Aurora revisó los documentos mientras que en su escritorio estaba un plato de comida.
Estaba verificando el quinto y sexto portal abismal, que aparecieron en lugares diferentes.
A diferencia del cuarto portal abismal, que tenía complicaciones para ser encontrado, estos portales estaban en áreas deshabitadas, pero no tan problemáticas.
El problema era que al quinto portal lo trataron de ocultar y ese portal se encontraba en la Ciudad Quetta en Pakistán.
Después de la guerra europea-demoniaca y la paz con los demonios, fue la India quien controlaba Pakistán y tenía fronteras con la tierra sin ley.
Ellos al no poder soportar la carga de defenderse en contra de los demonios decidieron ceder esas tierras no a los demonios, sino que a magos.
No cualquier mago, los nigromantes que tras la Calamidad No-Muerta fueron mal vistos en todas partes, a pesar de que ellos no tuvieron nada que ver con el asunto, decidieron participar en esa guerra.
Otros magos también se unieron especialmente aquellos que eran mal vistos por la sociedad.
Aquellas magias que resultaban extrañas o perturbadoras e incluso que eran prohibidas en algunos lugares, podían ser ejercidas en esas tierras.
Recientemente se convirtieron en una 'Magocracia' en donde eran los mismos magos quienes tomaban las decisiones al gobernar.
Sin embargo, entre tantos magos de la zona, había algunos que eran ambiciosos y deseaban obtener todo a su favor.
Ellos fueron quienes decidieron tratar de ocultar el portal abismal y controlarlo.
La razón por la cual se descubrió se debió a que al igual que en cualquier sociedad los magos tenían conflictos entre ellos y fue gracias a esos conflictos que aquellos que trataron de ocultarlo fueron delatados.
El problema era la cercanía de las tierras sin ley, cuyos demonios muy seguramente desearían ver esos portales por sí mismo.
"Esa 'magocracia pakistaní' tiene un fundamento de neutralidad y su relación con la India es alta. La cooperación es posible."
Una voz vino del frente de ella y Aurora levantó su cabeza para mirar a Kairos que estaba proyectado al frente de ella.
Tenía trabajo y necesitaba investigar estos nuevos portales, pero esta vez no quiso dejar de hablar con Kairos y fue por tal razón que lo llamó.
La idea era comer con él durante el almuerzo y el problema fue que su trabajo también intervino y la distrajo.
Aun así, el joven no se enojó o molesto, sino que fue todo lo contrario, se unió a ella.
"El número de Archimagos es alto en esa área y los nigromantes tienen una ventaja en números. Los demonios no se acercarán de forma abierta." Supuso Kairos por su parte.
Era una suposición racional.
"Sin embargo, lo harán. El portal abismal está muy cerca y no todos los magos son agradables. Si creen que tienen la ventaja pueden actuar." Dijo Aurora y frunciendo el ceño, dudó. "Además, no sabemos de lo que son capaces. ¿Qué es lo que sucede si ellos pueden entrar como en las mazmorras?"
Cuando aparecieron las mazmorras temporales fue un asunto bastante llamativo como con los portales abismales.
Si bien la complejidad era diferente, las mazmorras temporales podían llegar a ser de alto rango y era posible que aparecieran de rango S e incluso mayor si las condiciones se cumplían.
Esas mazmorras tenían una sola entrada y salida, así que en áreas de conflicto se luchaban por ellas… Hasta que alguien desarrolló la manera de conectarse sin que otros lo sepan.
Creando una segunda pequeña entrada.
Eso sucedió durante su tiempo en la academia con ese ataque del demonio, que trato de hacer que la mazmorra se desbordara.
¿Era posible que ocurriera lo mismo en los portales abismales?
"Los demonios actuaron en Rumania. Es posible que lo hagan en otras áreas… No, no necesariamente necesitan ser demonios. Los sectarios lo harían por su dios." Murmuró Kairos con seriedad y dando una expresión pensante, supuso. "Y si llega ese caso y el peligro interno se encuentra con el detonante correcto… Sería difícil saber lo que sucederá."
Este mundo era misterioso.
Dejando los poderes de los dioses de lado, los psiónicos eran extraños y bastante misteriosos, los magos tenían secretos bien guardados y con su conocimiento podían ser aterradores.
Los espadachines, luchadores y demás parecían simples, pero también tenían lo suyo.
Ella misma podía poner sus emociones en su espada para que su aura tomara una forma predeterminada… Ese concepto de artista era sumamente extraño y era posible que hubiera otros conceptos igual de raros.
Las palabras de Kairos hicieron que la expresión de Aurora se volviera más seria de lo normal.
¿Qué hubiera sucedido si sectarios entraran en el portal abismal francés y se encontraran con esa 'voz' que seguía Svenak?
Dependiendo de la secta era posible que ayudaran para el 'descenso' o decidieran que sería agradable liberarlo, tan solo por el simple hecho de querer ver al mundo arder.
"Según los estudios preliminares, al parecer hay una diferencia de tiempo desde la aparición del cuarto, quinto y sexto portal. Siendo el sexto el ultimo." Informó Kairos cambiando de tema y al ver que ella pasaba página, explicó. "El sexto portal se encuentra en Port Blair en la Isla Andamán que actualmente pertenece al Imperio de Angkor."
Siguiendo las tendencias de unión y unificación, Birmania, Laos, Vietnam, Camboya y Tailandia se unieron y conformaron el Imperio de Angkor.
A diferencia del Imperio Sudamericano en ese lugar el 'Emperador' no fue alguien que lo unifico por completo, sino que esa forma de gobierno fue determinada a posterior.
Era una monarquía electiva en donde los gremios, los presidentes elegidos por el pueblo de cada antiguo país y los generales, elegían a su emperador entre los poderosos del lugar.
El 'Emperador' tenía el deber y la obligación de defender a su nación y para verificar que protegiera a su gente, cada individuo hacia un voto solemne con los Dioses de la Tierra.
Tenían un periodo de duración, aun así, tal forma de organizarse fue efectiva hasta el día de hoy.
"Hace años tenían un rango SS, que iba a ser el emperador, pero terminó muriendo al luchar contra una bestia de rango SS. Ahora en la actualidad quedan solo rangos S en esa nación." Contó Kairos y dándole una mirada, detalló. "Si es tal como se dicen y necesitan un rango SS para enfrentar a los portales. El Imperio de Angkor tiene sus rangos S, pero no creo que tenga la capacidad de contratar un rango SS. Al menos hasta que otros países lo apoyen."
Aurora no sabía mucho de historia y si bien recordaba un momento en su infancia, cuando la tendencia de unirse entre países estaba en auge para enfrentarse a los jugadores, la naturaleza sin control y el 'Caos', estaba muy lejos de ese tiempo.
Tampoco conocía mucho de los países asiáticos, su área de movimiento siempre fue mixto incluso como la 'Primera Heroína', aun así, lo que le importaba era ayudar y trataba de alejarse de todo lo relacionado con la política.
Ahora era diferente.
"¿Vas a intentar participar en alguno de ellos?" Preguntó Kairos con cierta curiosidad.
Su mirada era seria queriendo saber la verdad y Aurora no quiso engañarlo.
"Eso deseo. No creo que me acepten para entrar incluso si pido que la Iglesia del Tiempo y el Espacio actué. Aun así, creo que podría ser de utilidad en Pakistán." Respondió Aurora y dándole una mirada, comentó. "Tratar de proteger el área es una forma de ayudar."
No tenía fama, ni reputación como para que otros la dejaran hacer lo que deseara.
Sus contactos podían ser altos e importantes, pero todo dependía de la otra parte que podía o no rechazar su ayuda.
Sin embargo, independientemente de la razón, ella ya estaba lista para ahondar en esos temas y mantenerse muy cerca.
"¿Estás preocupado?" Preguntó Aurora al ver que Kairos daba una mirada seria.
