Un auto se movió por las calles de la Ciudad Atlántida y Leslie observó la ciudad.
Los autos viajaban por las calles, las personas caminaban por las veredas y los turistas de vez en cuando se sacaban fotos en los edificios de las grandes empresas.
Era igual que antes del Portal Abismal… Todo parecía seguir igual de tranquilo a pesar de lo que ocurría.
"Se han escuchado que las fuerzas aliadas se han estado moviendo por las afuera de la Ciudad Constanza cazando monstruos." Dijo el anfitrión de un canal conocido por sus entrevistas.
Ahora estaba en ese tipo de entrevista con dos entrevistados que representaban a las dos posiciones más marcadas en la actualidad… Siendo expresadas por un joven y un antiguo jugador que le gustaba grabar la vida de su 'personaje' en el 'juego'.
"¿Cazando monstruos?" Preguntó el joven con curiosidad.
"Si, algunos creen que las fuerzas aliadas tienen desconfianza hacia aquellos encargados de la tarea. Bueno, ya han enviado a muchos héroes a cuidar ciudades. Estamos hablando a 'Héroes' reconocidos de Rango S, pero ahora que están enviando fuerzas aliadas de refuerzo lo hacen ver como si desconfiaran de los otros." Explicó el anfitrión.
"Yo también he escuchado sobre eso. Dicen que las apariciones de monstruos son más frecuentes, algunos culpan a demonios y otros culpan al portal abismal. Hasta se encuentran extremistas que dicen que este es el prólogo del fin del mundo." Analizó el jugador y con un tono serio, continuo. "Independientemente de la causa se debería acelerar el exterminio. Los goblins necesitan ser exterminados antes de que los demonios empiecen a moverse, o peor aún, los lunáticos."
Su tono fue serio y se notaba completamente confiando en su idea… No, de la idea de muchísimas personas.
"No hay demasiada información. Si es como dicen y estas criaturas son refugiados escapando de algo más peligroso, debemos tratar de buscar la paz." Intervino el joven con la misma seriedad.
Esa era la idea central de la otra parte, la paz… Idealistas o no, muchos buscaban la paz.
"¿Paz? No puede haber paz. Ya todos deben haber escuchado los rumores que dicen que la paz falló. No se sabe de dónde vino tal rumor y las fuerzas aliadas no han dicho nada, pero si es cierto entonces la paz no es posible. Ahora es una imposibilidad total." Enunció el jugador y con una mirada profunda, agregó. "Con esas criaturas no hay que razonar por la paz. No hay que negociar, es mejor asesinarlos a todos para evitar que escapen y se reproduzcan."
Esas palabras hicieron que un silencio se extendiera por el set, logrando que la atmosfera se volviera más seria.
¿De dónde vino?
No lo sabían, pero Leslie había escuchado los rumores de que la paz fracasó, al igual que muchas personas.
Le había querido preguntar a Aurora, pero se contuvo deseando no presionarlas con asuntos cuestionables y era por eso que cuando hablaban siempre eran sobre termas más agradables.
Aurora era muy estricta y profesional cuando se trataba de la confidencialidad de su misión.
Aun así, las fuerzas aliadas no negaron ni afirmaron esos rumores, logrando dar la sensación de que en realidad era tal como los rumores habían mencionado.
La paz fue imposible.
"No sé si esos rumores son ciertos o no, pero me gustaría pensar que en el peor de los casos la paz fue imposible por miedo… Miedo a lo desconocido y a la superioridad de la otra parte. A nosotros." Dijo el joven dando un suspiro trágico, pero mirando al hombre, expuso. "Aun así, 'exterminar' a una raza no debe suceder y ni siquiera debería hablarse."
Entre más y más personas se reunían en las dos posiciones prevalecientes, las cosas se volvían extremas… Y lo que hablaban los jugadores no era derrotarlos, era exterminio.
Un exterminio sistemático de toda una raza.
Claro, la opinión de la 'paz' también tenía esos individuos que salían a la calle para protestar contra la guerra y para exigir una paz, diciendo que debían dejar a los goblins libres en cualquier parte.
Algunos hablaban de áfrica, otros hablaban de una isla no habitada, pero igualmente se encontraban esas personas que buscaban darle una completa libertad desconociendo otros peligros latentes.
