—¿Estás seguro de que puedes comértelo todo? —Shen Yi miró el siguiente juego de platos que su esposa ordenó después de terminar sus dumplings.
—No he comido lo suficiente antes de salir de casa —respondió Lu Feiran mientras sorbía sus fideos ruidosamente.
Shen Yi le miró fijamente pero no dijo nada. Sería mejor que se mantuviese alejado de él y de su comida, o si no su esposa descargaría su ira sobre él en su casa.
Viendo como Lu Feiran disfrutaba de los platos, la dueña del puesto le dio felizmente otro plato de dumplings.
—No los he visto antes. ¿Son nuevos en este lugar?
La anciana había estado vendiendo en ese mercado nocturno durante más de diez años. No sería posible para ella olvidar a Lu Feiran o Shen Yi por su excelente apariencia si hubieran estado allí antes.