Aquella pregunta fue como si hubieran vaciado un jarrón de agua fría sobre la cabeza de Anna, la dejó totalmente bloqueada, sin palabras, y sin reacción aparente, como debía responder a aquella anciana.
- Bueno abuela Mao...- Sin poder evitarlo se puso colorada- Verá yo no estoy interesada en el matrimonio al menos de momento.
Anna estaba deseando que la tragara la tierra, no podía salir bien parada de aquella conversación y enseñar sus sentimientos ante la abuela del receptor de esos sentimientos sin hablar con él primero, le parecía de mal gusto, máxime cuando no sabía que sentía él, aquello podía ser una metida de pata muy grande.
- Entonces no te gustó mi Ryo, eso no puede ser posible. - el rostro de la anciana se volvió triste.
- Abuela Mao, a que mujer del planeta no le gustaría Ryo, es inteligente, guapo, carismático y divertido, sabe tan bien como yo que su nieto es un gran partido.
- Entonces es que no te lo pasaste bien con él.
- Abuela Mao, me lo pasé muy bien, es verdad que al principio estaba nerviosa, pero fue una velada estupenda, en eso no tengo queja alguna.
- Pues entonces niña no descartes a mi nieto...
Aquella mujer era realmente buena manejando a las personas, había conseguido que Anna sin proponerselo le dijera una opinión sincera de lo que pensaba de su nieto. Después de darse cuenta de ello, no tuvo forma de escapar de hablar con cierta sinceridad con la señora.
-Verá abuela Mao, yo ahora quiero sacar adelante mi negocio, a su nieto lo conozco desde hace ya muchos años y por ahora solo somos amigos, si surge algo a partir de ahí solo el tiempo lo dirá.
Esperaba que aquella respuesta un poco ambigua, pero sincera ya que esa era su realidad actual sirviera para complacer a la señora, y por su mirada parecía que había conseguido una tregua en campaña de casamentera de la abuela Mao.
- Está bien, ya no te presionaré mas. Porque no me enseñas que mas han hecho en esta vieja casa, ahora ya tengo curiosidad por ver el resto.
Durante un buen rato pasearon por cada una de las habitaciones de la casa, y Anna fue explicándole a ambas señoras uso iba a tener cada habitación, aunque la única que realmente estaba amueblada era el dormitorio, que después de pintarla y hacerle los arreglos pertinente, ya estaba colocados los muebles nuevos, y mientras las señoras hablaban entre ellas Anna aprovechó para vestir la cama con la ropa que había enviado.
Estaba orgullosa de que todo ya estuviera viéndose como ella quería, parecía que el trabajo estaba dando sus frutos, cuando terminaron de inspeccionarlo todo volvieron al sofá y hablaron de diferentes cosas, Anna le contó algunas cosas de su viaje, del trabajo que había hecho y como de agotador era.
- Pero a parte de Xiao, necesitaras alguna persona más.
- La verdad es que si, necesitaré al menos dos personas más, para tener el mismo equipo que mi otro local. Alguien que sea un buen relaciones publica y alguien que valga de secretario y de dependiente de la tienda.
- Señora Ting, no tienes un nieto que necesita un trabajo, seguro que como chico de los recados puede irle bien con Anna.
- Bueno, es verdad que Tao necesita un trabajo, pero no se que tal se le dará este trabajo, pero si la señorita Anna cree que puede serle de ayuda, se lo envió cuando quiera.
- Genial, cuanto le agradezco a las dos, sería una gran ayuda, tendré que conocerlo, pero no se preocupe que le enseñare todo lo que necesite saber de este trabajo. Si me disculpan un momento, voy a hacer una llamada y ahora vuelvo.
Mientras Anna se alejaba un poco para poder llamar a la empresa que le había comprado los muebles, para programar que mañana le llevaran todos los muebles que faltaban y así poder poner a funcionar lo antes posible la tienda, aunque solo fuera por rellenar los maniquíes que tenían en el escaparate.
- Señora Ting, quiero a esta muchacha como nieta política, es perfecta para Ryo, tendré que pensar alguna manera de hacerlos juntarse mas a menudo, como se suele decir el rose hace el cariño.
- Pero señora, no debería dejar que sean ellos mismos los que decidan si quieren estar juntos.
- Tonterías, ellos están hechos el uno para el otro, lo único que todavía no lo saben, pero para mi es evidente, además hacia mucho tiempo que no notaba a mi nieto mostrar interés en ayudar a nadie.
- Bueno señora yo también creo que hacen buena pareja, pero usted sabrá si quiere hacer algo, yo en eso no voy a opinar.
Llevaban tantos años juntas que mas que señora y criada, su trato era de amistad, incluso de familia, por eso a pesar de tratarse con respeto, siempre eran sinceras en las opiniones que expresaban y aceptaban un consejo de la otra.