¡El asistente tembló de pies a cabeza!
Él miraba a Yu Yuehan. El rostro de su Joven Amo era tan negro como el fondo de un sartén.
¡La mirada asesina que le lanzaba a Lombardi casi podía tumbarle el brazo!
Aquellas personas que se ubican a pocos metros de distancia pudieron sentir el frío que lo rodea.
Después de unos segundos, Nian Xiaomu finalmente recordó que Yu Yuehan estaba allí. Ella se volteó con una expresión circunspecta y le preguntó: —Se hizo la reservación, Amo Han. ¿No quiere entrar?
—...
Al escuchar esas palabras los ojos de Yu Yuehan parpadearon.
Él se acercó a ella lentamente y se quitó el abrigo que llevaba puesto. Luego, se lo entregó y le dijo: —Sujétalo por mí.
—Está bien —Nian Xiaomu soltó el brazo de Lombardi y tomó el abrigo de Yu Yuehan con las dos manos antes de fruncir el ceño.