—No hay necesidad de eso.
Ji Ning negó con la cabeza.
—Lo que sea que necesites, lo que te falte... Solo dilo.
Subhuti continuó:
—Tres Purezas, Tathagata, y todos los demás sienten que te debemos algo.
Ning negó con la cabeza de nuevo. Él había ganado muchos legados del Dios Mundial Restonorte y también había adquirido los tesoros de los muchos prisioneros del Mundoprisión 17. En realidad, no necesitaba pedirle nada a esas Eminencias.
—Hermano aprendiz menor.