En medio de una batalla agitada, un sonido atronador se extendió.
*Bang*
Leslie disparó su rifle y destrozó la pierna de un felino.
Recargó mecánicamente mientras miraba la batalla al frente de ella.
Todas las criaturas eran de tipo felino de gran tamaño y estaban luchando contra los aventureros, soldados, y paladines de la iglesia.
Felinos musculosos y grandes, gordos y lentos, rápidos y pequeños, algunos con capacidades mágicas y otros con afinidades elementales, en este lugar se podía encontrar diversos tipos de felinos de diferentes especies.
Los magos lanzaban sus hechizos y apoyaban a los luchadores cercanos, mientras los arqueros y soldados con armas disparaban una y otra vez.
Estaba en el área sur e igualmente las criaturas habían llegado para luchar en contra de ellos y su número era elevado.
La mayoría de quienes defendían esta zona eran Rango B, guiados por Rangos A y el problema era que los individuos fuertes tenían que enfrentarse los enemigos con precaución.
En el cielo todo tipo de aves volaban mientras luchaban en contra los leones alados en una batalla aérea.
La batalla era caótica y Leslie tenía que preparar bien su disparo para asegurarse de no herir a un compañero o fallar.
Apuntando a su próximo objetivo, Leslie apretó su gatillo.
*Bang*
El retroceso hizo que su hombro doliera, pero su disparo fue dirigido hacia donde se encontraba la Sumo Sacerdotisa Xaali que estaba enfrentándose a dos criaturas de Rango A.
Debido a que esas criaturas estaban prestando atención a la Sumo Sacerdotisa Xaali que, a pesar de ser una maga, estaba luchando en igual condiciones con dos felinos fuertes, su disparo fue certero.
Su bala golpeó el pecho de una criatura y como esa bestia generó una densa capa de energía mágica que redujo el impacto, el disparo no fue fatal, aunque si fue una herida grave.
Ese fue lo suficiente como para qué la Sumo Sacerdotisa Xaali lanzara un corte que parecía distorsionar la realidad, logrando cortar una pata de esa bestia.
Dando comienzo a una batalla desigual para esas criaturas.
Leslie volvió a mirar el campo de batalla y entonces volvió a recargar su arma con una bala especial tras ver su siguiente objetivo.
Como se encontraba en una elevación que hicieron los vehículos de ingenieros para los francotiradores, era capaz de contemplar todo el campo de batalla en su zona.
Aunque no estaba en el interior de la barrera y se encontraba a unos metros de ella, Leslie no se asustó al sentirse vulnerable.
Estaba junto a algunos magos y tiradores, siendo su grupo un objetivo para los depredadores, quienes supieron el peligro que representaban.
Sin embargo, no importaba cuánto fueran atacados por algunas bestias con afinidad mágica, los magos se encargaban de ellas mientras que el cerco de luchadores resistía tenazmente a pesar de que eran superados en número.
Leslie mirando a un felino cubierto por fuego que estaba luchando contra la Capitana Sadiya y Santiago, ella dispuso su arma para apuntar.
Con la tranquilidad y calma de un francotirador, apuntó a su objetivo.
Su objetivo estaba reteniendo a dos rangos A, gracias a la fuerte afinidad elemental al fuego, que la bestia tenía.
Calmando su respiración con su dedo en el gatillo, Leslie disparó cuando vio una oportunidad.
*Bang*
Su disparo fue rápido y no utilizó una bala explosiva, sino que empleó una bala especial.
Cuando la criatura extendió una fuerte barrera de fuego para repeler esa bala al sentir el peligro, la bala explotó al chocar con la barrera y extendió una capa de hielo que cubrió parcialmente a la criatura.
Santiago se movió de inmediato e hizo imposible que el felino de fuego se retirara para recuperar su barrera, dándole la oportunidad a la Capitana Sadiya de realizar un poderoso corte con su espada que dejó un sangriento corte en el estómago de la criatura.