Era posible que, si les revelara su deseo a sus amigos, ellos se preocuparan por ella y trataran de hacer que cambiara de opinión.
¿Lo lograrían?
Aurora estaba decidida en avanzar un poco más lejos de lo que antes y para eso se estaba esforzando tanto, no deseaba ser detenida en este momento.
Kairos dio una sonrisa al ver su expresión.
"Sí, estoy preocupado, pero estaba pensando en otro tema." Respondió Kairos y dando una mirada dudosa, preguntó. "¿Cómo puedo ayudarte sin que me rechaces? No soy tan simple como parezco, puedes usarme como quieras."
Sus palabras llevaban algo de seriedad y a la vez timidez, estaba pidiendo esa cooperación que siempre estaba presente en ese 'tipo' de relación.
Aurora dio un suspiro para sí misma.
Entendía que ella misma era muy cerrada al apoyo de otros y a la ayuda, priorizando su trabajo por su cuenta y siempre tratando de cargar las consecuencias a su manera.
La otra parte deseaba ayudarla y a la vez temía cruzar una línea que le molestara, era por eso que preguntó honestamente.
Era alguien que estaba dudoso de cada paso que daba y Aurora lo comprendía, porque era igual.
"Al parecer mi hermana tiene razón con lo que dice." Dijo Aurora y dando una sonrisa juguetona, murmuró. "Ya me estás pidiendo que te use… ¿No crees que es demasiado apresurado para nosotros?"
Su tono ambiguo y juguetón fue combinado con ella misma levantando su ceja dando la sensación inquisidora.
Kairos tosió y desvió la mirada volviéndose rojo.
Aurora al verlo dejo de pensar su trabajo y sonrió disfrutando.
¿Qué podía decir? Era pésima para tratar de 'crear' una relación, pero se esforzaba.
Ahora mismo que aceptara 'cenar' en una videollamada con la otra parte como si fuera una cita, fue el ejemplo más claro de su esfuerzo… A pesar de que termino hablando de trabajo.
¿Por qué Kairos gustaba de ella?
¿Si la viera en el trabajo él seguiría gustando de ella?
¿Cuál de su lado era el mejor?
Las preguntas llegaron a su mente.
En su cita se podía ver como una persona diferente, pero en su trabajo también lo era… Ahora mismo lo estaba revelando.
Era alguien que priorizaba su trabajo dedicándole gran parte de su atención.
Y Kairos aceptaba ese lado de ella disfrutando incluso los pequeños momentos que le concedía.
Esa era la razón por la cual hizo que Aurora se esforzara.
"Está bien, puedes ayudarme abiertamente." Dijo Aurora sin sentir ese rechazo a la ayuda que a veces había sentido.
Esa incomodidad y ese sentido de devolución que incluso a veces llego a tener con su propia hermana.
Le gustaba no tener ese sentimiento y que todo pareciera natural, era por tal razón que sonrió suavemente.
"Excelente. Te ayudaré a responder esa pregunta que me hiciste. ¿Te parece bien?" Dudó Kairos con una gran sonrisa.
Daba la sensación de ser un niño alegre que le acababan de dar permiso para salir a jugar y Aurora no negó que se veía muy encantador.
Le había hecho la pregunta que su maestro le dejo y que ahora la tratara de ayudar a responderla fue algo alegre.
Aurora asintió lo que hizo que Kairos se volviera más animado.
"Para descubrir tal respuesta necesitamos actuar directamente. Preparar la tecnología necesaria… Es lo principal." Murmuró Kairos con tal emoción que logró que Aurora parpadeara de forma extraña.
¿En qué estaba pensando?
El problema no era ese, el problema era… ¿Tenía límites?
A veces se olvidaba de su estatus, debido a que tal cosa no tenía interés para ella, pero ese joven era el dueño de la Empresa Cosmos, que tenía bajo su mando una ciudad y cuya tecnología era algo que nadie tenía.
Aun así, al verlo hablar tan animadamente sobre los preparativos, Aurora no pudo decir nada.
