—Mi próximo ataque te quitará la vida —dijo Long Qi con los ojos entrecerrados, provocando al discípulo del Clan Qing Yun.
El rostro del hombre se ensombreció, incapaz de creer que fue herido por Long Qi.
—Es hora de dejar de jugar, no debemos perder el tiempo con esta basura. Debemos cumplir las órdenes de la Señorita Mayor, antes de hacernos de tiempo para divertirnos con ellos. —Al ver a su compañero herido, otro discípulo del Clan Qing Yun se adelantó para intervenir.
Habían pasado bastante tiempo bromeando, no tenían mucho más tiempo que perder.
—No mates a ese miserable perro callejero, lo necesito vivo como sujeto de prueba para algunas drogas... —dijo el discípulo herido en voz baja, y le lanzó a Long Qi una mirada venenosa.
—Como desees.
En el siguiente momento, los cuatro discípulos del Clan Qing Yun corrieron hacia Long Qi.