Lo suficiente, como para dar vueltas las tornas del combate.
Leslie estaba por recargar su rifle y buscar otra presa, cuando el sistema de comunicación se activó.
"Se necesitan refuerzos al lado este. Repito se necesitan refuerzos al lado este."
La voz de Andrés resonó en los oídos de los presentes en el lado sur.
Los drones sobrevolaron la zona mirando la situación de la batalla y Andrés había visto que este lado no estaba en una situación precaria.
"Leslie llévate dos magos por arriba de los camiones y presta apoyo." Ordenó la Capitana Sadiya con un tono serio.
Leslie no tuvo que seleccionar a los magos, ellos se miraron y dos se prepararon para partir.
El lado este, era en donde se encontraba gran parte de su grupo. Leslie se apresuró por dentro de la barrera y por arriba de los camiones.
Lamentablemente, no podían atacar desde el interior de la barrera, pero si podían entrar para descansar un momento.
Mientras observaban la caótica batalla que se desarrollaba en los alrededores, Leslie avanzó.
******
Nicole reforzó su cuerpo con energía mágica y rodó por el piso esquivando las garras de un felino.
"GRr…"
En el suelo tuvo que rodar otra vez y usó su fuerza para levantarse esquivando otra garra de una criatura que cortó el suelo en donde había estado.
La expresión de Nicole cambio al ver que de reojo Clémentine tenía dificultades para proteger a Érica y a otro mago.
Estaba enfrentándose a tres criaturas por sí misma mientras Érica lanzaba sus hechizos para apoyarla al igual que el mago de agua.
Los ojos de Nicole se entrecerraron al ver a sus dos enemigos de Rango B y mientras los relámpagos empezaban a crepitar rodeando su cuerpo, cargó hacia adelante.
Un felino arremetió de frente y el otro trató de rodearla para atacarla por espalda.
Nicole continuó con su embestida.
"¡HAAAA!"
Esquivó la garra del felino al frente de ella, manteniendo su cercanía y agarrando su pata trasera, lo lanzó mientras soltaba un poderoso grito que dejaba ver la dificultad de su tarea.
Sin embargo, gracias a su posición bien preparada le permitió lanzarlo en contra el otro felino que había intentado ir por su espalda y los relámpagos que liberó su guantelete, provocaron quemaduras en la pierna de la bestia.
Permitiéndole un escape de sus enemigos, Nicole se dio la vuelta y con su puño rodeado de varios relámpagos golpeó a otro felino que estaba atacando a Clémentine.
Volviendo al lado de su grupo en el proceso.
"Estamos muy separados de otros grupos. ¡Necesitamos aguantar!" Exclamó Clémentine con un tono agotado mientras levantaba las lanzas de hielo de Érica.
El área este se estaba enfrentándose a numerosos enemigos y si bien no eran Rangos A, el número de rango B era alto.
Logrando que la defensa de este lado empezara a tener problemas, ya que los defensores se empezaron a reunir en pequeños grupos para mantenerse estables.
"Trataré de mojar a esos gatos. Ya sea si su grupo lo congelan o si los usan para freírlo, es lo mismo." Murmuró el mago de agua bebiendo una poción de recuperación de energía mágica.
Érica y Nicole se miraron y ambas asintieron.
Érica preparó su hechizo y Nicole empezó a reunir los relámpagos en su guantelete, queriendo liberar su más fuerte ataque.
Clémentine por su parte hizo que las lanzas de hielo se movieran para tratar de alejar a los cinco felinos que estaban rodeándolas.
Entonces, el mago de agua actuó dando un paso adelante y usando su bastón golpeó el suelo.
Esferas de agua aparecieron adelante y empezaron a disparar cañones de agua, que, si bien no tenían una alta potencia de daño, fueron lo suficiente para mojar y bañar a los felinos, empujándolos hacia atrás al mismo tiempo.
Nicole se movió de inmediato y sin importarle pisar el piso lleno de barro aprovechó la falta de visión de un felino y a penas las 'mangueras de agua' terminaron de rociar a su objetivo, ella le dio un golpe en la mandíbula.