Esa sonrisa, esos ojos brillantes y esa emoción en su voz al tener permiso para ayudarla fue demasiado encantador para ser interrumpido.
Y ella lo disfrutó.
******
En medio de la noche dos hombres caminaron por los callejones de la Ciudad Garissa en Kenia.
"La electricidad ha vuelto a llegar y también el agua. Cada vez me está agrando más el Señor de Mombasa." Dijo el más joven de los hombres.
"¿El Señor de Mombasa? Por favor, quien trajo la maquinaria y prestaron los robots para la infraestructura fue la Empresa Apicius." Rebatió el mayor y riéndose, declaró. "El Señor de Mombasa solo es un títere del Rey de Madagascar."
La expresión del joven tembló y se volvió algo pálida, haciéndole la señal de silencio.
"¿Qué? No me voy a callar. Todos los Señores de la Guerra son lo mismo. El Terror Somalí fue una mierda, pero este, aunque se porte mejor tampoco es muy agradable." Dijo el hombre mayor sin temor.
"Pero es lo único que tenemos." Respondió el joven y dándole una mirada, comentó. "Es mejor que bajes la voz. El trabajo que vamos a hacer es para el Gremio Tower, pero ellos estuvieron sirviendo al Terror Somalí y solo cuando todo acabo, se rindieron al Señor de Mombasa."
El hombre mayor se quedó callado y ambos volvieron a caminar por los callejones hasta que llegaron un área de almacenes.
La torre de seguridad del gremio lo dejaron pasar cuando le informaron del trabajo.
"Sé que eres partidario de Zerzura… A mí también me hubiera encantado que la ciudad comenzara aquí, en vez de en Chad. Todo hubiera sido diferente." Murmuró el joven en voz baja.
El hombre mayor dio un suspiro.
Era cierto que insultaba al Señor de Mombasa, pero comparado con el Terror Somalí, el primero era mucho mejor.
Claro, cuando ambos señores de la guerra se comparaban con Zerzura, todo volvía a cambiar para mejor.
Kenia estaba progresando y apuntaba a convertirse en un 'reino' con el antiguo 'Señor de Mombasa' como 'Rey'.
Ese cambio en la forma de gobierno fue el menor de los temas, ya que los verdaderos cambios sucedían en las ciudades y pueblos del área.
Era en esos lugares en donde volvieron a tener electricidad y agua potable junto a un alcantarillado actualizado.
De noche en algunas zonas se podía ver a los robots y drones que vinieron de Zerzura, trabajando.
En otras partes los soldados de Zerzura limpiaban el terreno, eliminaban nidos de monstruos e incluso protegían el área.
La milicia del Señor de Mombasa estaba siendo entrenada con el ejército de la Ciudad Zerzura que era considerado más profesional.
El Gremio de Mercenarios que se instaló en Mombasa estaba planeado crecer en todas las ciudades de Kenia abriendo sucursales.
Por otra parte, el Gremio de Aventureros tampoco se estaba por quedar atrás y deseaba expandirse por la zona.
Abriendo programas para aventureros experimentados o entrenamiento para novatos.
"La única razón por la cual trabajo para este gremio, es porque quiero que mi hija vaya a la universidad." Murmuró el hombre mayor.
Antes nunca hubiera imaginado que eso fuera posible, pero recientemente se hab��a vuelto posible.
"Abrirán una escuela y una universidad en Mombasa, ¿no?" Dudo el hombre más joven.
"Sí. Mi hija está emocionada. La escuela y la universidad son de Zerzura y se estudiará por medios holográficos. Como todo lo paga la Empresa Apicius, cualquiera puede asistir. Sin embargo, Mombasa es el lugar más seguro y será caro vivir en ese lugar." Respondió el hombre mayor con una sonrisa.
La Ciudad Zerzura era un gran lugar para los refugiados e incluso con el tiempo, los refugiados eran bien aceptados.
La escuela y la universidad que trataban de abrir en este lugar estaba presente en la Ciudad Zerzura en modalidad presencial, pero en Mombasa iba a ser una modalidad holográfica.
