—¡Me doy cuenta de que sabes mucho! —El Pequeño Yichen se maravilló—. Parece que lo sabes todo.
—Cuando hago alas de pollo estofadas, le quito la punta de las alas —añadió su hermano.
Debido a su constitución sensible, debía que tener mucho cuidado con lo que comía. Por lo tanto, siempre que cocinaba, prestaba atención a lo que era bueno para su salud y a lo que debía evitar.
En cuanto a su madre, había comida que ella también debía evitar, así que él era exigente en ese aspecto.
Justo cuando Youyou terminaba de comer una salchicha, vio de soslayo a unos empleados mirándolo a cierta distancia.
Frunció el ceño con desagrado.
El gemelo mayor siguió la dirección de su mirada y se desconcertó al ver las ocasionales miradas que les daba algunas personas.
—Youyou...
—¿Eh?
—Esos empleados son tan lamentables.
—¿Por qué dices eso?
Su hermano respondió tristemente: