Capítulo 12: Yuriko Takagi y El Caminante Hueso De Ceniza
Mientras andaban por la ciudad, se dieron cuenta que las calles estaban vacías, incluso era obvio que todas las casas habían sido devastadas o abandonadas.
Aquí y allá, se veían rastros de explosiones, o cadáveres cuya causa, era algo más que solo convertirse en Caminantes y ser destruidos.
Para todos, era la evidencia, que cuando una sociedad colapsa, no se debe solo a causas externas, y aunque ya habían visto algunas cosas "feas", muchos de los cadáveres o situaciones que quedaban como evidencia en varias formas, era como un recordatorio cruel, que los Caminantes podrían ser terribles, pero los humanos, eran capaces de cosas, en cierto sentido, aun peores, solo por egoísmo, miedo y el deseo de varias cosas.
Quizás solo alguien como Rika, que había visto algunas cosas crueles antes y Takashi, que ya había visto en su "sueño", cosas parecidas y aun más terribles, podían mantener la calma y mente verdaderamente serena.
Los demás, intentaban enfocarse en otras cosas, conducir, vigilar o hasta cerrar los ojos e intentar pensar en cosas más agradables.
Cuando iban a tomar una cierta ruta, se empezaron a escuchar una serie de balazos y gritos, incluso una pequeña explosión.
Después de una breve charla con Rika, mediante el WokiToki, se decidió tomar un desvió, y observar a una cierta distancia, si era el grupo de Takagi, ayudarían, si no, aunque pareciera cruel, o incluso entraran en conflicto con el grupo desconocido, se marcharían.
Cuando llegaron a una cierta posición, pudieron observar lo que pasaba, pero debido a que el grupo humano, tenía varios trajes para cubrirse, no tomaron una decisión rápida.
El lugar donde se encontraban, era un almacén, por los costales que veían, sabían que debía constar en alimentos o víveres de algún tipo.
El problema, es que el almacén era muy grande, pues constaba de una fábrica y algunas otras estructuras, y no notaron que había una cantidad increíble de Caminantes dentro, mientras que en algún momento, aparecieron mas en las calles, rodeando completamente al grupo.
Había un camión de carga y siete camionetas con protección antibalas, el número de personas que Takashi y los otros podían ver, constaba de unos cincuenta, contando a algunos que obviamente, ya habían muerto.
La explosión fue utilizada para sellar el almacén, en el cual al parecer, había más de quinientos Caminantes, pero aun así, ya habían salido una gran cantidad, más los que los rodeaban, era una situación, ahora de menos de cincuenta personas, contra más de doscientos Caminantes.
Peor aún, solo había una ruta de escape, el camión se había volcado y una camioneta estrellado.
Pero lo verdaderamente temeroso, es que de los aproximadamente doscientos Caminantes, al menos la mitad, parecían constar de nivel 3, y Takashi incluso pudo ver a unos diez nivel cuatro, lo que lo hizo pensar, que aunque poco probable, o todo ese grupo ya hubiera muerto, existiera un nivel 7, sin embargo, un poco de acero y concreto, no detendría a un monstruo como ese, por lo que era prácticamente imposible.
- ¡Mi mama! –grito de pronto Saya, cuando Takashi vio hacia la dirección que la chica estaba observando, vio a una persona quitarse una especie de casco, apareciendo una mujer de pelo largo y ojos de color miel, al igual que su cabello.
- … tranquilízate Saya –dijo Takashi rápidamente, sujetándola del brazo.
- Pero…
- ¡Saya! –le grito Takashi a la niña, que estaba a punto de ponerse histérica, la cual respiro e intento calmarse, se volteo hacia Rika y pidió su opinión– ¿Qué piensas?
- … es difícil de decir, aunque la cantidad parece enorme, no está aumentando, así que con tiempo suficiente, deberíamos poder resolverlos, sin embargo, hay demasiados de esas cosas especiales y una cantidad estresante de los más fuertes… no estoy segura que podamos lograrlo a tiempo… … ¿Qué quieres hacer? –aunque la mujer era dura, en realidad Takashi y Saeko se habían ganado su respeto, sabiendo que ahí se encontraba la madre de Saya, que tampoco le caía mal, no quería rendirse, pero no sabía cómo salir de esta.
