Yichen frunció los labios con fuerza. Cuando ese grupo de quince visitantes entró en la casa encantada, todos se fueron en distintas direcciones.
Sólo podía confiar en los sonidos para seguir a la pareja de madre e hijo que caminaba delante de él.
Tenía algo de miedo a la oscuridad, especialmente en un lugar así, por lo que no pudo evitar el ponerse un tanto nervioso.
¡El niño abrazó al panda de peluche entre sus brazos aún con más fuerza, como si al hacer aquello, su miedo pudiese disminuir un poco!
Afortunadamente, los dos que tenía ante él caminaban lentamente, debido a que las tenues luces de los pasillos hacían que Yun Shishi se asustase.
En contraste, Yun Tianyou caminaba tranquilamente junto a ella, aparentemente imperturbable ante ese entorno espeluznante.