Alarme un poco a tía Anneth al entrar de forma tan tempestuosa a su habitación, pero después de escuchar las noticias y mirar la fotografía, entendió la razón de mi angustia y se puso en acción.
—Vete, yo cuidare a los niños y le informare a la seguridad del hotel.
Asentí y salí corriendo hacia la sala, tome el teléfono e intente llamar a Derek pero el buzón salto en las dos ocasiones.
Subí de nuevo rápidamente hasta la habitación y me vestí, quince minutos después estaba lista para pedir el transporte al hotel, cuando recordé que Derek había contratado un chofer, que, se supone debería reportarse conmigo. Mire los datos hasta encontrar el numero telefónico, y me preparaba a llamar cuando el timbre de la villa me hizo saltar. Camine hacia la puerta y tras ver que se trataba de un hombre mayor la abrí. Tenia en la mano en teléfono con los datos del chofer en la pantalla, por lo que fue sencillo darme cuenta que aquel hombre era el chofer que Derek había contratado.
��Señora Evans, mi nombre es Patrick Reynolds, el señor Evans me contrato como chofer para usted y sus hijos.
Sonreí con la mayor tranquilidad posible para saludarlo.
—Es un placer señor Reynolds, justamente estaba a punto de llamarle, necesito que me lleve al sitio de la locación, ahora mismo.
El hombre sonrío y asintió, camine detrás de él hasta llegar al estacionamiento del hotel, no había estado en el antes por lo que simplemente espere a que, aquel hombre trajera el auto, mientras tanto continuaba intentando comunicarme con Derek, pero seguía saltando el buzón.
En cuanto el hombre aparco frente a mi, me subí sin esperar a que el abriera la puerta para mi. Por fortuna, no lo tomo a mal y simplemente regreso al lugar del conductor y arranco. Salimos del hotel que ya se encontraba completamente rodeado por reporteros, supongo que era de esperarse, pero aun así me puso de peor humor.
Marque el numero de la villa y tía Anneth respondió enseguida:
—Hay reporteros en las entradas del hotel, ten cuidado tía… podrían escabullirse y llegar hasta la villa, cierra las puertas y corre las cortinas, no dejes que los niños se acerquen a las ventanas.
—Por supuesto cariño, hable hace un momento con el gerente y dijo que enviara seguridad para asegurarse que no haya intromisiones paparazzi.
Suspire aliviada y me recargue en el asiento, mirar por la ventanilla se convirtió en una buena distracción. Subir a las montañas era cambiar un poco de entornos y el verde predominaba.
Después de un par de horas, por fin comenzamos a ver casas rodantes y vallas que cerraban el perímetro.
—Hemos llegado señora, yo no puedo entrar con el auto pero la esperare aquí.
—De acuerdo, gracias.
Baje del auto y me coloque los lentes oscuros, comencé a caminar hacia el área acordonada, esperaba que alguien me detuviera, pero no había nadie vigilando, por lo que simplemente me agazape para pasar por debajo del cordón y continúe caminando hacia el área de grabación.
Al acercarme comencé a toparme con algunos miembros de la producción, la mayoría solo me miró con suspicacia pero continuaban con sus actividades fingiendo no saber quien era. Al llegar al final, donde el carril de la cámara era dirigido por un hombre gordo de lentes, los miembros presentes ya no fingieron, comenzaron a mirarme fijamente, como si fuera una especie de animal exótico, parecían estar impresionados por mi existencia, digo, es verdad que Derek era un hombre recientemente divorciado y que no había un punto de comparación entre su ex y yo… pero, ¿Realmente era necesario mirarme de aquella forma?, ¿Quizá ellos también habían visto las noticias? O… ¿Quizá alguno de ellos había filtrado la información y por eso se encontraban nerviosos por mi presencia?
Fuera cual fuera la razón de aquellas miradas, estaban poniéndome los cabellos de punta. Mis ojos se detuvieron en la espalda de Carter y me acerque a él con paso lento.
Carter levanto el rostro al escuchar los cuchicheos y seguir las miradas, nuestros ojos se encontraron e inmediatamente camino hacia mi, parecía tan preocupado como yo.
—¿Qué sucede?—preguntó.
