—Este lugar, es realmente... realmente místico. —Sheyan y Díaz tenían una expresión de estupefacción. En cambio, Gale, ya había frecuentado ese lugar antes, y estaba acostumbrado a su peculiaridad. Palmeando sus hombros, él se sentó.
—Adelante, vete a dar una vuelta, recuerda, no compres nada. Aunque es bastante caótico aquí, la mayoría de los inquilinos son buenos magos y siguen las reglas del ministerio de magia. Además, somos trabajadores de Hogwarts, debería ser relativamente seguro. Iré a ver si Phelps está por aquí, volveré pronto.
Como parecía seguro, Díaz abandonó a Sheyan y siguió adelante por su cuenta. Su personalidad siempre había sido fría y remota. A Sheyan no le importó y siguió su propio camino. Las tiendas de allí eran raras y mágicas. Sheyan nunca antes había visto los artículos que vendían, era como ver un mundo completamente nuevo.