"GAHHh…"
Los rugidos adoloridos salieron de esa criatura y de las de su alrededor mientras la corriente se extendía por los felinos, quemando fuertemente a la criatura y a sus compañeros.
En el agua del suelo se extendió ondas de electricidad que hicieron que otros felinos fueran paralizados.
"[Onda de Hielo]" Exclamó Érica apuntando su varita a dos felinos que estaban paralizados.
Una onda de congelamiento se extendió desde la punta de su varita congelando el agua en el piso y el agua alrededor del felino.
Uno de los felinos estaba fuertemente paralizado y le fue imposible cerrar sus ojos, permitiendo que el hielo congelara sus parpados junto a sus ojos.
"¡Mueran!" Gritó Clémentine cuando las lanzas de hielo cambiaron de dirección y atravesaron a dos felinos paralizados.
Estaban por apuntar a los otros, cuando notaron una sombra en el suelo.
Clémentine fue la primera en moverse atrapando a Érica junto a Nicole con su telequinesis e hizo que retrocedieran ante su grupo.
Nicole pudo ver como un 'Quebrantahuesos' descendió a su posición no logrando atraparla.
Mientras su corazón latía con fuerza ante ese temeroso enemigo, un león alado atrapó al ave del cuello y ambos rodaron por el suelo lejos de ellos, iniciando una lucha.
Estaban por seguir enfrentándose a esos felinos para ir a apoyar a sus compañeros que tenían dificultades, cuando otro grupo de tres felinos se acercó a su grupo gruñendo con salvajismo.
*Bang*
Antes de que pudieran reaccionar, un disparo resonó y uno de los felinos medianamente paralizados murió en el acto cuando una bala atravesó su cabeza, esparciendo la sangre y los sesos por el suelo.
Dos magos se unieron a los otros grupos realizando ataques sorpresa y reduciendo la tensión de esos equipos.
Nicole cambió de un rifle francotirador a una escopeta y acercándose por la barrera, preguntó. "¿Se encuentran bien?"
"Si… Estamos bien." Respondió Clémentine mientras miraba a los felinos que estaban vigilante ante el nuevo enemigo que había aparecido.
*RUGIDO*
Un feroz rugido resonó de repente antes de que nadie pudiera hablar y todos miraron a lo lejos, en donde un domo cuyo interior era blanco estaba a la vista.
Los felinos temblaron por un momento y luego como si hubiera dado inicio a algo, todos cargaron a la barrera.
Ataques mágicos, zarpazos con sus garras o golpeando su cuerpo con la barrera… Todos atacaron al mismo tiempo y con la misma locura e intensidad.
Las expresiones del grupo cambiaron.
Comprendiendo que las bestias deseaban ir a por los refugiados.
******
"GRRrr…" Rugiendo furiosamente Oscar en su forma de oso se encargó de los felinos.
Tenía un gran peso y que su peso cayera sobre los felinos era en sí mismo un arma.
Sus zarpazos podían abrir la piel de esos gatos de Rango B y sus patas podían quebrar los huesos.
Sin importarle usar sus fauces para morder y arrancar la carne de sus presas, él escupía la sangre y las entrañas, antes de volver a moverse.
Ni siquiera los pocos rangos A que se interponen en su camino, pudieron soportar sus ataques.
Corriendo por alrededor de la barrera de la parte norte, Oscar derribó a sus enemigos.
En el cielo las aves estaban perdiendo y de vez en cuando caían muertas al suelo, aun así, estaban causando un grave daño a la barrera.
Si bien los leones eran aliados fuertes, no podían compararse con el vuelo de algunas ágiles aves, aunque eran los únicos que podían mantener el cielo vigilado.
A pesar de que en el suelo se redujo la presión en los grupos, la batalla se volvió más caótica y peligrosa cuando los grupos empezaron a dividirse cubriendo los alrededores de la barrera.
