cithrel y al ver que su expresión se volvió solemne, explicó. "No te preocupes, no es que haya vendido mi alma o algo así. Como la heredera del Imperio Falion y la hija de la Emperatriz del Imperio Lunar, he tenido contacto estrecho con esas existencias."

Aurora le dio una mirada seria por un momento y se mantuvo de esa forma, hasta que dio un suspiro.

"Lo haces ver demasiado fácil." Señaló con una mirada extraña.

Se le había dado los materiales de sacrificio, los altares y se dejó en claro que las existencias estarían atentas para responderle.

Y a pesar de que la mirada de Cithrel era seria, dio la sensación de que todo fue una tarea fácil y el único problema era que Aurora rechazara.

"¿Has rezado alguna vez a un dios? Si quieres te enseñare como hacerlo." Bromeó Cithrel con una risa divertida.

"Sí, he rezado antes." Respondió Aurora sorprendiendo a Cithrel y dando una sonrisa, declaró. "Lo aceptaré. No estoy muy segura de la situación y sinceramente cualquier ayuda será conveniente."

Su respuesta tan seria hizo que Cithrel pasara de sorpresa a felicidad y luego diera un suspiro.

Este iba a ser su primer portal en el cual entraría por voluntad propia y Aurora estaba ansiosa.

Si bien había visto que sus compañeros eran confiables y algunos lo conocía a la perfección, todavía seguía preocupada y no solo era por la situación del otro lado, sino que también por haber aceptado a Kairos.

No iba a dejar que a su único pretendiente le pasara algo.

Era por tal razón que había aumentado su entrenamiento con sus maestros y esos ancianos demostraron lo aterrador que podían ser.

No era como si un entrenamiento espartano repentino la ayudara de repente, pero era bueno para afianzar lo que había estado construyendo durante todo este tiempo atrás.

En cada portal abismal había un peligro de rango SS y si bien esta vez la Cardenal Najjar iba a ir con ellos, no sabía lo que se encontrarían.

"Hay que aceptar que los amigos se arriesguen…" Murmuró Cithrel aplicando lo que ella misma había estado pregonando y dándole una mirada curiosa, preguntó. "Cuanto faltan para que entren?"

¿Cuánto faltaba?

"En unos días luego de que informen públicamente sobre los miembros de la expedición." Respondió Aurora con seriedad.

Solo faltaba unos días antes de entrar al portal abismal.


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