"No lo entiendes. Ese es el problema de los jóvenes. No saben la crueldad de esas criaturas. Si bien se ha informado de la tasa de natalidad, ustedes no entienden lo peligroso que puede llegar a ser tales criaturas. Los pueblos pueden ser arrasados y ellos solo matan a los hombres." Dijo el jugador y con solemnidad, agregó. "Las mujeres… Sufren un destino más cruel de lo que podrías imaginar. Son tomadas constantemente hasta que están embarazadas y luego de tener a sus hijos, vuelven a ser tomadas."
El silencio se volvió aún más profundo y el jugador continuo.
"Ellos no tienen tecnología y tampoco utilizan magia para ver cuando están embarazadas. No, son tomadas hasta que sus vientres están hinchados y recién se detienen. Tampoco tienen uno o dos hijos, son como conejos. Si tienen suerte, sus conciencias duran unos días antes de 'romperse' quedando como muñecas vacías. Si tienen mala suerte, entonces su voluntad le hará sufrir por días teniendo esperanza por la salvación mientras ellos la rompen. Aquellas que logran ser rescatadas y tienen un poco de conciencia, optan por el suicidio a causa de lo que sufrieron y las que pueden continuar. Tienen pesadillas durante toda su vida." Narró el jugador y soltando un largo suspiro, comentó. "Llámame desalmado o inhumano, pero si me preguntaras si debo mancharme las manos de sangre con toda una raza para evitar lo que sucede en Terra nova… Lo haré."
Cruel y frío.
La narración fue directa, sin ocultar nada, logrando que sus emociones inestables fueran expresadas por esa narración.
Vivieron como 'jugadores'… Creyeron que estaban en un juego, que todos los terranovense eran 'personajes no jugables' –npcs- dedicados para su disfrute, para darle inmersión y realismo al 'juego'.
Pero no, eran vidas… Personas reales a la cual ellos trataban como 'npcs'.
Era un juego realista, no por las sensaciones que daba la supuesta 'máquina', tampoco era porque ellos tomaban un cuerpo físico, un 'personaje'.
Lo realista venía de la crueldad, el sufrimiento y la desesperación que se podía encontrar.
Era un mundo donde esas criaturas deambulaban como monstruos, arrasando pueblos indefensos y llevando a las mujeres a sus cuevas… Tan solo para hacerlas sufrir hasta que los aventureros llegaran.
El exterminio de lo que hablaban los jugadores se asentó no sobre la idea de que eso podía suceder aquí, sino que sobre la crueldad de las consecuencias y la desesperación que podría resultar.
"Eso sucedía en Terra nova. Aquí estamos en la tierra. Hace veinte años que sucedió lo que cuentas. Ese tiempo en donde muchos tragaron la crueldad y el sufrimiento de lo que vivieron al darse cuenta de que ese mundo era real. Al darse cuenta de que todo lo que vivieron era real." Dijo el joven y mirando al jugador con seriedad, precisó. "Mis padres fueron jugadores y si algo fue que me enseñaron, era simplemente que debía hacer lo que creía necesario… A seguir mis propios valores."
La expresión del joven se volvió seria sin querer echarse atrás.
"En la actualidad llaman a la 'nueva generación' como personas débiles, que quieren paz, que quieren estabilidad, pero nosotros solo tratamos de avanzar de un modo que no nos arrepintamos. Mis padres me enseñaron a tomar cada momento de mi vida como si fuera extremadamente importante, de tomar cada decisión con prudencia, tratando de no arrepentirme. Como ellos que negaron en lo profundo de su corazón que 'Terra nova' era real durante mucho tiempo." Contó el joven y con solemnidad, anunció. "Es por eso que ahora no puedo dejar que una raza sea exterminada. No puedo dejar que niños y mujeres de los que nadie habla, pero existen, mueran. No quiero vivir arrepintiéndome."
La 'Nueva Generación' era 'débil'… Esa era la creencia general que se extendía entre algunos de la vieja generación.
Héroes que le gustaban las cámaras, que le gustaban ser famosos, o personas comunes que buscaban la paz y la tranquilidad por, sobre todo.
La debilidad venía de la falta de fuerza para ensuciarse las manos cuando había que hacerlo… Esa facilidad que tenían los jugadores para hacer lo que pensaban al instante.