Ya no lo estaban atacando a ellos, sino que a la barrera misma.
Oscar pasando como un tren de carga y arrasando a los felinos, trató de reducir el peligro de los miembros de la caravana y a la vez la presión en contra la barrera.
Si bien los ataques de algunas criaturas con afinidad mágica llegaban, cortando su cuerpo en profundidad, Oscar confió en su poderoso y en su fiable armadura.
Cuando llegó al lado norte notó como la situación era bastante desastrosa.
Alima estaba luchando contra un grupo de cinco bestias mágicas de Rango A que eran demasiado inteligentes y estaban logrando contenerla.
Aeko y Vázquez estaban luchando fuertemente con otras criaturas de Rango A, pero la situación era difícil a pesar de que los aventureros estaban ayudando.
Alima trajo su grupo de apoyo que no eran más de cuarenta aventureros, pero el Smilodon Fatalis no solo tenía criaturas de tipo felino, sino que varios Rango A que lo servían como su pequeña horda.
Los Rango A, eran el peor y más grave problema.
Shao Ya y algunos curanderos estaban pálidos curando a sus compañeros y dando pociones, entonces esos individuos volvían a salir sin tomar un respiro, rescatando y ayudando a quienes pudieran.
"¡GRRRRAHHHH!"
Oscar que observó por menos de un segundo y rugió con locura.
Su cuerpo se hizo más grande pasando de cuatro metros a seis metros de longitud y de tres metros a cinco metros de alto, mientras que su cuerpo empezaba a revelar poderosos músculos como si hubiera tomado alguna droga.
Tales cambios eran causados la habilidad innata 'Enloquecido' del 'Gran Oso' con el cual había hecho el contrato para permitirle convertirse en un cambiaforma.
Su sed de sangre se disparó y Oscar mantuvo su racionalidad de mago lo mejor que pudo.
Resistió su instinto de enloquecer completamente y dirigió su furia a las criaturas.
*BOOM*
*BOOM*
*BOOM*
Piso a los felinos de Rango B que se encontraba a su paso y a pesar de que tenía un gran tamaño su velocidad fue rápida, lo que le permitió llegar a las criaturas alrededor de Alima y atrapó a un leopardo con su gran boca gracias a que Alima atacó para apoyarlo.
"¡GRAHHHHH!"
La sangre y carne se mezcló en su boca cuando arrancó un gran pedazo del cuello de su oponente y él no sorprendió, de que encontrara deliciosa la carne y exquisita la sangre.
"¡Gracias!"
Golpeando a otras criaturas y escuchando el agradecimiento de Aeko, Oscar continúo rodeando la barrera al noroeste.
Esta no era su área y solo estaba apoyando rápidamente.
La barrera estaba temblando y su objetivo era evitar que la rompieran, ya que la fuerza principal no podía encargarse de todas las criaturas que se enfrentaba.
Sus zarpazos abrieron cuerpos, sus enormes patas quebraron huesos y sus fauces arrancaron carne.
Aun así, la barrera seguía temblando.
No había más de ciento cincuenta miembros en la fuerza principal y las bestias superaban los mil.
Aquí no estaban en un fuerte resistiendo el ataque en un área cerrada que le permitía protegerse mejor.
Los artefactos de efecto en área eran ineficaces, ya que las criaturas estaban esparcidas rodeando completamente la barrera.
La fuerza principal era superada en número y aunque estaban reteniendo a la mayor cantidad de bestias posible, arriesgando a sufrir heridas, otras bestias logran pasar para golpear la barrera.
Era una barrera muy fuerte, lamentablemente Oscar sabía que no duraría mucho si sus enemigos continuaban este ataque constante.
Apoyando a los soldados y aventureros, Oscar llegó a la parte oeste en donde también se encontraba una batalla difícil.
Los paladines eran la fuerza de mayor tamaño aquí y a pesar de que tenían la capacidad de usar el 'poder de los dioses' a quien servían, eran superados en número.