—¿Ya viste las noticias? —pregunté yendo directamente al grano. Carter saco el celular del bolsillo delantero de su pantalón y abrió inmediatamente el navegador de internet, sus ojos se abrieron de par en par y su rostro se torno pálido. Sonreí en mi fuero interno al ver su reacción, al menos ya no me sentía como una completa lunática con la mía.
—No es posible, nadie más que nosotros sabia de esto… Derek dijo que le dijiste a tu tía, pero, no creo que ella haya comentado algo a los medios, ¿A quién más le dijiste?
Estaba a punto de responder con un improperio cuando escuche la voz de Derek, el tono de voz que usaba no lo había escuchado antes, por lo que capto mi atención y me perdí observándolo actuar, Derek estaba terminando una escena de rapel, y al verlo fijamente, note un resplandor que lo iluminaba, jamás lo había visto actuar antes, así que, el ver el modo en que se desenvolvía me cautivo de inmediato, y todo lo demás careció de importancia.
Carter continuaba vociferando improperios mientras leía las noticas, pero, en aquel momento ya no me importaba nada, deje de sentirme preocupada y asustada, solo me quede de pie, observando a mi hombre hacer su trabajo.
El director grito "corte" y Derek levanto el rostro, nuestros ojos se encontraron, y no pude evitar sentirme alegre, sonreí con la mayor naturalidad posible; sin embargo, me conocía demasiado bien, sin esperar a que el director terminara de revisar la escena en la pantalla y le diera el visto bueno, Derek se quito el arnés y la cuerda, y los tiro a un lado del sitio donde había terminado de descender, camino a grandes zancadas hacia mi.
Carter nos observo con ojos suplicantes, pidiendo a gritos que no hiciéramos un escena de nuestro pequeño reencuentro, pero a ninguno nos importo, en cuanto Derek estuvo de pie frente a mi, sus brazos se cerraron alrededor de mi cintura y enterró su rostro en el hueco de mi cuello, aspirando con fuerza mi aroma. Sentir su calor, y poder oler su colonia provoco que suspirará.
—Dios, te extrañe tanto—musito junto a mi oído, me estremecí entre sus brazos al sentir su aliento tibio rozar mi piel. —¿Te encuentras bien?, ¿Qué sucede?—pregunto en tono bajo mientras sus ojos buscaban los míos.
Trague saliva al sentir la mirada de todos los presentes sobre nosotros y respondí con un hilo de voz:
—Estamos en todos los noticieros—dije en tono bajo, Derek miro a Carter que permanecía de pie detrás de mi, parecía culparlo con la mirada—. De algún modo, saben que vamos a casarnos… y sacaron una fotografía bastante comprometedora para ilustrar la noticia.
—¿Foto?, ¿En la villa?
Asentí como respuesta.
—Estoy muy preocupada Derek, no tengo idea de cómo es que tomaron esa foto o cómo es que se enteraron de nuestra relación, pero no puedo dejar de pensar que la persona que planeo contra Christina y contra mi, ahora sabe que somos pareja y podría intentar hacerte algo o a los niños… jamás me perdonaría si eso pasara…
Derek me beso con delicadeza haciendo que mis nervios se relajaran, jamás imagine que algún día viviría la experiencia de ser tranquilizada con beso durante un ataque de nervios
—De acuerdo, creo… que…—susurre una vez que liberó mis labios, el rio por lo bajo y le hizo una seña a Carter
—Todo estará bien, te lo prometo—dijo en tono seguro y me tomo de la mano para que nos acercáramos al hombre que aun miraba el teléfono con ojos incrédulos.
—Llévala de regreso al hotel, y contrata un par de guardaespaldas más, quiero que estén con ella y los niños durante todo el tiempo, y prepara un comunicado para responder a las noticias.
Lo observe tomar el control de la situación y suspire aliviada, ambos éramos astutos, nadie podría vencernos si trabajábamos juntos. Él conocía el mundo del espectáculo tan bien como yo conocía el mundo legal.
���Lamento haber venido a interrumpir tu trabajo—dije en tono apenado al notar que estaba siendo demasiado alarmista con la situación. Derek coloco su dedo bajo mi mentón y sonrió.
