Nos quedamos quietos, y no pronunciamos ninguna palabra. Aunque nos lanzábamos miradas completo de anhelo.
Entrelace mis dedos con los suyos y los puse en mi regazo, mientras escuchaba en silencio las distintas ideas que iban surgiendo en el desayuno acerca de cómo debíamos pelear contra la familia Stoker.
Tenía la ligera sensación de que algo más faltaba. Algo que se nos escapaba de las manos, y de pronto un leve golpe apareció dentro de mi cabeza.
Un grupo de personas estaban rodeando la celda donde me encontraba. Había sonrisas de satisfacción absoluta impuestas en sus caras, desfigurando sus rasgos. Hablaban maravillas de la tortura y del prodigioso trabajo que Ivanhoe estaba haciendo conmigo.
Recordé donde había visto de nuevo ese grupo de personas, en la casa donde me llevo Leo.
Hércules nota que un nuevo recuerdo había aparecido, ya que además de haberme puesto más blanca de lo que ya era; le había apretado muy fuerte la mano.
-- Creo que no debería ser una buena idea atacar los lados débiles de la familia Stoker-- pronuncié después de haber regresado a mis cabales.
-- A qué te refieres exactamente, Carmilla?-- utiliza ese nombre por primera vez, Lizzy.
-- Sería muy evidente en que nos estamos metiendo-- reflexiona mi cuñado--. Eso sería predecible.
-- En eso tienes razón-- y se cruza de brazos, Ofelia--. Entonces en dónde deberíamos enfocarnos?-- pregunta.
-- En donde más les duele, ataquemos sus aliados y les hagamos creer que los Stoker son los culpables de todo-- pronuncié en líneas generales lo que deberíamos hacer a continuación.