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En el nro. 100 de la Calle Böklund, en una esquina del jardín en la residencia de Portland Moment.
Las muchas hormigas y gusanos que se estaban reuniendo allí se dispersaron lentamente a medida que una sensación fría y espeluznante embargaba el ambiete.
«Es probable que esa persona con poderes extraordinarios no tenga ninguna experiencia...»
Con su objetivo logrado, Hazel asintió con la cabeza de forma leve antes de darse la vuelta rápidamente y pasear por el jardín.
No tenía prisa por regresar mientras disfrutaba de la luz carmesí de la luna, el aire frío y el tenue aroma floral.
Después de un largo rato, Hazel detuvo su paseo y salió del jardín, entrando al pasillo que llevaba al primer piso.