—No has interrumpido nada, y no tienes porque preocuparte, no es tan grave como parece—dijo en tono bajo y tras colocar su mano en mi mejilla sonrió de nuevo—. Había pensado en hacer una rueda de prensa para informar a los medios que esta seria mi ultima película por un tiempo, aun no lo había conversado contigo porque quería esperar a que estuviera un poco más adelantada la grabación… este incidente solo me ha dado la pauta perfecta para adelantar un poco el plan—Sonreí y apreté su mano contra mi mejilla—. No olvides lo que te dije hace unos días, nada es más importante para mi que nuestros hijos y tu… por favor, confía en mi.
Asentí como respuesta y me puse de puntillas para enganchar ambos brazos alrededor de su cuello y abrazarlo. Me sentía tan cómoda entre sus brazos que me olvide por completo del sitio donde estábamos. Tras el carraspeo de Carter recupere la compostura y solté a Derek.
—Te esperaremos, ya tengo algunas opciones para las invitaciones y el menú para la recepción.
—Iré tan pronto termine aquí—asentí y di media vuelta para salir del set en compañía de Carter—. Elaine— Me gire tan pronto lo escuche llamándome —. Te amo.
Sonreí como una loca y sacudí la cabeza.
—Y yo a ti—dije antes de salir del sitio con las mejillas enrojecidas y el corazón lleno de paz.
Camine en silencio en compañía de Carter hasta la entrada del perímetro que la producción de la película había creado alrededor del set. Carter caminaba un paso adelante de mi y llevaba los puños cerrados, me dio la impresión de que intentaba controlar su enojo. Respire hondo y decidí tomar al toro por los cuernos.
—Di ya lo que estas pensando… Se que estas molesto conmigo por toda esta situación—dije en tono grave —. Pero, debo decirte que yo jamás haría nada para sabotear a Derek.
Carter se detuvo en seco y se giro hacia mi.
—Yo jamás he dicho lo contrario—respondió en tono agrio—. Y no estoy molesto con usted, señorita Tullor… estoy molesto con las circunstancias, hay muchas cosas que usted desconoce de él, así como estoy seguro de que hay muchas cosas que él desconoce de usted, mi trabajo siempre ha sido intentar mantenerlo cuerdo y sobre la línea adecuada, y desde que usted apareció en su vida… se ha vuelto difícil hacer mi trabajo.
Lo mire molesta y sonreí con ironía, no solo estaba hablándome de usted, también me daba la impresión de que estaba intentando regañarme.
—Lo sé todo de él, y él sabe todo de mi…—dije en tono seco y me acerque aún más a donde se encontraba de pie, al principio me había propuesto tratar de llevarme bien con todo el equipo de Derek, por esa razón había roto mi regla de oro y había comenzado a hablarle de tu… pero viendo el modo en que las circunstancias se habían complicado ya no había ninguna necesidad de ser amable o cortes—. Se que usted le recomendó que fuera conmigo para asistirlo en su divorcio, que usted sabia desde un comienzo que Adrien podía ser mi hijo.
"Señor Collins no seamos tan educados el uno con el otro, para usted Derek es un medio para conseguir lo que quiere, estoy consciente y agradecida de que lo ayudara a librarse de la abusadora productora Swan y de que lo convenciera para que se reconciliara con su familia, pero no finja que lo único que le preocupa es su bienestar por que no lo creo, usted tiene miedo de que él deje de ser actor y pierda el estatus que usted con tanto trabajo creo para él, por lo que yo soy un estorbo, una complicación no calculada, y por eso… me odia.
El hombre me miro sorprendido por mi franqueza, guardo silencio un momento y después sonrió, era una sonrisa de derrota y frustración. Así que aproveche el instante de debilidad para asestar el golpe final.
—Me conto sobre el origen de Helen… y no tuve que dilucidar mucho para entender que…usted, esta enamorado de él… ¿no es así?—Los ojos se le desorbitaron y dio un paso hacia atrás.
—Es más lista de lo que imagine—siseo, sonreí con suficiencia antes de acercarme a él.
—Mi trabajo es descubrir lo que la gente no quiere que se sepa, no seria una buena abogada sino fuera capaz de leer a las personas. Mi intención no es apartarlo de su trabajo, y no por usted, por él… se lo mucho que ama actuar, hoy al verlo realizar aquella escena termine de comprenderlo.
