Los ojos verdes de la anciana estallaron con una luz extraña, y Lucien perdió el conocimiento al instante.
Cuando se recuperó, se dio cuenta de que estaba tumbado en una plataforma plateada, como un paciente esperando su cirugía o un cuerpo esperando ser diseccionado.
Con varios clics, las muñecas, los tobillos y el cuello de Lucien quedaron atados a la plataforma con grilletes de color gris plateado. Finas agujas penetraron en su piel, provocando un pinchazo indescriptible y la sensación de entumecimiento.
Lucien no entró en pánico. En su lugar, se dijo con calma que la vieja hechicera era al menos de rango sénior. Aunque su poder espiritual había sido contenido Lucien, como hechicero del cuarto círculo, no habría sido controlado mentalmente tan fácilmente a menos que el poder del hechicero superase su nivel.
Los dos tubos delgados como dos tentáculos negros se extendieron y se unieron a ambos lados de la sien de Lucien, como si estuvieran vivos.