—¿Y ahora qué? ¿Y ahora qué? —repitió Mason con angustia mientras su rostro se llenaba de ansiedad. Aunque el trío fuese muy competente con sus habilidades, todavía habría un límite para ellas. Frente a un flujo continuo de Lobos Sangrientos de Tres Ojos, aparte del Archimago que podía escapar con su Hechizo de Levitación, cualquier Mago habría muerto de agotamiento luchando contra ellos.
Sin mencionar a Mason con su nivel nueve, sus dos compañeros de equipo que eran mucho más fuertes que él podrían no tener posibilidad de éxito.
Después de todo, los magos eran sólo mortales...
—Mata al Rey Lobo —dijo Orrin de manera concisa; sus ojos estaban fijos sin piedad en la manada de lobos.