Aurora caminó en dirección en donde vio la figura y cuando ella se giró en la esquina, frunció el ceño al no encontrar a nadie.
Justo cuando estuvo por continuar por el pasillo, para ver si lo lograba atrapar, se detuvo al sentir la presencia a su espalda.
"Que extraña forma de saludar, ¿no lo crees?" Preguntó Aurora girándose para mirar al joven de ojos zafiros.
"La última vez me llamaron pervertido. Esta vez no deseaba que algo como eso suceda." Respondió el joven con una expresión extrañamente sincera.
Los labios de Aurora temblaron al ver esa reacción.
Todavía recordaba la vez que lo vio en África y en el que ella estaba ebria, aunque lo sucedido no fue su culpa… ¡Fue él quien la acorralo!
Aurora tragó su vergüenza.
¿Debería disculparse?
Ese pensamiento pasó por su mente cuando el joven dio una sonrisa y se acercó con una sonrisa divertida.
"Este es nuestro cuarto encuentro. ¿No crees que es momento de dejar las casualidades?" Preguntó el joven con una voz casual.
Esta vez no estaba queriendo que ella se avergonzara, sino que estaba tratando de buscar algo más.
Dejar las casualidades e ir a algo más directo.
Aurora no pudo evitar que sus labios se inclinaran, no por su proactividad o como trataba de cubrir sus intenciones, sino que por otra razón.
Los ojos de Kairos brillaban y Aurora notó que estaba tratando de dar una apariencia fuerte y alguien directo, tratando de ocultar el nerviosismo.
Aurora golpeó sus labios y observando al joven, dejando que lentamente pasara el tiempo disfrutando como la tensión aumentaba, ella decidió ayudarlo.
Si bien a ella le gustaba verlo avergonzarse, que actuara de este modo también era muy agradable.
En cierto sentido despertaba su lado más generoso, aun así…
"Entonces hay que definir quien acosa a quien." Dijo Aurora y al ver que Kairos no entendía, sus labios se inclinaron en una sonrisa y comentó. "Vengo como una estudiante y de repente me encuentro contigo aquí. ¿No crees que es raro?"
Era una pequeña burla, que daba a entender que él era quien la acosaba.
"Si, yo también he pensado lo mismo…" Respondió Kairos y sacando una tarjeta de identificación, añadió. "Pero en este caso, yo trabajo aquí."
Era unas de las tarjetas que los trabajadores usaban para pasar las diferentes áreas restringidas y está en especial, tenía la foto de él grabada sin la posición que ocupaba, pero el logo demostraba que era auténtica.
Una prueba de que él no era quien acosaba a la otra parte.
Sin embargo, Aurora no se avergonzó ante esa insinuación, ya que estaba preparada.
"Me atrapaste." Dijo levantando sus manos y al ver la sorpresa de Kairos por su comentario, dio un suspiro trágico y comentó. "Lamentablemente, tengo demasiado trabajo y no puedo mantener mis… Intereses."
Cambio sus palabras a mitad, por el hecho de que a pesar de que era una mentira, decir que no podía mantenerse acosando al joven era demasiado vergonzoso.
Y a pesar de que era una actuación sus palabras eran ciertas.
Su trabajo ocupaba demasiado tiempo de su vida y muchas veces no tenía espacio para disfrutar con sus amigas y ni hablar de mantener una amistad o conocer a alguien para una situación futura.
Agregando lo que estaba por venir en el futuro, Aurora sabía que tendría demasiado trabajo.
Era injusto dar pie a cualquier situación futura cuando ella no tenía tiempo para desarrollarla.
Aun así…
"Creo que es hora de cambiar de roles, ¿no te parece?" Preguntó Aurora con un tono intrigado.
Ahora ella fue la que se sintió ligeramente nerviosa.
Era bastante extraño y tenía que admitir que le gustaba tener estos momentos en donde lo único que debía pensar era como avergonzar al joven al frente ella.
Decir que no le gustaba seria mentira, pero no era como si estuviera profundamente enamorada.
Si el joven deseaba que algo más sucediera, entonces tendrían que conocerse, para ella ese punto era el más importante.
