—¡Si no cambias esa cara, desaparece de mi vista!
Cuando Mu Yazhe dijo esto, su cara no expresaba emoción alguna y su voz era extrañamente indiferente.
Mu Wanrou lo miró boquiabierta. Era como si estuviera hablando con un desconocido.
—Zhe, ¿Qué te pasó esta noche?
—¿Qué?
—Por lo general no eres así, no eres así conmigo.
Las comisuras de sus labios se curvaron, formando un arco escalofriante. Se acercó un paso hacia ella.
Si fuera normal, ella estaría cerca de desmayarse si él se le acercase. Sin embargo, por temor y de manera inconsciente, dio un paso atrás al ver sus ojos penetrantes y su presencia escalofriante.
—¿Cómo debería tratarte entonces?
Si Yichen notara la amargura en la cara de su padre, su corazón de igual forma temblaría de manera instintiva. Su padre nunca había mostrado esa expresión antes.