El aire es fresco y caluroso a la vez. El jardín se ve de un verde precioso. El aire trae una brisa perfecta y el mar de árboles se ve increíble. Hay una extensa mesa blanca con varias sillas y sombrillas cerca de entrada al jardín. Mientras Ethan y Barton hablan, llegan Alice y Mary está sujetando sus dos manos una bandeja con bebidas refrescantes. Al fin y al cabo es una criada y debe hacer su trabajo, no viene a sentarse y a charlar.
_Buenas tardes queridos - saluda Alice con besos a los dos.
_ Hola Mary- dice Barton cosa que a Alice le sienta feo y molesto, Ethan no dice nada. Mary observa el cielo que pronto oscurecerá, la luna está casi puesta en su punto - ¿Tienes prisa? Veo que miras al cielo a ver cuando llega la noche.... - le sonríe pícaro.
_Yo... La luna es preciosa, solo la admiraba...- dice repartiendo las bebidas sobre la mesa.
_ Por favor siéntate, si es que a Ethan no le molesta que una de sus empleadas se siente con nosotros....- Ethan no dice nada.
_No es necesario - dice la criada.
_Por favor- le suplica el joven invitado y que al final acepta. La joven criada de sienta junto a Barton y Alice entre esta y su prometido.
_Bueno - comienza a hablar Alice con voz dulce y amable mientras que en su habitación escupía veneno a la pobre criada -¿A quién vas a traer a mi fiesta hermanito? Espero que a ella como a tu acompañante no... - Señala con la mirada a Mary.
_¡Alice! - dice Ethan molesto- Respeta a mis empleados como ellos te tienen respeto a ti - la chica gira los ojos.
_Pues sí, si es que la señorita acepta - sonríe Barton mirándola a los ojos tiernamente.
_Gracias, pero no creo que vaya - Alice sonríe.
_¿Y eso por que? - continua el joven, Ethan se pone curioso.
_ Ese no es mi lugar- dice orgullosa de ser quién es- Mi lugar es el de la plebe, el de la clase social baja. Yo estoy aquí sólo para trabajar, para eso me pagan ¿no es así señorita Alice? - la luna le afecta, todos los ojos se posan sobre la chica de rizos dorados, pero la joven criada se controla.
_No sé de que hablas - haciéndose la inocente dice la otra.
_Por favor, ven, acepta mi propuesta, además me dijiste que me reservarías un baile - dice Barton, quien se acerca más a ella. La chica se lo piensa unos segundos, parece que todos esperan su respuesta, pero ella solo piensa en la noche, una sensación extraña se apodera de ella poco a poco.
_Me lo pensaré... - el joven la mira con ansias y esperanza, le sonríe.
_Estupendo - le coge la mano para besarla como los caballeros. Ethna lo mira mal, por su parte no quiere admitirlo, pero le tiene bastantes celos a su mejor amigo tratando con una de sus empleadas, específicamente a ella cuando una vez no supo controlarse con la joven, a partir de ese momento, algo le entró por dentro - Háblame de ti, como llegaste aquí.
_No hemos venido a hablar de la criada - dice muy molesta Alice, teniendo toda la atención sobre Mary.
_No importa, cuéntanos Mary, tengo curiosidad yo también, llegaste muy jovencita... - de pronto Ethan habla.
_Bueno... Yo... - recuerda todo de golpe con melancolía y rabia - Buscaba trabajo y bueno, Gerard me encontró y me presentó al señor Marriott...- de pronto, la mano de Barton se acerca a las piernas de Mary, cerca de la cintura, donde recuerda cómo la tocaban los cerdos de aquellos vampiros, pero le detuvo con mucha rapidez y le cogió de la muñeca fuertemente, furiosa dijo- No me vuelvas a tocar - le dice con el rostro calmado y una mirada fija y tenebrosa, Barton sólo lo hizo para quitarle una pequeña hoja que hay en su vestido, al oírlo y al verlo, Ethan se levanta de la silla de golpe, Alice se queda sorprendida, Mary no le quita aún la mano a Barton y está confundido, hasta que despierta Mary y lo suelta, se da cuenta de lo que acaba de hacer.
_Mary...- dice sin apenas tener palabras Barton. La chica nerviosa y muy asustada, se levanta rápidamente recogiendo la bandeja para irse corriendo de ahí. Los tres se quedan sorprendidos, Ethan decide ir a por ella.
_¡Ethan! - grita furiosa Alice - Ni vayas- Ethan al final le hace caso y se queda aún en el jardín.
Mientras tanto, Mary se encierra en la cocina apunto de llorar, al menos se encuentra sola. No puede creer lo que acaba de hacer. Se odia por ello. Aún le cuesta controlarse, sobre todo cuando él está cerca. Ahora mismo quiere escapar de la vergüenza que acaba de pasar y el error que acaba de cometer.