Aunque sonaba genial en su cabeza, se estaba sintiendo muy nerviosa.
No podía negar que su petición era bastante irrazonable y sin sentido, ya que lo invitaba a que se conocieran 'oportunamente' en el futuro.
Aun así, esperó y…
"¡Si!" Respondió Kairos con un tono verdaderamente emocionado.
En vez de cuestionar o pensar que su pedido era irrazonable él aceptó de inmediato la oportunidad que ella había dado, pareciendo como si hubiera encontrado un mapa hacia un gran tesoro.
Tal vez de esa forma veía esta oportunidad.
Los labios de Aurora se elevaron con una sonrisa encantadora, al darse cuenta de que Kairos se estaba avergonzando por su respuesta tan inmediata.
¿Quién no se avergonzaría por esa situación?
Aurora podía entenderlo, y esta vez contuvo sus deseos de seguir molestándolo.
La verdad que ella también se sentía complicada al pedirle que él la 'persiguiera' y en vez de detenerse, lo dejo estar, queriendo ser un poco egoísta.
"Te aseguro que haré un buen trabajo." Anunció Kairos tratando de alejar su vergüenza y el problema fue que esas palabras sonaron extrañas.
Estaba cavando un pozo y enterrándose en él, todo por su cuenta.
Le estaba asegurando que haría un excelente trabajo en ser un 'acosador'.
Aurora tuvo dificultades para contener su risa divertida al ver al joven avergonzarse mientras trataba de actuar con normalidad.
Dudando de seguir molestándolo o no, ella pudo sentir una presencia que se acercaba y miró al lugar de donde ella había llegado.
"Nos preocupabas que no llegaras." Dijo Cithrel y acercándose con una sonrisa, dudó. "¿Sucede algo?"
Sus ojos miraron a Aurora detenidamente y luego al joven que trataba recuperar una apariencia de un alguien frío.
Aurora recibió la mirada de Kairos, quien estaba preparado para lo que fuera que ella podría hacer, creyendo en la posibilidad de que lo avergonzaría como hizo con Alice.
Sin embargo, en este caso no estaba ebria y no era tan malvada como para dejarlo tan mal.
"Solo estaba hablando." Dijo Aurora y mirando Kairos, comentó. "Mi nombre completo es Aurora Campbell. Esperó noticias tuyas."
Con esas palabras tomó la mano de Cithrel y huyó, dejando atrás ese pasillo y dirigiéndose a donde se vendían las bebidas.
Luego como si no sucediera nada se apartó de Cithrel y fue a la máquina expendedora para tomar algunas bebidas.
"¿Qué sucede?" Preguntó Aurora al recibir la atención de la princesa.
Cithrel la estaba observando con cierta expresión extraña en su rostro, que era imposible de no distinguir.
"Si digo que estoy celosa, ¿me creerías?" Preguntó Cithrel y al ver que Aurora la miraba de forma extraña, se rio y comentó. "En realidad, me di cuenta de que si quiero tenerte tengo que ser más proactiva."
"…"
Aurora se quedó en silencio ante ese comentario y no podía negar que estaba nerviosa, ligeramente tímida.
Le gustaría creer que era porque hace un momento había estado con una persona que le llamaba a la atención, pero… Mirando la sonrisa coqueta de Cithrel y como ella se acercaba, no podía mentirse.
Dudando un momento, al final decidió ser sincera.
"A mí no…"
"¿No te gustan las mujeres? No tengo problemas, si soy sincera…" Respondió Cithrel terminando sus palabras y acercándose a su oído, murmuró. "Yo quiero tenerte de otra 'forma'."
Aurora tembló como un conejito que se encontró ante un depredador que le estaba revelando sus colmillos.
La voz de Cithrel fue demasiado seductora y tentadora, hasta el punto de que ella sintió que era demasiado atractiva.
Cithrel dio una sonrisa al ver que Aurora estaba avergonzada y luego se fue dejando salir una encantadora risa.
Aurora miró la espalda de esa elegante y atractiva mujer.
