No lejos del hospital afiliado a la ciudad universitaria Jiangnan, después de girar en una intersección…
En ese día, viejo Zhou estaba deprimido. Él había hecho una llamada a la compañía mientras iba manejando. En la vuelta de una intersección un hombre repentinamente había corrido haca su coche con la velocidad de alguien corriendo una carrera de cien metros.
Asustó tanto a Lao Zhou que inmediatamente arrojó su teléfono y la velocidad de reacción de sus manos incremento dramáticamente. Se aferró al volante, rápidamente lo giró y logro esquivar con éxito al hombre que corría. Lao Zhou suspiro en alivio por dentro.
«¡Querida madre de dios, eso fue demasiado cerca! ¡Por suerte mis habilidades de conducción son excepcionales, de otra forma, tu chico hubiera mordido el polvo!»