¿Qué sucedía con él?
El corazón de Nian Xiaomu se estremeció. Estaba a punto de levantar la cabeza, pero descubrió que la parte de atrás de la misma estaba presionada hacia abajo con una mano y no podía moverse.
¡Apenas podía respirar!
—Yu Yuehan...
—No te muevas. Hay reporteros —dijo lentamente, en voz baja.
Su otro brazo estaba enganchado alrededor de la cintura de Nian Xiaomu y, ahora, la estaba abrazando a ella y a Xiao Liuliu con más fuerza.
Cualquiera que los viera en ese instante pensaría que esa era la perfecta imagen de una dulce familia de tres.
El cuerpo de Nian Xiaomu se puso rígido.
Al cabo de un rato, ella preguntó nerviosa: —¿Se han ido los reporteros?
Sin esperar la respuesta de Yu Yuehan, su cabecita giró hacia un lado para echar un vistazo. Vio que había unos cuantos jóvenes con cámaras en sus manos a poca distancia.
Lucian como un grupo de amigos que habían acordado salir y fotografiarse unos a otros.