—¡Ay! —la secretaria gritó y se sacudió la leche. Con el rostro pálido por la ira, señaló a Nian Xiaomu y dijo—: Nian Xiaomu ¿cómo te atreves a derramar leche sobre mí?
—Secretaria Wang, soy inocente. Como acaba de ver, simplemente le pasé la leche. Fue usted quien no la sostuvo correctamente.¿Cómo podría culparme de esto? —preguntó Nian Xiaomu con gesto inocente. Todo su cuerpo estaba limpio. Ella se había encogido hacia la puerta, evitando todas las áreas donde la leche había salpicado.
—Tú, tú ... —tartamudeó la secretaria. Al final no logró pensar en otra cosa para alegar.
De hecho, fue culpa suya que el contenido se hubiera derramado porque no había estabilizado el vasocorrectamente. No podía insistir en que Nian Xiaomu le había derramado la leche.
Sin embargo, si Nian Xiaomu no hubiera soltado el vaso tan rápidamente ¡la Secretaria Wang no habría derramado el contenido!