Las palabras de Lu Xinyi tomaron por sorpresa a Sun Qiyan. Mientras que sabía que Lu Xinyi tenía una lengua mordaz, todavía no se había dado cuenta de que la prima solamente había cambiado el tímido comportamiento, cuando solían intimidarla constantemente.
—¡Tú! ¡¿No solo eres una descarada por usar a la familia Shen para tus intereses personales, pero también tienes el valor de mostrarnos tu cara?! —exclamó Sun Qiyan. Todavía no podía entender por qué el presidente Sun quería a Lu Xinyi de nuevo en la familia ¿No fueron suficientes todos esos largos años distanciados para que cambiara de opinión sobre Lu Xiniy?
Lu Xinyi inclinó la cabeza hacia un costado y miró confundida a Sun Qiyan.
—Solo digo lo que estoy oliendo ¿No puedes oler la mugre en el aire o eres inmune a tu propio olor?