- … –viendo a Saya poniéndose aun más nerviosa, pregunto– ¿puedes darle a los Caminantes de nivel 4… es decir, a los engendros, como el que nos enfrentamos cuando te conocimos y antes de pasar el rio?
- … nivel 4 ¿eh?... en medio de esa multitud, sería muy difícil, pero si se deslizan, al menos los puedo hacer retroceder, son muy rápidos, pero a esta distancia, no deberían ser una molestia…
- … –la mente de Takashi corría rápidamente, y finalmente, formulo un pequeño plan, luego le dijo a Rika– … … defiende a Yuriko-san, es decir, la madre de Saya, no necesitas preocuparte por nadie más…
- … … de acuerdo –aunque sabía que la decisión era cruel, Rika también sabía que no estaban haciendo esto porque fueran héroes, y el número de balas era limitado, así que acepto.
- ¡Saya!, ¡escúchame! –hablo Takashi a la niña, que respiro hondo y lo miro a los ojos, a lo que el chico asintió con satisfacción– tu, Yuuki y Rei, rondaran alrededor, entre ese lugar y aquí, destruirán o atraerán para luego destruir, a cualquier Caminante que se encuentren, ¿entendido?
- … si, ¡Sí! –dijo Saya, dos veces, la segunda con más fuerza, ella era muy lista, podía imaginarse algo de lo que Takashi tenía en mente.
- ¡Nana! –la niña lo miro algo asustada, pero resuelta– tu las cubrirás desde lejos, según Rei, tu tino es lo suficientemente eficiente.
- … de acuerdo –asintió la niña con una profunda respiración.
- Kohta, espero que te encargues de los nivel 3… esos que se pueden mover con mucha flexibilidad, pero aun no pueden reaccionar al sonido y vibraciones de las balas, como el que Saeko destruyo después del incidente del minisúper…
- Hare lo mejor que pueda, Komuro-kun –dijo Hirano– ¿y los demás?
- … si puedes ayudarlos, ayúdalos, pero recuerda, que el principal objetivo son tus compañeros y la mama de Saya –respondió Takashi, sabiendo lo que a su compañero le preocupaba.
- … … entendido, así será –dijo el chico, como para convencerse.
- Saeko, ¿me ayudas? –pregunto, volviéndose hacia la hermosa mujer espadachín.
- Estaba esperándolo… -respondió la aludida, con un ligero brillo de emoción en sus ojos.
- Bien… cuídense todos.
Takashi tomo esta decisión, no solo porque no podía dejar a Saya ver morir a su madre, sino porque este tipo de situaciones, no podían evadirse siempre, era mejor templarse ahora, y después de este enfrentamiento, su espiritualidad daría un brinco, logrando el mínimo estándar necesario.
El lugar donde estaba Yuriko Takagi, era una procesadora de alimento, con un edificio principal, que era también el almacén, y dos edificios mas, donde se encontraban las fabricas, que procesaban los granos y demás.
Todo el lugar estaba bardeado por un muro de aproximadamente tres o cuatro metros, la entrada principal era enorme, y ahora era donde es arremolinaban los varios cientos de Caminantes.
La entrada trasera estaba bloqueada, ya que una de las fábricas había caído, es decir, el edificio se derrumbo por una explosión y dejo sellada esa sección.
Había algunas salidas de emergencia, pero eran para paso humano, pero como habían sido rodeados, mientras se vieron obligados a derrumbar las salidas del edificio principal, de donde había llegado una afluencia de esos monstruos, les era difícil movilizarse.
Takashi y los demás los habían estado observando desde un estacionamiento de dos pisos, que en realidad no estaba muy lejos.
Rika le había dado dos "explosivos" caseros a Takashi, lo cual había ganado miradas extrañas dirigidas a la "loca" mujer, aunque esta aseguro, que solo tenía algunas cuantas.
Cuando llegaron al lugar, Saeko y Takashi, habían tomado la decisión de subir por los muros, con la ayuda de algunos autos abandonados.
Takashi decidió lanzar uno de los explosivos, bajo los pies de los Caminantes, que llenaban la entrada principal, aunque no podía destruirlos, volaría algunas piernas, dificultando el movimiento y creando caos.
