La lámpara incandescente iluminaba la sala de reuniones cerrada como si fuera de día. Bajo su luz sorprendentemente brillante, se estaba celebrando una reunión de emergencia.
Una docena de las personas más influyentes en Hedong City vieron la enorme pantalla frente a ellos con caras serias. La pantalla mostraba la entrada de la base, donde varios cientos de soldados formaban una pared con escudos antidisturbios y apenas mantenían el orden del caos que se estaba produciendo allí.
El reloj de cuarzo en la pared marcaba la hora. A medida que pasaron los segundos, la atmósfera en la sala de reuniones se ponía tensa.
Algunas personas ya estaban sudando.
—¿Cuántas personas ya están en la base subterránea? —preguntó finalmente un hombre de mediana edad que presidía la reunión en voz baja después de varios minutos.