"Pero no voy a obligarlo a hacer algo que no quiere, si él decide dejar la actuación por un tiempo lo apoyare… si decide actuar hasta el final de sus días, lo apoyare. Lo que él decida estará bien para mi, esa es la diferencia entre usted y yo… yo no necesito controlarlo para sentirme segura, se que lo que siente por mi es real y genuino y yo corresponderé con mi vida si es necesario.
—Elaine…—dijo mi nombre como si este le quemara los labios. Me gire para encararlo. —No me quiere como enemigo—susurro. Sonreí ante su amenaza y me acerque a él.
—Creo Carter, que es al revés… es usted quien no me quiere como enemiga.
Camine hacia el auto donde Patrick esperaba por mi y simplemente me subí sin decir nada más. Carter permaneció en silencio y observando como me alejaba del sitio.
Mi teléfono comenzó a sonar, al mirar el identificador suspire con resignación y conteste.
—Hola, Jane—salude a mi hermana como si fuera alguien desconocido quien llamaba.
—Eres una mala hermana—dijo en tono lloroso, volví a suspirar intentando mantenerme tranquila y serena ante sus comentarios.
—¿Por qué?—pregunte en el mejor tono neutro que pude.
—¿Te vas a casar?, ¿Con Derek Evans?. No me dijiste nada, sabia que el hecho de que él se apareciera en la fiesta de tía Anneth era extraño, pero decidí creer en ti, decidí creer que cuando dijiste que era tu amigo era cierto… y ahora resulta que a un mes de aquello te vas a casar con él, tu… la reina de hielo que no cree en el amor o en el matrimonio.
—Oh, Jane… la verdad estoy muy cansada y no quiero tener esta conversación ahora — dije intentando salir por la tangente, pero Jane no seria la hermana que conozco, sino hubiera presionado con más fuerza.
—¿Estas cansada de que?, a caso de vivir durante estos días en Hawaii o tener al hombre más codiciado del país en tu cama.
—¡Suficiente!—grite —. Nunca te ha importado lo que hago con mi vida privada ¿recuerdas?, tu solo estas molesta por que tu hermana menor, se gano la lotería en el amor. La verdad no tienes una idea de todo el karma bueno que tuve que juntar para poder sentirme tan feliz como me siento ahora, así que, habla con tía Anneth o Clara y desahógate, pero a mi… por favor, déjame tranquila, suficiente tengo con planear mi boda, como para consolar tu ego herido.
Colgué el teléfono y mire por la ventanilla, el chofer me observo por el espejo retrovisor.
—¿Día complicado?—pregunto Patrick con una sonrisa tranquilizadora en el rostro. Me reí intentado volver a tomar control sobre mis emociones y suspire con fuerza.
—Un poco… es solo que me pregunto porque de pronto todo el mundo se vuelve loco e intenta decirnos como debemos vivir nuestra vida; es decir, Derek es actor, si, es famoso, si, pero es una persona, tiene el mismo derecho que los demás a buscar la felicidad, y yo soy una abogada, si, pero también soy una mujer. ¿Quisiera saber que tiene de malo que un hombre y una mujer que se aman quieran estar juntos por el resto de sus vidas?
El conductor sonrió de nuevo.
—Por supuesto que no tiene nada de malo, pero las personas somos así… le contare, cuando me case con mi esposa, toda su familia estaba en contra, decían que, que haría ella con un americano bueno para nada, mientras que mi familia la veía como una salvaje por ser hawaiana pura, pero eso no nos importo a ninguno de los dos, nos casamos y vivimos felices por casi veinte años, tuvimos cuatro hermosos hijos que al igual que yo, permanecieron con ella hasta el día que el cáncer no la arrebato.
Con el caos emocional que tenia, al escuchar la historia del conductor no pude evitar que mis ojos se llenaran de lagrimas.
—Lamento mucho su perdida—dije limpiando mi rostro con vergüenza, normalmente no era tan emocional, quizá en realidad me sentía mas abrumada de lo que quería aceptar con el asunto de los noticiarios, y la discusión con Carter y Jane no habían ayudado mucho.