Así mismo, llamaría la atención de algunos de esos monstruos, para que las chicas se deshicieran de ellos.
Una vez que saltaron el muro, los chicos empezaron a destruir Caminantes, a diestra y siniestra, mientras avanzaban de forma lenta y segura hacia su objetivo.
Takashi aun llevaba lo que quedaba de su "lanza", ahora solo un tubo o un palo de metal, usándolo principalmente como un bastón, pero también había tomado una especie de machete, que recogió entre las cosas que hurgaban en el camino.
Aunque no era el mejor espadachín, para poder usar cortes, como hombre con suficiente fuerza, mas la experiencia que tenia de su "sueño", se manejaba bastante bien.
Regresando a un estilo algo parecido, al que uso en un primer momento, el chico los detenía con su tubo y los cortaba con la especie de machete.
Saeko y Takashi trabajaban muy bien en equipo, cubriéndose y separándose, en el momento correcto, todo para protegerse mutuamente, y no quedar rodeados por más de una docena de esas cosas.
Después de unos diez minutos, de destruir nada más que Caminantes débiles y de nivel 3, Saeko recogió una Katana del cuerpo de uno de los guardias de la mama de Saya, y su fuerza parecía multiplicarse, incluso si solo fuera una ilusión.
De pronto, una sombra se lanzo contra ellos, Takashi sostuvo sus armas con una sola mano, y lanzo unos cuchillos de cocina que había conseguido, el Caminante de nivel 4, se detuvo momentáneamente para desviarlos, lo cual hizo un hueco para que Saeko atacara, aunque el monstruo reacciono, debido a la capacidad del arma, no pudo evitar que la mitad de su cuello fuese cortada, lo cual, Takashi aprovecho para clavar un cuchillo por su ojo, y hacer que no se volviera a mover.
Mientras ellos hacían su camino hacia el centro del incidente, donde se encontraba la madre de Saya, su grupo estaba defendiéndose lo mejor que podían.
Ahora solo había unos veinte hombres, dos de ellos usaban metralletas de algún tipo, pero no tenían grandes resultados, más que retrasarlos, debido al impacto de las balas que los hacía caer.
Pero Yuriko Takagi ya se había dado cuenta de algo muy curioso, cuando una de esas cosas, terriblemente rápidas, se acercaba demasiado a ella, un disparo sonaba y golpeaba o mandaba a volar al monstruo, permitiendo en cierta ocasión, que uno de sus hombres se deshiciera de la abominación, e incluso de vez en cuando, algunos de esos Caminantes especiales, algo rápidos, también caían.
Después de lo que pareció una eternidad, cuando solo quedaban alrededor de unos treinta o cuarenta Caminantes, ya habían pasado casi dos horas, en solo una más, anochecería.
El grupo Takagi, ya habían notado a Takashi y Saeko, muchos de ellos eran hombres encima de los cuarenta años, así que tenían algunas miradas de incredulidad, al ver a "niños", destruyendo monstruos, de manera más fácil, que algunos de ellos.
Mientras que Yuriko, tenía ojos brillantes y miraba hacia el lugar de donde parecían venir los disparos, con una mirada de esperanza.
Había un hombre alto de 1.82, pelo negro y rostro duro, pero que solo parecía tener unos 35 o 38 años, aunque se había tomado su tiempo, en realidad se las estaba arreglando para combatir con un Caminante de nivel 4 y dos de nivel 3, con solo una katana.
Cuando Takashi vio eso, una mirada curiosa paso por sus ojos y observo al hombre de una manera profunda, por un instante.
Cuando todo había pasado, finalmente se acercaron unos a otros.
- ¿Y Saya? –pregunto Yuriko, antes de cualquier otra cosa.
- … está afuera con Rei y algunos otros compañeros, obtuvimos la ayuda de… bueno, ya la conocerás, aunque algo estresada, Saya está bien.
- … gracias, gracias Takashi-kun, por cuidar a mi hija –dijo Yuriko, retomando una actitud elegante.
- Ella es muy importante para mí, no tienes que preocuparte –contesto Takashi, mientras Yuriko le dirigía una mirada curiosa y sugerente.