Esa mujer no era una 'princesa', era un príncipe galante y coqueto… Uno muy bueno.
Tenía que admitir que ver actuar a Cithrel tan proactivamente, la hizo sentir bastante bien.
Nadie podía negar que ser 'apreciado' era algo increíble.
Con una expresión más animada se dirigió a la mesa, donde todos siguieron charlando tranquilamente.
Cuando todos terminaron de comer, la Profesora Forde los hizo despedirse y agradecerle la atenta atención de la Empresa Cosmos y los empleados le dieron una pequeña caja como regalo.
En ella se encontraba el último diseño de los relojes holográficos que ahora tenían una mayor capacidad y un grado más alto de seguridad.
Como todavía no salía a la venta, todos los estudiantes quedaron impresionados y a la vez muy satisfechos.
Menos Aurora que se quedó mirando la caja dándose cuenta de su error.
"No le di mi número." Murmuró con una expresión completamente atónita.
En realidad, quería cambiar el rol de quien 'acosaba' para que la otra parte fuera la que se acercara, pero Aurora también había pensado darle su número para facilitar el trabajo.
Ahora mirando la caja del reloj holográfico se dio cuenta de que tal vez no le dejó un trabajo fácil.
Aun así, recordando esa vez en áfrica donde había salido de un gran hotel de cinco estrellas, Aurora solo se encogió de hombros sin darle tanta importancia.
Tal vez pueda realizar un buen trabajo como un 'acosador'… Con esa idea en su mente, ella se rio entretenida.
Tenía que admitir que para ser el día en el que las iglesias darían su comunicado, ella estaba bastante animada.
******
Un anciano de larga barba blanca se movió por el pasillo.
Su túnica se agitaba débilmente y cada vez que se encontraba con alguien, ellos bajaban la cabeza en saludo.
El anciano asentía con una expresión imperturbable como salido
Paso a paso salió del pasillo a una sala de conferencia y subió a la plataforma de conferencia.
Las cámaras parpadearon continuamente mientras cientos de reporteros graban y sacaban fotos.
El anciano observó las expresiones de los presentes.
Algunos estaban curiosos, otros preocupados y algunos dejaban ver sus nervios, pero cada uno de los presentes estaba atento a su figura.
El Sumo Pontífice Abraham levantó su mano y todos los presentes se quedaron en un completo silencio.
A su espalda Cardenales de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, junto a los 'Ejecutores del Orden' de la Iglesia del Orden, subieron a la plataforma.
Las dos grandes iglesias habían decidido dar un comunicado juntos, tratando de demostrar la profunda cercanía entre ambas iglesias que servían a 'Dioses Primordiales'.
Como el Sumo Pontífice de la iglesia del Tiempo y el Espacio, él era el encargado de dar el comunicado.
"El mundo está en un cambio constante. Un cambio que no puede ser detenido." Dijo el Sumo Pontífice desde el principio.
Estaba ante los ojos del mundo y las cámaras estaban trasmitiendo a todo el mundo, aun así, el Sumo Pontífice permaneció en una calma total.
El mundo estaba cambiando… Era una verdad innegable que venía sucediendo desde el Gran Cataclismo.
En menor o mayor medida el mundo cambiaba.
"Durante miles de años nuestros 'guardianes' nos han protegido y mantenidos alejados de ese cambio."
Los 'guardianes'; los antiguos dioses de la tierra que ahora se estaban debilitando lentamente habían mantenido la barrera dimensional para proteger a la humanidad de la energía mágica.
Protegiéndola del cambio.
"Luego antes de que nuestros Guardianes dejaran esa tarea, otro ser decidió tomarnos bajo sus alas."
Era conocido que los Dioses de la Tierra no pudieron mantener la barrera dimensional, pero los Dioses en vez de dejar que la humanidad atravesara duramente por la prueba del cambio, pidieron ayuda otra existencia.
De esa forma la humanidad quedó bajo la protección de esa existencia.
Tal vez su 'ayuda' fue de una manera extraña y algunos dirían que, para peor, pero era innegable que, sin el Dios del Tiempo y el Espacio, sería dudable si ellos pudieran sobrevivir.
