—Sí, estoy mintiendo —de repente Xia Ling estaba irritada—. Son sólo unas prendas de vestir. ¿Por qué tienes que investigar esto tan a fondo? Li Lei, usaré lo que se me antoje. Dame algo de espacio.
Li Lei la miró adolorido y dijo: —¿Ni siquiera estas dispuesta a decirme la verdad ahora? —él escogió meticulosamente un regalo y la llevó de paseo tanto como ella quiso. Incluso Su Tang dijo que había hecho suficiente. Realmente no se le ocurría que otra cosa podría una joven querer de su novio. Sin embargo, aún estaba inseguro y sentía a Xia Ling muy distante. Ella nunca le pedía nada, nunca pedía un regalo como las otras jóvenes, nunca le pedía que se quedara a su lado, o algo similar. Era como si no le importara lo que hiciera o dejara de hacer, a ella no le importaba.
Su Tang dijo que una mujer actuaba fríamente cuando no estaba enamorada del hombre.
Esta oración aterró a Li Lei.