En la oscuridad donde nadie más debería haber estado, Yale notó que una persona había aparecido frente a él en el momento en que escuchó algunas palabras.
No había ninguna luz en ese lugar, pero Yale todavía podía ver a la otra parte sin problemas. Sin embargo, aunque Yale podía ver que había alguien delante de él sin problemas, no podía recordar nada acerca de esa persona a pesar de que estaba justo delante de él.
—¿Quién eres tú?
Yale tenía curiosidad acerca de la identidad de la otra parte porque esa persona había mencionado el océano de recuerdos donde Yale estaba seguro había estado hasta hacía unos momentos.
—Bastante una pregunta normal, pero esta no es la pregunta que más quieres saber, ¿verdad?
La otra parte respondió con una sonrisa en la cara, pero Yale se olvidó de la sonrisa un segundo después de verla.