Sus espadas estaban rodeadas en un aura que se contorsionaba y sus auras eran similares a 'cortes espaciales' que distorsionaban el espacio.
Algunos otros usaban el poder de 'Tiempo' para retener y retrasar a sus enemigos, pero la situación era complicada, ya que los enemigos se dirigían a la barrera y no a ellos.
*BOOM*
*BOOM*
*BOOM*
Oscar entró a la batalla y al mismo tiempo las explosiones resonaron del lado sur.
Puñetazos que creaban una fuerza de impacto y relámpagos que se esparcían por los alrededores.
Si las criaturas no tenían los huesos rotos por esos golpes, seguramente sufrirían graves quemaduras.
"Perdón por dejarlos." Dijo Aurora mientras cargaba hacia el centro de los grupos enemigos apoyando a los paladines que empezaban a retroceder más a la barrera.
La velocidad superaba al mismo Oscar, y su fuerza era demasiado aterradora.
Ella esquivaba las garras y golpeaba a los felinos o los atrapaba y los golpeaba en contra del piso como si no pesaran nada.
Sus pasos generaban pequeños cráteres muy diferentes a luchadores en su mismo rango.
Se notaba que su desarrollo como luchadora estaba centrado en la fuerza pura.
"¡Jefa, la barrera se romperá en diez minutos! ¡La Cardenal Brousseau está pálida y no podrá mantenerla!"
El mismo Oscar escuchó el informe de Andrés que parecía ansioso.
Aplastando a una criatura de Rango A en sus patas quebrando sus huesos, el gran oso miró a Aurora cuyos relámpagos estaban crepitando a sus alrededores.
"El aura del Smilodon Fatalis ya se debilitó. Ya saben qué hacer. Alima y Oscar retírense y usen los 'cebos'. Nada de arriesgarse." Ordenó Aurora dando comienzo al plan de emergencia.
"Grrr…"
Oscar gruñó en respuesta, pero en ese momento el canal de comunicación se abrió.
"¡Jefa, el lado este, está en situación grave! ¡Los milicianos han salido!"
La expresión de Aurora cambió completamente.
******
*BOOM*
Una bola de fuego golpeó la barrera de hielo de Érica y ella se sintió muy mareada.
Sacó una varita encantada con hechizos de magia de aire que sus padres le enviaron y empezó a disparar cortes de viento a los alrededores de Clémentine que estaba conteniendo a tres felinos con su telequinesis, mientras la sangre caía por su nariz.
Los cortes de viento hirieron a dos tigres, y le permitió que Clémentine repusiera su energía psiónica por medio las esferas planas en sus guantes, agotando su energía de emergencia.
Usando su telequinesis, Clémentine controló su cuerpo y pudo retroceder del alcance de las criaturas.
"GRrr…"
Érica escuchó un gruñido a su espalda y luego sintió como su cuerpo fue lanzado cuando la barrera de emergencia se activó en su traje de combate.
*Bang*
*Bang*
*Bang*
Los disparos resonaron cerca de los oídos de Érica y Leslie con su escopeta se acercó para protegerla.
"¿Estás bien?" Preguntó Leslie sin mirar mientras disparaba sus discos electrónicos para alejar a los enemigos.
"Si… Si… No tengo energía mágica." Respondió Érica levantándose de vuelta.
Su energía mágica estaba completamente agotada y ahora tenía un terrible dolor de cabeza junto a una desorientación grave.
Era muy posible que se pudiera desmayar si realizaba otro hechizo, era por eso que usó la varita que su padre le había enviado, ya que no necesitaba energía mágica para su uso.
Sin embargo, Érica volvió a tomar su varita y miró los alrededores.
"¡Nicole necesita ayuda!" Exclamó Clémentine mientras tenía una esfera púrpura en su mano.
Estaba usando la energía psiónica de medios externos para apoyarse al igual que Érica usaba sus objetos.
Érica dirigió su mirada a Nicole que estaba con el mago de agua.