El conocimiento que trajeron los jugadores de Terra nova fueron armas para toda la humanidad.
Sin embargo…
"Tenía que llegar un momento en el cual abriríamos nuestras alas y enfrentaríamos nuestro futuro por nuestra cuenta. Enfrentaríamos el cambio."
El anciano como un creyente de esa existencia desde que había ido a Terra nova como un jugador, tenía un gran conocimiento.
Cada mundo sufría un gran cambio cuando las barreras dimensionales se debilitaban, era inevitable.
Esta vez fue diferente, a pesar de que hubo un gran cambio en realidad no fue tan drástico, muy diferente a otros mundos.
La protección que ese Primordial brindaba era mayor de lo que esperarían.
Lamentablemente, las personas no lo entendían y en vez de conocer esa realidad, usaban el momento de paz para enfrentarse entre sí, creyendo que esa protección duraría para siempre.
Y ahora…
"Debemos enfrentar un gran cambio. En el futuro 'Portales Abismales' llegarán a este mundo. En donde aparecen y a donde se dirigen, son respuestas que deberemos descubrir por nuestra cuenta."
Toda la sala se quedó completamente aturdida ante esa información tan chocante.
Cuando las primeras mazmorras temporales aparecieron, la Iglesia del Tiempo y el Espacio y la Iglesia del Orden informaron sobre esa situación.
Sin embargo, ahora era diferente.
Se los estaba dejando en un camino cuyo destino era desconocido.
"Es en este momento que la humanidad debe permanecer unida para enfrentarse a las consecuencias de este cambio. Somos lo suficientemente fuerte como para continuar por nuestra cuenta y seguir adelante, creando un nuevo y maravilloso camino."
La humanidad era fuerte, no había duda de ello.
El problema era la unión… Ese era un gran problema.
"¡Enfrentaremos este cambio y juntos prevaleceremos!" Anunció el Sumo Pontífice Abraham, luego dejando que los cardenales se encargaran de responder las preguntas y a dar más información descendió del podio.
Su expresión imperturbable no cambio desde principio a fin, pero por dentro su mente suspiraba.
Cambio.
Para los conocedores el 'cambio' solo era una faceta del 'Caos' y eso es lo que se acercaba.
El comedor de la academia estaba en un caótico frenesí.
"¿Escucharon el informe ayer?"
"¡Es increíble nuevos portales! ¿A dónde deben dirigirse?"
"No lo sé, pero me encantaría participar."
"¿Estás loco? ¡Es un peligro desconocido!"
Las voces animadas llegaron de todas partes del comedor.
Ayer la Iglesia del Tiempo y el Espacio realizó un comunicado internacional y a pesar de que las noticias, la mayoría de los jóvenes estaban emocionados.
En vez de miedo o preocupación la mayoría sentía curiosidad.
No sabía de qué se trataba, pero algo que necesitara ser informado por la misma Iglesia debía tener un peligro considerable o afectar de alguna manera a la humanidad.
Aurora que escuchaba las conversaciones, asintió tranquila.
Escuchar como estudiantes hablaban con emociones, sin duda fue mejor que verlos asustados, en pánico y sin control.
"El nombre es bastante aterrador." Murmuró Nicole mientras comía.
"No sé para mí es genial." Respondió Andrés y al ver que todos los miraban, se encogió de hombros y comentó. "Si hablamos de nombre suena genial y si hablamos de peligro, entonces no es nada bueno."
Alice asintió a medias estando de acuerdo desde esa perspectiva.
"Todavía sigo impresionada por su forma de reaccionar." Intervino Cithrel con un suspiro.
Ellos no eran los únicos que debatían por el nombre, los estudiantes repartidos por el comedor estaban hablando sobre ese tema.
Al mismo tiempo también daban sus suposiciones a donde se dirigiría o a donde aparecería primero.
El punto era que la situación resultaba tranquila para una noticia de gran impacto.
Tal vez los diferentes artículos y suposiciones durante la semana anterior ayudaron a que ahora tal noticia no tuviera tanto efecto.