- ¡OYE!, SI TENIAS TANTOS AMIGOS, ¿POR QUE NO PROTEGISTE A NUESTROS HOMBRES?, SON UNOS MALDITOS EGOISTAS, ¿QUE CREEN?, ¿QUE NUESTRAS VIDAS NO VALEN? –grito de pronto un hombre robusto de pelo corto, y una cicatriz en el ojo, pero antes de que cualquiera pudiera decir algo mas, el hombre que venció al Caminante nivel 4, puso la katana en su cuello.
- Ellos priorizaron la seguridad de la señora Takagi, como es nuestra obligación hacer, ¿tienes alguna queja más?
- Godou, ¿de verdad crees que en una situación como esta, una vida vale más que la otra? –pregunto el hombre, con una cara de frustración y enojo, ya que su hermano ahora estaba muerto, y sabía, que con un experto tan bueno, como el que venía con esos niños, este podría haberse salvado.
- Eso depende, en una forma ecuánime de verlo, no, pero para las personas, sus amigos, amantes y personas con las que se comprometen, siempre serán más importantes, si el que hubiera muerto, no fuera tu hermano, ¿estarías armando esta escena?, recuerda que le debemos mucho a Soichiro-san, nuestra obligación es proteger a su mujer, incluso si morimos para lograrlo…
- Tu… –el hombre se enfureció y quiso atacar, pero el hombre llamado Godou, solo corto su garganta, sin pensarlo dos veces.
Todos se quedaron callados ante lo que acababa de suceder, nadie sabía, lo que era mejor para decir o pensar.
Pero antes de que pudieran establecer algún tipo de compromiso, sucedió…
Takashi, que estaba al lado de Yuriko, cerca de los escombros del edificio principal, del cual habían derrumbado la entrada, se percato del cambio repentino.
Levanto un pie y pateo a Yuriko, en el siguiente segundo, una "mano" salió del montón de concreto, y agarro el aire vacio, justo donde había estado la mama de Saya, al no poder agarrar nada, se escucho una especie de rugido, mientras el concreto salía volando por todas partes, y esa cosa salía.
Cuando vio al monstruo, Takashi reacciono rápidamente, tomando el explosivo de Rika, lo lanzo hacia la parte de atrás de la cosa.
Cuando el "Caminante" salió, también creó una abertura, por donde dos sombras rápidas salieron, y unos cuantos Caminantes mas se deslizaban, pero cuando el explosivo se activo, el pasaje se volvió a derrumbar, destruyendo a dos Caminantes de nivel 3.
Godou, que se había vuelto a mirar a Yuriko y Takashi, se dio cuenta cuando el ultimo, hacia una patada hacia su "maestra", pero antes de que pudiera dar un grito de furia e indignación, vio la mano y luego al monstruo salir, aunque se sorprendió, llego rápidamente al lado de la madre de Saya, e intercepto al Caminante de nivel 4, que se había lanzado.
Como resultado de la explosión, el nuevo monstruo, se lanzo contra Takashi, era como una mole que al moverse, podía hacer que el piso vibrara.
El monstruo, era un ser de tres metros, tenía una figura humanoide, y características extrañas, parecía un cuerpo podrido, al que solo le quedaban un par de músculos y viseras, pero como para cubrirlas, una capa de hueso, había "crecido" por encima, dando la imagen de un esqueleto con músculos, protegido por un exoesqueleto de hueso blanco, pero del cual, aun se veían algunas características de carne, como vasos sanguíneos y pedazos de su ojos, e incluso un poco de su cerebro y corazón.
Cuando se lanzo contra Takashi, este tuvo que saltar a un lado, cuando vio que el monstruo regresaba a por él, tomo unas varillas de metal, que aun tenían pedazos de concreto en ellas, del piso.
Como si fueran un par de martillos, Takashi enfoco sus sentidos, y empezó a "bailar" alrededor del monstruo, mientras martillaba a este.
Sin embargo, solo se veían pedazos de concreto volar por todas partes, y el monstruo a penas si se imitaba.
Cuando el monstruo pareció impacientarse, soltó un sonido gutural, que se convirtió en un rugido especialmente aterrorizante, pues sonaba entre el rugido de una bestia y la rotura de huesos, especialmente estruendoso.