—No se preocupe señora, mi esposa y yo nos amamos como un par de locos en vida, y se que el día que me toque a mi, ella vendrá a recogerme y volveremos a estar juntos.
Sonreí y deje que mis lagrimas corrieran con libertad hasta que llegamos al hotel, casi me voy de espaldas cuando al pasar frente a la entrada note que había una multitud de reporteros de pie en la acera intentando fotografiar hacia dentro de cada auto que se detenía para entrar al estacionamiento.
Me convencí a mi misma de que ese barullo no debía asustarme, me dije una y otra vez que debía enfrentar el problema, y decidí bajar del auto con confianza, me despedí apropiadamente del conductor, quien entro en pánico al ver que pensaba bajarme y entrar por la puerta principal.
—Señora… espere—grito mientras cerraba la puerta trasera.
Comencé a caminar hacia el lobby con la vista en alto y sin prestar mucha atención a los cuchicheos de los reporteros, hasta que los flashazos de las cámaras comenzaron a molestar mi ojos.
—Señorita Tullor, unas preguntas por favor….
—Señorita Tullor, ¿es verdad que el señor Evans y usted se conocían desde antes de que el estuviera divorciado?
—Señorita Tullor...
Los reporteros comenzaron a empujarme y a intentar tirar de mi, había tratado con reporteros en muchas ocasiones, pero jamás para hablar de mi vida privada, siempre era por algún caso que llevaba y nunca se habían puesto tan violentos como en aquel momento, la seguridad del hotel comenzó a intentar calmarlos, pero parecían poseídos, estaban tan concentrado en intentar detener mi andar que uno de ellos me golpeo el rostro con la cámara, me encogí de dolor y me gire hacia el hombre, supongo que mi mirada y actitud cambiaron de inmediato por que este retrocedido un paso. Saque mi teléfono y le tome una fotografía y me acerque a él.
—Dígame su nombre y el nombre de la empresa para la que trabaja—pedí con voz grave, mi cara ardía por el golpe y mis ojos estaban seguramente rojos por haber llorado en al auto, así que debía estar dando todo un espectáculo.
—Tengo derecho a investigar, la constitución me ampara ¿Qué acaso no es usted abogada? Debería saberlo.
Sonreí y mire la identificación que pendía de su chaqueta color marrón.
—Por supuesto señor Sweaters, pero no es por el hecho de intentar informar que voy a demandarlo. Es por daños y lesiones, si el golpe que usted acaba de propinarle a mi rostro deja una marca, no le alcanzara con lo que ha trabajado en esta vida para pagar la indemnización. Como usted bien dijo, soy una abogada, mi amigo… a esto me dedico.
El resto de los reporteros al ver que llamaba a la policía y aun medico legista salieron huyendo de ahí despavoridos, el imbécil que me golpeo se hinco frente a mi para que lo disculpara, pero no me digne ni siquiera a mirarle y continúe caminando hacia el lobby, los guardaespaldas que Derek contrato llego corriendo, por lo que termine de entrar al hotel siendo flanqueada por los guardias de seguridad del hotel y de los guardaespaldas, quienes caminaron junto conmigo hasta la entrada de la villa.
—Muchas gracias—dije antes de cerrar la puerta tras de mi, por fortuna tía Anneth me había hecho caso y había cerrado todas las cortinas, camine intentando mantener la calma y no llamar la atención, quería evitar que los niños me vieran herida y llorosa por lo que me quite los zapatos y comencé a caminar descalza, tía Anneth estaba con los niños en su habitación, leyéndoles un libro con marionetas, pase rápido frente a la puerta y camine hacia el baño, una vez ahí, me mire en el espejo y comencé a llorar, tapando mi boca con la palma de mi mano para evitar que los sollozos se escucharan en el resto de la villa.
Una vez logre calmarme camine hacia el botiquín y limpie la herida con cuidado, tía Anneth entro al baño con la cara blanca y preocupada.
—Hija, ¿estas bien?
Asentí e intente cubrir la herida de mi pómulo.
—Es un caos afuera, pero todo esta bien, solo estoy un poco sensible. ¿Podrías llevar a los niños a comer al restaurante del hotel, afuera están los guardaespaldas que contrato Derek, ellos cuidaran que nadie los moleste. Yo, solo necesito un momento para recomponerme.
