Lin Li recordó quién era el hombre de mediana edad.
El hombre ante ellos era el encargado de hacer coincidir a los estudiantes con sus respectivos mentores en el salón del gremio el día anterior. Desde entonces, ya le parecía familiar a Lin Li, aunque todavía no podía recordar dónde lo había conocido.
Salió de la espesura, con los ojos fijos en Lin Li, con una mirada mortal.
—¿Eres Felic? —preguntó.
Se podía entender una sensación de superioridad a partir de esa voz ronca, como si estuviera haciendo un interrogatorio.
A pesar de sentirse indignado, Lin Li reprimió su ira. Entonces, respondió cortésmente: —Sí, señor.
¡El hombre seguía siendo un mentor después de todo!
Él asintió con la cabeza y no continuó. Sin embargo, su dura mirada se intensificó.
—¡Señor Aeron, ese es el mocoso! ¡Es el bastardo que hirió a Matthias!