La situación había cambiado extremadamente rápido y las criaturas realizaron un último 'hurra' mientras llegaban más criaturas, llevando a que se dividieran aún más.
Podía ver a los lejos que los otros grupos también estaban siendo atacados y protegiéndose con la mayor fuerza posible mientras las heridas se acumulaban.
Varios Rangos A de la fuerza principal estaban dispersos luchando mientras que de vez en cuando algunos leones bajaban, aun así, la situación era un desastre.
"¡Vamos a ayudarla!" Ordenó Clémentine.
Leslie activó su barrera de su armadura de combate y sacó un lanzagranadas de su anillo, muy seguramente un arma que le había dado su padre.
Lanzando granadas a la manada de criaturas las explosiones empezaron a resonar al momento siguiente.
*BOOM*
*BOOM*
*¡BOOM!*
Explosiones poderosas levantaban nubes de tierra y el trío empezó a cargar hacia adelante para apoyar a Nicole que estaba teniendo dificultades mientras su barrera temblaba.
El traje de combate de Nicole tenía altas defensas físicas y como ella era una luchadora cuerpo a cuerpo, las heridas se acumularon, sin importar cuanto intentara esquivar.
El mago de agua estaba sangrando por la nariz con una palidez mortal y aun en ese estado, estaba usando todos sus objetos de emergencia para apoyar a su compañera.
Desde pergaminos de curación en Nicole hasta pergaminos de ataque de un solo uso.
Ellas sabían que Nicole no venía de una familia rica y a pesar de que el trío le prestó objetos en caso de emergencia, ahora no podía utilizarlos, ya que ella golpeaba una y otra vez a los felinos que se acercaban.
Cuando estuvieron a cinco metros, Érica de reojo pudo ver como un felino rodeado por fuego estaba mirándolas.
"¡CUIDADO!" Gritó al momento siguiente de advertir como el felino lanzaba una bola de fuego a su grupo.
Leslie fue la que dio un paso adelante potenciando su barrera que al momento siguiente cubrió a todo su grupo.
*BOOM*
La explosión resonó y el golpe de esa bestia de Rango A de tipo fuego fue tan fuerte que fueron enviadas hacia atrás.
La misma Érica rodó por el piso mientras su brazalete de emergencia se activaba creando una barrera personal secundaria.
Clémentine y Leslie fueron iguales.
Érica con su mente aturdida se volvió a levantar y vio como el felino de fuego creaba una poderosa lanza de fuego mirándola ella.
Tal vez odiaba el hielo… Ese fue el único pensamiento que tuvo Érica al ver como la lanza se acercaba a ella.
"¡Cuidado!"
Al momento siguiente escuchó una advertencia y la visión de Érica cambio cuando fue empujada.
"UGhh…"
Escuchó un gemido de dolor y Érica sintió el desbordante calor cerca de ella.
"…"
Para Érica hubo un momento de silencio y cuando miró los alrededores se dio cuenta de la razón.
El mismo joven miliciano que había viajado en el camión de su grupo, la había empujado.
Sin embargo, el joven fue atravesado en su estómago completamente, mientras la lanza golpeaba la barrera a su espalda.
La mente de Érica quedo en blanco mientras veía al joven.
Su primer pensamiento fue que no era necesario… Ella tenía objetos de emergencia para sobrevivir, desde sus aretes hasta los brazaletes.
El segundo pensamiento fue su propia incredulidad al ver que una persona que solo había conocido durante unos días la salvara.
Su mente se perdió en la deriva de pensamientos al azar a causa de su agotamiento de energía mágica y a la situación que se encontraba.
"Ughhh…" El joven tosió sangre mientras la sangre empezaba a salir de su estómago en cantidades aterradoras.
Érica se acercó inconscientemente, pero como una niña que no sabía qué hacer, no encontró como resolver la situación.
Estaba tan perdida, que su racionalidad se esfumó como una gota de agua cerca del sol.