—Por supuesto, cariño. Tómalo con calma cuidare de los niños con mi vida y volveremos en un momento.
—¡Gracias, tía!
Tía Anneth salió del baño y llamó a los niños, no les dijo que yo había vuelto, solo los convenció de salir por algo para comer. Después de haber estado encerrados toda la mañana parecieron agradecer poder salir por un rato.
Salí del baño y me senté en la orilla de la cama , tras descansar un poco me levante y salí rumbo a la cocina, tome un par de hielos, los envolví en una toalla y la coloque sobre mi pómulo. Alguien toco a la puerta de la villa, al principio temí que los reporteros hubieran podido entrar, pues eso significaba que los niños serian blanco fácil, camine hacia la puerta inquieta y me acerque a ver de quien se trataba, me sorprendió ver que era Derek en compañía de Carter. Abrí la puerta tan rápido como pude, intentando cubrir mi mejilla con cabello, me hice a un lado para que ellos pasaran y fingí tranquilidad.
—Creí que llegarías un poco más tarde—susurre mientras buscaba donde poner la toalla con los hielos. Derek se acerco a mi y la tomo con delicadeza de entre mis manos. Me gire para observarlo y sus ojos se oscurecieron al ver lo hinchado de mi p��mulo.
—Carter me dijo que vio en las noticias lo ocurrido con los reporteros—Mire a Carter pero este evadió mi mirada y clavo los ojos en el piso.
—Estoy bien—dije intentando mantener mis emociones a raya, pero estaba resultándome tan difícil que comencé a sollozar. Carter carraspeo y sin decir nada salió de la villa. Una vez que supe nos encontrábamos solos, me lance a sus brazos, yo misma estaba sorprendida por mi reacción, jamás me había sentido así antes, ni siquiera cuando recién conocí a Steve tenia esa necesidad de estar cerca de él para sentirme segura o tranquila.
Derek regreso mi abrazo con calma y comenzó a consolarme. Las lagrimas derramaron por mis ojos, fluían incontrolables, era como si no hubiera llorado en mucho tiempo y mi cuerpo estuviera a punto de romperse por ello.
Escondí aún más mi rostro en su pecho, llenando su camisa de maquillaje y lagrimas.
—Lamento que tuvieras que pasar por esto… es mi culpa—susurró contra mi cabello, al escucharlo decir aquello mi mar de emociones por fin ceso. Levante el rostro y como una niña pequeña seque mis lagrimas con el dorso de la mano y sorbí la nariz tan fuerte que me encogí avergonzada, él simplemente rio.
—No es tu culpa… —dije en tono seguro y coloque mi mano sobre su pecho y comencé a juguetear con el botón de la camisa que llevaba puesta—. Estoy un poco nerviosa por la boda y por las noticias, siempre he sido solo yo y ahora tu y nuestros hijos están riesgo.
Dije intentando poner mis emociones en orden, jamás había perdido el control de esa manera por cosas tan insignificantes. Derek me miro y me tomo entre sus brazos para llevarme a la alcoba. Lo observe hipnotizada por el largo de sus pestañas y la facilidad con la que sostenía mi peso. Una vez en la habitación me deposito suavemente sobre la cama y camino hacia el baño, tiro los hielos en el lavabo y regreso solo con la toalla entre sus manos, la coloco con suavidad debajo del sitio donde estaba el golpe. Me encogí por el dolor.
—Si nuestros hijos te ven así, van a preocuparse.
Asentí y espere pacientemente a que terminara de limpiar con cuidado el golpe y el rasguño que lo cruzaba, los hielos habían provocado un poco de escozor, por lo que sentir el fresco de los residuos en la toalla me hizo sentir mejor.
—Vamos a cambiarnos de hotel, ya tengo una casa en la ciudad que tiene muros altos y estará rodeada por los guardaespaldas todo el tiempo. La rueda de prensa será mañana y las grabaciones continuaran a partir de pasado mañana.
—Eres rápido y eficiente —dije riendo, Derek tomo mis labios con cierta desesperación y me beso con fuerza y seguridad, haciéndome jadear.
—Por ti, haría lo que sea.