—¿De qué masacre hablas? —preguntó Rafa con el ceño fruncido.
Tomó el pergamino de las manos de Malfo y dijo: —Son sólo círculos y líneas.
—No es una simple figura. Tú mismo lo dijiste: viste el símbolo en la casa de la bruja —señaló Cati—. La noche en que nuestra aldea fue asesinada hallaron esto. Dibujado en toda la aldea. El Señor Alejandro dijo que esto era lo que las brujas usaban antes de una masacre para poder aprovechar la energía de los vivos.
—Pero esta aldea es la más cercana a la mansión del Señor Norman, ¿no es así?
—¿Entonces las brujas intentarán asesinarlo a él también? Eso no tiene sentido. Quiero decir, ¿las brujas no trabajan con él? —preguntó Cati.
Malfo, que parecía analizar todo con cuidado, se levantó de la silla para salir y buscar evidencia de un intruso.
—Esa es la información que teníamos, pero ahora parece ser errónea. ¿Crees que el Señor no habría notado la señal? —señaló Rafa.