Preferí que la reunión con mis padres biológicos se encargará solamente Hércules y los demás. No quería meterme en una sala de reuniones para ver cómo iban a intentar acercarse a mí y tratar de hacerme olvidar los años que estuve sin ellos. No quería que me manipularan como lo hicieron Macbeth e Ivanhoe.
Me quedé con Jane, que a pesar de todo sentí como su curiosidad crecía al saber que sus abuelos iban a venir. Pero creo que aún es muy pequeña para decirle el verdadero motivo por el cual ellos venían a vernos.
De pronto sentí un hambre voraz y los colmillos me crecieron aún más desde la última vez que fui a cazar. Así que abrí una ventana y salte dejándome llevar por el delicioso aroma a sangre fresca y negra como la oscuridad.
Jane también venía, ya que así aprendía cuando debía buscar su alimento en cuanto no pudiera traerle o darle un poco de sangre.
Capture una pequeña bestia negra de diez patas y diez filosos dientes, como si fueran las espadas más filosas del mundo.
Cuando regresamos, antes de saltar hacia la ventana abierta. Abrí mi campera, corrí un poco mi pelo y le mostre a Jane mi cuello, quien se acerca y clava sus pequeños colmillos para perforar mi piel y poder alimentarse un poco.
Le entró un poco de sueño y me abraza, yo la sujete con ambos brazos y pegue el salto para llegar a esa habitación y cerrar la ventana luego de dejar a mi hija en el sillón que estaba al frente de la chimenea.
Los brazos de Hércules me rodearon, corrió un poco mi pelo y me clavo los colmillos y sentí un placer tremendo. Sus manos fueron recorriendo mi cuerpo y mi corazón comenzó a bombear más sangre rápidamente.
Eche la cabeza hacia atrás y luego mordí el lóbulo de su oreja izquierda:
-- Cuándo comenzamos con la masacre de Ivanhoe y su familia?-- le pregunte.
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