Así, agito su brazo y golpeo a Takashi, este último, alcanzo a defenderse con las varillas, pero salió volando y se estrello contra una de las camionetas.
Cuando choco contra una de las esquinas de la camioneta, sintió que todo el aire salía de sus pulmones, y que por un instante, perdía la conciencia.
Cuando se recupero, Yuriko, Goduo y Saeko, se acercaron, ya se habían desecho de los Caminantes nivel 4, y los otros, que habían salido repentinamente.
- … así que eso era… un maldito Hueso de ceniza… esto es… ridículo –dijo Takashi de forma entrecortada, pues sentía que no podía respirar bien.
- ¡Ayane!, trae eso, ¡ahora! –gritaba Godou.
Mientras el monstruo era detenido, con balas lloviéndole por todas partes, y algunas dándole en las articulaciones, cortesía de Rika y Kohta.
Una mujer, con una máscara que le cubría la mitad de la cara, venia corriendo con dos hombres, que traían una especie de arma compleja.
El hombre la tomo y disparo, justo cuando el monstro rugía, algo entro en su boca, y luego una fuerte explosión lo voló en pedazos.
Al parecer, era una especie de lanzagranadas o algo parecido, Takashi no quería, ni tenía las ganas de averiguarlo.
Después de un tiempo, hubo unos sonidos, y Rika, junto con los demás, llegaron corriendo unos segundos después.
Yuriko, ordeno que los dejaran pasar, mientras abrazaba a su hija, y Shizuka empezaba a revisar a Takashi, aunque tenía algunos huesos dislocados, en realidad estaba bien, sin embargo, moverse, y hasta respirar con normalidad, le causaría mucho dolor, durante algunos días, quizás medio mes.
- Hueso de ceniza ¿eh?... bueno, supongo que por el momento no importa, te debo dos vidas chico, ¿es que quieres reclamarme de Soichiro?
- ¡Mama! –grito Saya de mal humor.
- ¿Oh?, entiendo, quieres reclamar a mi hija.
- ¡Mama! –grito Saya de nuevo, esta vez algo avergonzada, ante lo que Yuriko entrecerró los ojos y rio de manera maliciosa.
- … antes que nada, deberías juntar los pedazos de esa cosa, y dejar que se quemen hasta desaparecer.
- … pero no debería poder moverse más –dijo la mujer con la mitad de la máscara.
- Es que los huesos moviéndose, ¿es algo posible? –contesto Takashi de forma seca.
- … –todos se quedaron sin palabras, ante la lógica del chico, pero Yuriko inclino la cabeza pensativamente y ordeno– hagan lo que Takashi-kun dice.
Todos hicieron lo que la madre de Saya dijo, aunque tenían caras contrariadas.
Después de crear los "restos" del monstruo, recogieron lo más que pudieron, y empezaron su camino, hacia la mansión Takagi.
A Takashi se le permitió ir en una camioneta de Yuriko, mientras los otros los seguían.
- Dime Takashi-kun, ¿Qué es un Hueso de ceniza? –pregunto Yuriko, en esta camioneta, solo iba Godou, Takashi y ella.
- Ese lugar, ¿solía ser un crematorio? –pregunto Takashi, sin responder a la mujer.
- … no, que yo sepa…
- … había algunos rumores, que ese lugar estaba controlado por… cierto personaje, que ahora ya no vale demasiado… el punto es, que se decía, que ahí escondía a todos sus "enemigos", pero un día, alguien filtro la noticia, así que el lugar fue incendiado, se dijo que el habito del hombre no cambio, pero desde entonces, todos sus "enemigos", solo eran cenizas… aunque hay mucho que se puede llamar verdad, no puedo asegurar lo demás –intervino Godou.
- … … de repente me siento más seguro en esta nueva era.
- … –Godou no pudo evitar echarse a reír, incluso Yuriko hizo una pequeña sonrisa, pero aun siguió el tema– ¿esto tiene algo que ver con el dichoso Hueso de Ceniza?