Que algunas naciones se preparaban para esa situación, creando protocolos en caso de que uno de esos portales apareciese, ayudó.
Aun así, era una extraña forma de reaccionar.
"En tu mundo aparecen criaturas y calamidades con bastante frecuencia." Comentó Alice mientras terminaba su desayuno.
Terra nova era un mundo peligroso en donde criaturas extremadamente fuertes podían aparecer o en donde una ruina podría traer una 'calamidad'.
"Si, lo sé. Sin embargo, negar que esta situación es peligrosa debido a la incertidumbre es solo una forma de esconderse de la realidad. Al igual que hacen las personas que viven en las grandes ciudades, creyendo que esos peligros que aparecen a la distancia son menores y nunca los alcanzaran. Olvidándose de que en un rincón muchas personas terminan muriendo." Dijo Cithrel con un tono serio.
"…"
La respuesta fue silencio y la atmósfera se hizo pesada de inmediato.
Tal vez al estar cerca de Cithrel, se olvidaron que ella era una 'princesa' y tenía que tomar la perspectiva general de la situación.
Además, era la Princesa Heredera, quien estaba primera en la línea de sucesión.
Su forma de mirar la situación era muy real y nadie podía negar que tenía razón.
Las personas en las grandes ciudades se sentían seguros gracias a los gobiernos o gremios poderosos que podrían protegerlos, aun así, había múltiples áreas que no tenían tal seguridad.
No todos los países y no todo el mundo podría decir que tenía la capacidad para soportar cualquier situación.
África era un ejemplo de personas que no podían encargarse de asegurar su supervivencia.
Ya era difícil resistir a un lunático y sus milicianos, estaba claro lo que sucedería si algo tan grande como los Portales Abismales aparecieran.
"Lo sabemos, pero esto es lo único que podemos hacer." Murmuró Clémentine suspirando.
Su voz llevaba un ligero sentido de impotencia y frustración, ante el hecho no podían hacer demasiado y esa frustración era compartida por el grupo.
Tanto Nicole, Leslie y Érica dieron expresiones amargas y a pesar de que Andrés estaba tomando otro camino, también suspiro.
El suspiro de Clémentine, un rango A, dejaba ver la impotencia que era aumentada para los demás que eran solo rangos B.
¿Qué podrían hacer ellos en tal situación?
"Además, esto es mejor a que se conviertan en pollos sin cabeza ante la incertidumbre de lo que ocurrirá." Intervino Alice con un tono indiferente mientras abría su bolsa de papitas.
Bromear sobre el nombre era un modo de relajarse ante la preocupación de este evento y en cierto modo, que actuaran de ese modo era mejor que se alteraran por la incertidumbre la infinita posibilidad.
"Lo comprendo… Solo me dejé llevar." Respondió Cithrel con una media sonrisa.
Aurora podía sentir que sus palabras no fueron dichas por amabilidad, sino que le desconcertó como era la situación actual.
Para alguien que estaba debajo del Emperador de un poderoso imperio, encontró desconcertante el modo en el que los terrícolas se manejaban y actuaban.
Era un tipo de choque cultural que mostraba en cierto modo, que ella era alguien que se preocuparía por sus súbditos.
Aurora comprendía la frustración de los estudiantes y la reacción de Cithrel.
Ella también se sentía impotente cuando estaba fuera de África al no poder hacer nada y a la vez, cuando los que gobernaban respondían de un modo que iba en contra de sus valores.
Aun así…
"No tienen que preocuparse de ese tema. Ahora ustedes son estudiantes. Lo que necesitan es mejorar cada vez más y por ahora otros se encargaran de esos portales." Dijo Aurora observando a los estudiantes con seriedad.
Otra vez había tomado el papel de 'jefa' del grupo de mercenario y los estudiantes que escucharon esas palabras asintieron con solemnidad.
Ella también era estudiante y también era un rango A, pero eso no importaba.
Su 'rol' de 'jefa' fue grabado en los estudiantes y era difícil ir en su contra.
"Ya es la hora de la clase de combate. Seguramente revelaran los asuntos relacionados con el torneo." Dijo Aurora para cambiar de tema.