No había que pagar las cuotas universitarias, ya que la institución era financiada por la Empresa Apicius y esa multinacional abría muchas puertas.
"Mi hija apunta a una beca y también su objetivo es que sea notada por los profesores. Quiere trabajar para la empresa." Señaló el hombre mayor con una sonrisa orgullosa.
Las becas estaban disponibles y la empresa conectaba a los mejores estudiantes con diferentes empresas aliadas, áreas de trabajos, otras universidades y academias.
A la vez que los estudiantes podían terminar trabajando para la empresa, que a su vez estaba conectada con Zerzura.
El joven se rio al ver su orgullo y ambos avanzaron a otro almacén.
"¿Este es tu compañero?" Dudó el encargado del almacén y cuando el joven asintió, declaró. "Trabajen juntos. Ten cuidado. La atmosfera de los altos mandos se siente rara y ellos han ordenado que todos los trabajadores hagan su trabajo y se vayan."
Ambos asintieron y el encargado se fue dejándolo en un almacén.
Ellos dos se miraron e hicieron su trabajo siguiendo la advertencia al pie de la letra.
Estaban trabajando de noche en un almacén de un gremio que estuvo bajo el Terror Somalí… Estaba claro que su deber era trabajar sin preguntar.
Eso hicieron.
Bajaron las cajas de un camión y lo movieron a otros almacenes con cuidado.
El hombre mayor solo activó su reloj holográfico y miró la hora con calma cada vez que terminaba una parte de su trabajo.
Aun así, la atmosfera podía sentirse extraña.
El silencio era una preocupación, pero la alta seguridad de los alrededores era un tema serio y el problema era que incluso había algunos patrulleros.
El joven los conocía así que charlaba y lo saludaba, pero el mayor lentamente se estaba volviendo tenso.
Esos patrulleros no sabían por qué vigilaban y eran bastante sinceros al culpar a sus jefes por hacerlos trabajar durante la noche.
Cuando estuvieron por terminar el trabajo el hombre mayor se dirigió al baño.
Como no deseaba ir al baño que estaba en la entrada, decidió ir al lado de unos almacenes que estaban en silencio y su expresión tembló al sentir una sensación ominosa por su piel.
Tal sensación era demasiado extraña y sin dudarlo se acercó al lado del almacén en donde provenía.
Su curiosidad ganó por sobre su cautela y al ver que había unos cajones, se subió en ellos para mirar por la ventana.
Cuando llegó a la cima, su expresión tembló de forma indescriptible al ver lo que estaba en el interior.
El almacén era grande y en el interior se encontraba un portal oscuro que temblaba con sutilidad.
Era un portal abismal.
El hombre con una expresión temblorosa se bajó de las cajas y alejándose del lugar, abrió su reloj holográfico tocando la aplicación de emergencia que le habían dejado en su otro trabajo.
"¿Qué haces aquí?"
Cuando estuvo por detallar lo que vio, escuchó una voz a su espalda.
"¿No te dijeron que no vayas lejos?" Preguntó uno de los patrulleros y al ver que tenía su reloj holográfico encendido, cuestionó. "¿Qué estás haciendo?"
El hombre mayor tembló un momento y luego se quedó tenso.
"Estaba…" Dijo mostrando la pantalla de su reloj holográfico.
La pantalla no reveló lo que estaba escribiendo, sino que mostraba algunas páginas para adultos muy conocidas.
La expresión del patrullero se quedó aturdida.
"Tch. Espera hasta llegar a tu casa antes de hacer tus cochinadas." Ordenó el capitán de la patrulla mientras que los demás miembros se reían a carcajada.
El hombre mayor dio una mirada de vergüenza y se fue rápidamente.
Al llegar a su lugar de trabajo, simplemente siguió su compañero y luego revisando esa supuesta página de adultos, pudo ver una notificación de publicidad.
Era una notificación de que su mensaje había llegado.
El hombre siguió caminando… Sintiéndose eufórico por ofrecer su grano de arena a una enorme red de información, que ayudaba a Zerzura.
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