Él la miró y quedó muy contento con lo que vio. Volvió a la revista que estaba viendo: ―Ve y ponte otro atuendo.
Ella entró y salió un par de veces más para cambiarse de conjunto, hasta que él se dio cuenta.Maldita sea… ¡Esa mujer se veía bien en cualquier cosa! Frunció el ceño.
Al final, se levantó y caminó hacia el mostrador.
―Tomaré esto, esto, esto y aquello. Y qué más… eh… ese diseño también… ¡Empaquen todo esto!
―Sí, señor.
―…
¿Por qué este hombre compra ropa como si estuviera en una tienda al por mayor?
Cuando llegó al departamento de juguetes en el quinto piso, algunas de las bolsas de compras pesaban mucho en los brazos de ella.
Dentro de la tienda de juguetes, ella seleccionó a propósito un juguete de una marca bien conocida y después lo envolvió hermosamente.
Cuando ella salió, le pasó el regalo a él.
―¡Esto es un regalo para el niño!