Aceptando ese cambio de tema, todos se dirigieron a la sala de combate al igual que otros estudiantes.
A pesar del comunicado de reciente, todos los estudiantes estaban emocionados por el torneo académico.
Se estarían enfrentando a estudiantes de segundo y tercer año, así que tenía sentido que estuvieran emocionados.
Con pasos veloces todos los estudiantes llegaron a la sala de combate en donde Edward y el Profesor Miller se encontraba esperando.
"Veo que muchos están emocionados por lo que está por venir." Dijo el Profesor Miller asintiendo suavemente.
A pesar de que Aurora estuvo ocupada dejando de lado la academia, en realidad los preparativos del torneo siempre estuvieron en marcha.
La mayoría de los estudiantes trabajaron y entrenaron muy duro para demostrar su fuerza.
Un torneo siempre despertaba la competitividad y tal competitividad siempre llevaba a que mejoraran.
Ahora todos los estudiantes que Aurora conocía estaban emocionados por el torneo.
"En primer lugar, como ya saben, demostrar sus habilidades en el torneo les dará la posibilidad de que sean elegidos para participar en el torneo internacional, en donde irán los mejores." Dijo el Profesor Miller.
Para el torneo internacional se elegían a las personas que participarían.
Estaba claro que si el campeón ganaba iría, pero el número de estudiantes que se necesitaba para el torneo internacional era mayor y era necesario elegir a otros estudiantes.
"Sin embargo, que sean elegidos no significa que no puedan ser cambiados. Si durante esta competencia ustedes ven que un estudiante que crean que pueden remplazar fue puesto para el torneo internacional, siempre pueden retarlo para ocupar su puesto." Explicó el Profesor Miller con una sonrisa.
Podía elegirse a los campeones y los subcampeones, pero entre los otros puestos por lo general tenían una fuerza muy similar.
Ahora el Profesor Miller estaba incentivando a que ellos se enfrentaran y que mejoraran aún más, desafiando a sus compañeros.
Evitando ese pensamiento de que alguien podría ser mejor que otro o que ganó por suerte.
"En cuanto a los demás, se lo dejaré a Edward quien será el encargado del torneo este año.".
Con esas palabras el Profesor Miller se apartó dejando que Edward diera un paso adelante.
"Tenemos muchos estudiantes tanto de primer, segundo y tercer año. Muchos de los cuales participaran en el torneo para demostrar sus habilidades." Comentó Edward y al ver a todos los presentes, comentó. "Pero supongo que todos están deseosos por tener un lugar en el torneo internacional."
Lo que llevaba a todos los estudiantes a mejorar era el torneo internacional.
Este era el primer año que la academia de héroes participaría en un torneo internacional, y eso significaba que los participantes llevarían un gran peso y responsabilidad, pero también obtendría reconocimiento y prestigio.
Aquellos que desde los primeros días de la academia desearon participar en el torneo académico, ahora apuntaron a hacerse un lugar en el torneo internacional.
"Si es así, entonces no tienen de que preocuparse. Para los combates individuales habrá dos categorías; Rangos B, y Rangos A. Como serán muchos estudiantes lo que participan este año, los combates de todos los inscriptos serán al azar y se enfrentarán a otros individuos desde su mismo rango, hasta que lleguen a la final." Anuncio Edward con calma.
Algunos lo miraron sin entender y Edward comenzó su explicación.
En la clase de combate de primer año se encontraban setenta estudiantes y si bien no todos ellos tomarían parte en los combates individuales, la mayoría lo haría.
El punto era que, tomando el número total como base, se dividiría en dos y a través de una elección aleatoria realizada por la academia, empezarían los enfrentamientos.
El grupo ganador pasaba a la siguiente ronda en donde se hacía lo mismo y así sucesivamente hasta que solo quedaran los ganadores.
Era una forma de organizar el torneo bastante 'básica', pero a todos le importaba el torneo internacional y la posibilidad de retar a alguien que tenía una vacante, solucionaba cualquier conflicto de intereses.