Pero no lo eran.
Fueron enseñados por sus padres a disfrutar de la tranquilidad, de seguir sus propios deseos, de actuar por aquello que le gustaba.
Fueron cuidados por la vieja generación, por esas personas que eran jugadores y que trataron de que sus hijos no sufrieran… Como ellos lo hicieron.
Los jugadores eran más comunes de lo que se creía y nadie habla de ello por múltiples razones, pero mayormente para no recordar sus acciones.
Para no recordar lo que hicieron… Para no recordar que era más fácil creer que todo era un juego a que en realidad se trataba de un mundo real.
La crueldad le daba el realismo para decir que todo era real, pero esa misma crueldad hacía que los jugadores se apegaran a la idea de que todo era falso.
Todo hubiera sido mejor si en realidad era falso.
Ellos hablaban de exterminación por el miedo a que esas atrocidades que ocurrían en Terra nova sucedieran aquí, pero los jóvenes hablaban con la idea de que no deseaban arrepentirse como sus padres.
Aunque los medios internacionales lo ignoraban o trataban de no hablar del tema, la realidad era que en la Ciudad Constanza no solo había un ejército de goblins… Había mujeres y niños.
Incluso las fuerzas aliadas se callaron, pero en un mundo modernizado como este era imposible silenciarlo para siempre.
Grupos activistas anónimas en internet subieron imágenes de esas criaturas junto a sus madres.
La paz era imposible y la exterminación también tenía que ser imposible.
Leslie cerró el video y soltó un largo suspiro.
Podía decir que las acciones que se vieron en Terra nova no sucederían aquí en la tierra, pero esa afirmación estaba basada en lo que sabían sobre los goblins y lo que había sucedido desde que el portal abismal apareció.
No podían decir que estas criaturas eran diferentes porque no hubo casos de eventos crueles y eso se debía, las fuerzas aliadas impidieron que algún evento como ese sucediera con la evacuación.
"¿Qué es lo que usted piensa, joven señorita?" Preguntó el conductor con seriedad.
Leslie recibió la mirada por el retrovisor y dio un suave suspiro.
"No lo sé. No, estoy mintiendo al decir que no lo sé. Aunque estoy perdida, si estoy de acuerdo en algo. Soy de la 'nueva generación'." Respondió Leslie tratando de darle forma a sus emociones.
Había visto las fotos e imágenes que se extendían por las redes sociales sobre los goblins… Había una imagen de una goblin sosteniendo a su hija que la conmociono.
La mirada desesperada y adormecida por la crueldad de la vida, consiguió que algo se moviera dentro de ella.
Fue más claro para ella porque había visto esa mirada en áfrica durante la misión 'Arca'.
No podía aceptar el exterminio de esa raza… Pero su no aceptación, no cambio nada.
Incluso si las personas se reunían para protestar, el Portal Abismal estaban en otro continente y quienes estaban al mando eran individuos poderosos.
Agregando que si los rumores de que no se pudo concretar la paz era ciertos, entonces solo quedaba un camino y tratar de cambiarlo se sentía… Como algo imposible.
"Es una mierda ser débil." Escupió cuando sus emociones se desbordaron.
Su maldición provocó que el conductor la mirara sorprendido ante sus palabras, pero Leslie exhaló tratando de calmarse.
Durante la misión 'Asalto' todos lograron entender su camino.
Ella también se dio cuenta de que como 'maestro de armas' era mejor ser una francotiradora y ciertamente le había demostrado un resultado, pero no tenía un objetivo claro.
Quería ser fuerte, ¿pero no todos querían lo mismo?
Sin embargo, había una diferencia con sus compañeros.
Andrés le gustaba su trabajo y sabía que eso era lo que quería para él, mientras tanto que Nicole quería volverse fuerte, pero sobre todo quería ser una persona que cargara hacia adelante para enfrentarse a sus enemigos y proteger a sus compañeros.
Érica hizo uso de su capacidad mejorando y estudiando magia… Incluso ahora que estaban de vacaciones, ella estaba estudiando hechizos de magia de hielo para cuando tuviera que ir a recibir su recompensa al azar.
Clémentine, por su lado, siempre fue alguien que parecía tener todo claro… Sabía lo que quería.
Pero Leslie era diferente… Fue derrotada demasiado fácil en la misión Asalto y a pesar de que se enteró de que sus compañeros estuvieron por morir cuando despertó, no tuvo el efecto para estremecerla.
Solo hizo que su deseo de ser fuerte se elevara, pero eso fue todo.
A lo mejor por esa razón era por la cual seguía siendo un Rango B a diferencia de sus compañeros que ya habían ascendido… Estaba perdida.
Esa fue la razón por la cual ahora estaba dirigiéndose al lugar en donde se encontraba su recompensa al 'azar'.
Para ir a buscar la 'recompensa' al azar solo tenía que avisar con tiempo y luego ellos le marcarían el horario, así que a pesar de que faltaba una semana para navidad, ella decidió venir.
Nicole, que ya había tomado esa recompensa, le había avisado que ella obtuvo la posibilidad de entrenar con el Emperador Víctor.
Otros estudiantes que también no se pudieron resistir y fueron a buscar su recompensa y también se encontraron con entrenamiento a manos de individuos poderosos u organizaciones estrictas.
Claro, Clémentine, Andrés y Érica todavía no habían ido y Leslie iba a ser la segunda para tomar su recompensa.
Mirando por la ventana como pasaba un puente que se conectaba a una pequeña isla de la Ciudad Atlántida, ella se quedó un poco hipnotizada por la vista.
La Ciudad Atlántida no solo tenía la gran metrópolis que ocupaba la mayor parte de la isla, también lentamente se levantaban otras islas para agregar parques, zonas turísticas o esta área militarizada.
Como una ciudad-estado tenía un ejército militar y aunque la ciudad era 'pequeña' comparada con enormes países, al ser construida por la Empresa Cosmos, el ejército estaba muy bien equipado.
Los barcos de guerra permitían asegurar el mar y las criaturas que se encontraban en lo profundo de ella… Criaturas que podían ser aún más aterradoras que las criaturas de tierra.
Claro, si bien las batallas navales con tales criaturas no eran comunes debido a que le gustaban vivir en lo profundo del mar, los barcos estaban diseñados para atacar a esas criaturas.
Era igual a los aviones que estaban diseñados para enfrentarse a criaturas voladoras y patrullaban la zona asegurando a veces rutas de aviones de pasajeros.
No todas las ciudades tenían Portales Cosmos, así que los aviones de pasajeros, aunque más rápidos que antes, todavía seguían funcionando.
Esta pequeña isla era un cuartel con un aeródromo y puerto militar junto a una gran área de entrenamiento y dormitorios militares.
Era probable que hubiera más cosas por conocer, pero eso era todo lo que se revelaba a simple vista.
Cuando el conductor pasó por la entrada restringida del área, llegaron a donde estaba la entrada del cuartel militar.
"Su padre me aviso que le recuerde que si necesita algo puede llamarlo y él la vendrá a buscar personalmente." Avisó el conductor con un tono serio.
"Entiendo." Murmuró Leslie sabiendo que su padre seguramente vendría si se lo pedía.
Bajando del auto se ajustó su ropa ligeramente formal y observó como el conductor se retiraba, entrones respiró hondo tratando de calmar sus nervios.
Estaba nerviosa… No sabía lo que le esperaba o porque venía aquí.
Es más, trató de buscar algunos mecánicos reconocidos relacionados con el ejército o maestros de armas, pero no encontró nada.
Prácticamente estaba a ciegas.
Volviendo a estabilizar su respiración y dando una mirada seria, dio su primer paso adelante y antes de que pudiera dar el segundo, un hombre salió de la entrada.
"¿Leslie Haillet, cierto?" Preguntó el hombre con una sonrisa amigable y cuando Leslie asintió, su expresión se volvió solemne y gritó. "¡ATENCIÓN!"
Los ojos de Leslie se abrieron de sorpresa y sus oídos retumbaron por la poderosa voz hombre, todo mientras su mente no pudo conectar lo que sucedía.
"¡Desde ahora estás en el ejército! ¡Muévete en quince minutos, te quiero corriendo toda la isla con el escuadrón!" Ordenó el hombre y con una sonrisa malvada, anunció. "Esta es la dulce recompensa que te esperaba."