Los milicianos que salieron empezaron a disparar sus armas y entablaron una batalla para apoyar el regreso de los diversos grupos.
Antes de que Érica pudiera reaccionar Aurora se movió instantáneamente al lado del joven y con una mirada seria, sacó una poción de su anillo espacial.
"Estarás bien. Me encargaré de que estés bien." Dijo Aurora con una sonrisa tranquilizadora mientras rociaba el líquido de la botella en la herida.
Érica sabía que trataba de hacer que el joven se relajara y fue por eso que ella abrió y cerró su boca al ver que la herida había devorado parte de su estómago.
La quemadura de la lanza de fuego cerró parte de la herida y no permitió que los órganos salieran, pero esa herida era fatal... Era demasiado grande.
Ni la Cardenal Brousseau podría tratar esa herida.
"Xaali ven. Hay un herido de gravedad." Ordenó Aurora sin perder la calma y rompiendo dos pergaminos, un aura verde cubrió al joven aliviando su dolor y heridas, mientras que un aura incolora retrasó su muerte.
Cinco segundos después, el espacio se distorsionó y la Sumo Sacerdotisa Xaali con una expresión agotada apareció cerca de ellos.
"Oh, querido Dios regresa el tiempo para tus devotos…" Imploró la Sumo Sacerdotisa Xaali.
La energía mágica de los alrededores se vació y las criaturas empezaron a huir al sentir una ligera presencia superior que observaba la situación.
Los alrededores del joven empezaron a retroceder mientras el tiempo regresaba y las heridas se regeneraban a un nivel impactante sin importar la gravedad.
El tiempo estaba retrocediendo en una pequeña área regresando al estado anterior de las cosas.
Ese era el poder del Dios del Tiempo y el Espacio… Un Dios Primordial.
La expresión de Aurora se suavizó al ver que había respuesta de esa existencia superior que se decía que en Terra nova no intervenía con sus creyentes.
El joven miliciano tosió sangre, pero luego abrió sus ojos sorprendidos de que siguiera vivo.
"Tómatelo con calma y regresa al campamento." Ordenó Aurora y se levantó mirando los alrededores en donde las criaturas se habían alejado, observó a la Sumo Sacerdotisa Xaali con agradecimiento y cuando ella asintió, ordenó. "Oscar y Alima, activen el cebo. Los demás retrocedan dentro de la barrera."
Érica miró a Aurora que sacó su propio artefacto de cebo para atraer bestias y cuando su mirada se posó en ella, abrió su boca y…
"Lo siento…" Murmuró Érica en voz baja.
Se olvidó por completo de reaccionar ante la situación y lo único pensó fue que la herida del joven miliciano era mortal.
Podía culpar a su falta de energía mágica y su aturdimiento, pero Érica sabía que se quedó en blanco sin saber cómo reaccionar debido a que estaba completamente impactada.
Ni usó los pergaminos de curación o pociones de curación que ella tenía… Simplemente, se quedó en blanco.
"Está bien. Nada grave sucedió. Ahora vuelve al campamento y descansa. Al menos agradécele a tu salvador." Dijo Aurora con una tenue sonrisa.
"No, yo... Solo…" Murmuró el joven miliciano y al ver que la Sumo Sacerdotisa lo miraba con una sonrisa, murmuró. "Gracias."
Érica se relajó y vio como Aurora se alejaba con el artefacto de cebo.
"Muchas gracias." Declaró Érica sinceramente al joven miliciano.
No importa si sus objetos mágicos podrían haberla protegido o no, agradeció al joven que fuera capaz de salvarla arriesgando su propia vida.
"Yo solo hice lo que todos harían." Murmuró el joven miliciano con un suspiro lleno de alivio.
Érica sabía que no lo harían todos… Muy pocas personas eran capaces de hacer lo que hizo sin dudarlo o pensarlo.
Soltando un suspiro, ella mantuvo su mirada en la espalda de Aurora que se perdió en el bosque corriendo a lo lejos.