De esta forma la suerte era un gran factor, pero no lo sería para el torneo internacional ni para su elección.
El mismo formato se aplicaba para los torneos individuales del rango A, que tenía un número de estudiantes menor.
En cuanto al torneo grupal no había límites de rango y los estudiantes podían ser de cualquier grupo.
La mayor razón era que si se dividía en categoría, la categoría de rango A grupal sería un número escaso de participantes.
Así de raros eran los rangos A, entre los estudiantes de segundo y tercer año.
Sin embargo, el mismo Edward enfatizó que los órdenes de esos combates estarían arreglados.
Eso significaba que un grupo de cinco rangos A, no se enfrentarían a un grupo de cinco rangos B, al menos no hasta la final.
Como la parte grupal solo se trataba de una manera para que los estudiantes pudieran enfrentarse a enemigos de mayor rango, nadie se molestó por la falta de organización.
En primer lugar, los participantes grupales no obtendrían un lugar como los estudiantes del combate individual para el torneo internacional.
Al final, lo que se buscaba con el torneo académico era que los estudiantes mejoraran y compartieran experiencia entre ellos, tratando de progresar juntos.
Se notaba que al Director Vincent, le importaba que mejoraran en vez de dar reconocimiento a los ganadores.
Por supuesto, este modo de organizar básico, no significaba que no hubiera recompensa.
"Tanto para el torneo individual y grupal habrá recompensas por parte de la academia. En cuanto a aquellos que sean seleccionados para el torneo internacional, recibirán el total apoyo de la academia." Anunció Edward con una sonrisa y mirando a los presentes, añadió. "Pueden ver más información en la aplicación de la academia o realizar sus preguntas por ese medio."
Con esas palabras se retiró, dando la impresión de que tenía mucho trabajo que terminar.
Los estudiantes murmuraron y se juntaron entre ellos mirando sus relojes holográficos.
"A pesar de que no parece agradarle los torneos, el Director Vincent está apoyando muy bien a los estudiantes que participaran en el torneo internacional." Comentó Alice al mirar su reloj holográfico.
Cuando se habló de apoyo, se trataba de asegurar excelentes equipos para los estudiantes que participarían en el torneo internacional.
Eso significaba un enorme gasto y a la vez demostraba el fuerte apoyo del director.
Era muy seguro que las otras academias hicieran lo mismo.
"Me iré a entrenar. Los primeros combates individuales empezarán desde mañana." Dijo Nicole con una expresión animada.
Que estirara sus brazos como si estuviera por entrar en un combate intenso mostró lo emocionada que estaba.
"Te acompaño."
Todos los presentes se fueron a entrenar y Aurora quedo con su glotona amiga y Cithrel.
Venali también se había retirado para ayudar a los estudiantes en su entrenamiento, ya que por lo general siempre estaba ocupado cuando estaba en la academia.
"Falta bastante tiempo para la siguiente clase, ¿quieren hacer algo?" Preguntó Aurora con curiosidad.
Técnicamente, estaban en horario de clase de combate, pero el Profesor Miller se había retirado.
Eso era igual a tener tiempo libre.
Cithrel estaba por responder cuando una estudiante entró a la habitación y se acercó al grupo.
"Aurora, ¿puedo hablar contigo?" Preguntó Vanessa con una expresión extraña.
Su tono sonaba un poco avergonzado y a la vez sin otra opción.
Como parecía que era un tema personal, Aurora se apartó del grupo con Vanessa a su lado.
"¿Qué sucede?" Preguntó Aurora con curiosidad y tranquilidad.
Vanessa dudó un momento y al final, al recibir la mirada y atenta que ella le daba, habló.
"Tengo un problema y quería ver si podías ayudarme." Murmuró Vanessa con un tono difícil.
Su tono no venía solo de la complejidad de la tarea, sino que se trataba de la dificultad de pedir ayuda a alguien más.
Sin embargo, Aurora sonrió.
"Claro, mientras este en mi alcance te ayudaré."
Una respuesta simple y clara.
A pesar de que todavía no había escuchado de que se trataba, siempre podía dar una mano de alguna manera.
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