- … … cuando un Caminante de la Muerte, como yo los llamo, come a un humano, no lo devorara por completo, sino hasta que "sienta" que el cuerpo pierde su calor, después de eso, no seguirá con su "comida", es la razón por la que hay tantos de ellos, pero muchas veces son grupos de Caminantes los que atrapan una "presa", lo que termina en cadáveres, con solo una parte de músculos, o solo esqueletos, estos esqueletos ¿se pueden levantar también?... bueno, creo que la respuesta ya la han visto… pero por el momento, es algo que no sucederá, sin embargo, siempre hay excepciones.
- Los cementerios –continuo Takashi– los campos de guerra, los lugares de ejecución, siempre, hemos sentido que la atmosfera alrededor de un lugar como estos, emanan una especie de sensación diferente, a veces enfermiza, así, en esta nueva era, su cambio aunque sutil, es el más grande de todos, solo necesita un tiempo y un catalizador para dispararse, pero como dije antes, siempre hay excepciones, como un catalizador inverso, que sucede cuando un Caminante de la Muerte, en un muy mal estado, cae dentro de uno de estos lugares, aunque hay mucho que no se o entiendo, así mismo, en cierto sentido, no es importante, pero tal suceso, crea las llamadas variables y aberraciones.
- Cuando un Caminante cae, en un lugar con muchas cenizas, cenizas humanas en este caso, las cenizas se unirán al Caminante caído, y alguna especie de reacción, provocara que las cenizas, se vuelvan a convertir en Hueso, cubriéndolo, fortaleciéndolo, eso se llama Caminante de la Muerte, Hueso de Ceniza… bueno, yo lo llamo así.
- … … … –las dos personas en la camioneta, se quedaron sin palabras, el cuento era alucinante y sacado de una película o leyenda sobrenatural y de terror, pero habían visto a esa cosa, con hueso humano, en forma de exoesqueleto, así que no pudieron replicar, por lo que Yuriko pregunto– ¿Cómo sabes todo esto?
- … de la misma manera que esas cosas aparecieron… … de la nada –contesto Takashi, al ver la cara rígida de Yuriko Takagi, agrego– hay algo un poco más concreto, pero hablare de ello después de recuperarme, tanto a mis compañeros, como a usted y su marido, supongo que Godou-san también… solo asimile la idea.
- … –Yuriko Takagi no sabía que decir, pero era cierto que no podía pensar en una razón lógica y científica, sobre todo, para lo que acababan de ver, e incluso ella, empezaba a sentir, una especie de escalofrió desde lo profundo de… ¿su alma?
- … se de algunos rumores de la casa de Takagi, pero tener esa especie de lanzagranadas… –dijo Takashi, cambiando de tema.
- … Oh, eso no es nuestro, hace poco un helicóptero de autodefensa cayo, tenía eso entre sus cosas –dijo Yuriko con una sonrisa.
- … veo –contesto el joven, mientras se encogía de hombros, y se quedaba callado, mientras veía el cielo desde la ventana, el cual empezaba a oscurecerse.
Takashi se sentía algo frustrado, pensó que cuando llegaran a la casa de Saya, podría tomarse su tiempo para relajarse, y prepararse adecuadamente para el siguiente paso, sobre todo, para la llegada de la Segunda Ola.
Quizás sus pensamientos eran exagerados o fuera de línea, pero definitivamente no pensó en quedarse en cama, los primeros tres o cuatro días.
Pero al menos, su poder espiritual había dado un salto, en los días que tardaría su recuperación, aunque con algunos maquillajes al asunto, podría decirles a los demás lo que sabe, aunque fuera solo algo de conocimiento y a personas selectas.
Lo único que le preocupaba un poco, era la aparición de una variable del Caminante de la Muerte, un Hueso de ceniza, con una defensa, en ciertos sentidos, superior a uno de nivel 7 y una fuerza de nivel 5, su única debilidad, era su velocidad, que apenas podía compararse con un nivel 3, pero era un monstruo, que debería ser extremadamente difícil para aparecer, antes de la Segunda Ola, pero si ya había sucedido, la aparición de otras variables, podría convertirse en algo muy molesto.
Pero, al final, solo podía ir paso a paso, y enfrentar lo que se fuera poniendo en su camino, mientras se asegura de…
REFLEXIONES DE LOS CREADORES 
yuezh0n013
yuezh0n013 Aquí está el siguiente capítulo.
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