Capítulo 3: CAPITULO 3
-Al anochecer-
Unos hombres se meten en mi casa.
—Busquen al niño.
Uno de ellos se mete a mi habitación.
—Te encontré.
Mi padre se para detrás de él y lo golpea con sus puños.
—¡¡Largo de mi casa!!
Sigo durmiendo mientras mi padre pelea con los hombres. Mi madre sale de su habitación.
—¡¡Querido!!
—¡¡Toma a Daniel y vete!!
—¡¡Pero...!!
—¡¡Hazlo, por...!!
Mi padre es atravesado con una espada por el pecho.
—¡¡Querido!!
—No te preocupes, usted lo acompañará.
—¡¡No!!
Me despierto por los ruidos.
—¿Qué pasa?
Me levanto y salgo de la habitación.
—¿Quién está ahí?
Veo a tres hombres con espadas y los cuerpos de mis padres están en el piso rodeados de sangre.
—¡¡Padres!!
—Maten al niño.
—Mamá... Papá... ¡¡Malditos!!
Los hombres se acercan a mí.
—¡¡Nunca los perdonaré, nunca!!
-Al día siguiente-
Me despierto.
—Me duele la cabeza.
Me levanto y veo a mi alrededor.
—¿En dónde estoy? Esta no es mi habitación.
Salgo de la habitación.
—¡¡¿Hola?!!
Ram sale de una habitación.
—¿Te sientes bien?
—¿Qué pasa? ¿Por qué estoy en tú casa?
—¿No recuerdas lo que pasó anoche?
—¿Lo que pasó anoche?
—Unos bandidos entraron a tu casa y... Tus padres se sacrificaron para salvarte.
—¿Eh?
—Tus padres mataron a los bandidos, pero no sobrevivieron a sus heridas, lo siento.
—¿Mis padres están... Muertos?
—Dani... Lo siento.
Me abraza.
—Mis padres... ¡¡Es mentira!!
Me alejo de Ram y salgo de su casa corriendo.
—¡¡No es verdad, no es verdad!!
Llego a mi casa y mucha gente está alrededor.
—¡¡Es Daniel!!
Todos me abren el paso y veo dos ataúdes.
—Lo siento por tí.
—Si necesitas ayuda, nosotros te ayudaremos.
Me acerco a los ataúdes.
—Madre... Padre...
Empiezo a llorar.
—¡¡¿Por qué?!!
Un pequeño hombre calvo se acerca a mí.
—Tengo algo que decirte.
Se acerca y me susurra.
—Los padres de los niños que golpeaste ayer contrataron a unos bandidos para asesinarte. Ellos intentarán asesinarte, debes irte del pueblo.
—No entiendo.
—Vete del pueblo, aléjate lo más lejos posible de aquí si quieres sobrevivir.
Veo a los dos niños y me sonríen
—Malditos.
El anciano me entrega una bolsa.
—Es dinero, vete de aquí.
—Pero...
—Hazlo, es peligroso que te quedes aquí.
—No puedo irme, debo...
—¿Quieres vengar a tus padres? ¿Quieres venganza? Entonces entrena y vuelve cuando seas un gran aventurero.
Me alejo del anciano.
—Tienes razón.
—Vete, Daniel.
Me voy corriendo de ahí.
—Vaya.
El anciano se aleja de mi casa y entra en un callejón.
—Fase uno completa.
El anciano se convierte en una anciana (La que me aconsejó)
—Suerte, Daniel.
Veo a Ram.
—¡¡Dani!!
—¡¡No tengo tiempo, debo irme!!
—¡¡¿Irte?!!
Le doy un beso en la mejilla.
—¡¡Te extrañaré!!
Ram se sonroja.
—¡¡N-no puedes irte solo!!
—¡¡Lo siento, adiós!!
Me voy corriendo de ahí.
—¡¡Daniel!!
Me alejo del pueblo.
—¡¡El anciano tiene razón, debo ser más fuerte!!
Sigo corriendo mientras sigo llorando.
—Mamá, papá, les juro con mi vida que me convertiré en un gran aventurero, lo prometo.
-En un lugar desconocido muy lejos de ahí-
El holograma de la anciana aparece en una mesa.
—Perdonen la demora.
En la mesa hay otros cuatro ancianos.
—¿Cómo te fue?
—La fase uno está completa, Daniel logró usar el poder y sobrevivir.
—Esas son excelentes noticias.
—Ahora debemos esperar diez años, esperemos que sobreviva.
—Le dí suficiente dinero para sobrevivir por cinco o seis años, si entrena lo suficiente, él podrá convertirse en un gran aventurero.
—Estoy seguro que sobrevivirá.
-En otra parte-
Estoy huyendo de una ardilla gigante.
—¡¡Te conseguiré nueces, pero déjame en paz!!
Sigo huyendo.
—¡¡Ayuda!!
Una serpiente gigante ataca de la nada a la ardilla.
—¡¡Gracias!!
Sigo huyendo.
—¡¡Debo llegar a un pueblo!!
Estado de energía semanal
-- Ranking de
Poder 
-- Piedra de
Poder